La fiesta XV Años de una joven mexicana que no ocurrió por culpa de la pandemia... pero así lo resolvió su familia
Si la pandemia de COVID-19 no hubiera ocurrido, la joven mexicana Ximena Canejo Hernández hubiera tenido una gran fiesta de XV Años el 18 de julio, la cual hubiera comenzado con una misa repleta de los miembros cercanos y lejanos de su familia, y luego hubiera concluido con una gran celebración con vals, chambelanes y el tradicional baile con su padre, en un salón de fiestas; sin embargo, no ocurrirá así.
La situación sanitaria en la que vivimos ha cambiado los planes de muchas personas, como vacaciones, bodas y fiestas de XV Años, como ocurre en el caso de Ximena, quien, según informa la agencia AP, tuvo que reprogramar su festejo para finales de noviembre.
Aunque su cumpleaños, que fue el 13 de julio, no lo celebró en grande, su familia aún tiene la esperanza de que el día que se realice la fiesta, ella luzca sensacional, por lo que, luego de casi tres meses de estar en confinamiento, y con la reapertura de negocios en el Centro Histórico de la Ciudad de México, sus padres, Marta Patricia Hernández Santos y Alejandro Canejo López, la llevaron el 10 de julio a una tienda para que se realizara una prueba del que será su vestido.
En las fotografías tomadas por AP, se puede ver un poco cómo la llamada “Nueva Normalidad” impacta las situaciones que antes de la pandemia eran algo cotidiano, en ellas vemos que tanto la quinceañera, sus familiares y la vendedora de local, traen puesto su cubrebocas en todo momento.
Ximena Canejo no se quedó sin fiesta, ya que, en su casa, ubicada en el municipio de Tlanepantla, Estado de México, sus padres le realizaron una simbólica partida de pastel.
En las fotos de AP se puede ver que Ximena se la pasó muy bien rodeada de sus seres queridos (un muy pequeño núcleo, para evitar riesgos, evidentemente) en su cumpleaños. Pero ella y toda su familia esperan a que a finales de noviembre los efectos de la pandemia hayan disminuido para sí poder celebrar en grande sus XV años, como suele ser común en México.
La familia había estado siguiendo la guía de confinamiento en su hogar, pero con la apertura de la Ciudad de México en las últimas semanas, la abuela de Ximena decidió viajar desde Oaxaca para su cumpleaños, la primera visita a sus hijas y nietos en más de cuatro meses.
Una de las tías de Ximena prefirió no asistir para evitarle cualquier riesgo a su familia, ya que tranaja como enfermera en un hospital que atiende a pacientes con COVID-19.
El Estado de México es uno de los más golpeados por la pandemia, ya que acumulan 43,544 casos positivos y 5,378 defunciones. Hasta el 14 de julio, Tlanepantla contaba con 2,525 personas con COVID-19.
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