La evangelización de López Obrador y la caída del Estado laico en México

Foto: Archivo Cuartoscuro
Foto: Archivo Cuartoscuro

En los primeros días de febrero de 2019 Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador una reunión a la que asistieran otros líderes religiosos.

La reunión se llevó a cabo recientemente y acordaron que este grupo religioso y otros más, prediquen en escuelas, universidades, hospitales y penales sin restricción alguna la Cartilla Moral promovida por el presidente.

El pastor Arturo Farela informó que la estrategia no sólo incluye predicar este mensaje dentro de sus templos o llevarlo casa por casa, sino difundirlo en eventos masivos con un alcance hasta de 45 mil personas o más.

Parte de la retórica del presidente López Obrador incluye su propuesta de realizar lo que ha llamado “Constitución Moral”, con la que pretende rescatar principios éticos y morales que se han abandonado en la sociedad por causa de la corrupción que la corroe, así como la falta de oportunidades y pérdida de valores religiosos.

El instrumento con el que iniciarán los grupos evangélicos será la Cartilla Moral.

Colaborarán también la Fraternidad de Logias Masónicas y la Gran Logia del Valle de México, entre otras. Destaca la ausencia de la Iglesia Católica, mayoritaria en México. La táctica de divulgación que seguirán será el que práctica la Iglesia Evangélica de “organizar grupos de estudio y analizar a profundidad los principios de la cartilla y salir a difundir por todo el país la buena nueva de la Cartilla Moral.”

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La buena relación del pastor Arturo Farela con el presidente López Obrador ya le permitió avanzar en analizar modificaciones a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público a fin de que les sean autorizadas a las iglesias concesiones en los medios públicos, para difundir los valores de la Cartilla Moral.

La secretaría de Gobernación modificó en mayo su reglamento interno para permitir a las iglesias participar en políticas públicas. La asociación civil Visión de Dios obtuvo una concesión por 30 años en el espectro radioeléctrico. Asimismo, creó la Unidad de Asuntos Religiosos, Prevención y Reconstrucción del Tejido Social que trabajará con asociaciones de culto en la prevención de delitos.

La determinación del presidente López Obrador de divulgar su Cartilla Moral con el apoyo de grupos religiosos generó críticas que lo acusan de no respetar el Estado laico.

Cuestionado al respecto en su conferencia de prensa matutina el presidente López Obrador dijo que “No hay violación al Estado laico, es muy importante definir qué es el Estado laico. En esencia es que no haya una religión oficial o predilecta, que el Estado no tenga preferencias por ninguna religión. Lo que se busca es que dentro del mensaje que ellos llevan de predicar la palabra de Dios a través de la Biblia, también ofrezcan la cartilla moral para promover los valores morales y sociales”. (Sol de México, 28 de junio de 2019)

El dirigente del PAN, Marko Cortés consideró que “Es inadmisible y un error que se transgreda la norma constitucional que establece la separación del Estado y la Iglesias. Un Estado laico como el mexicano, debe garantizar que cada persona en lo individual profese la religión que considere más conveniente. Pero no impulsar desde el Gobierno alguna convicción religiosa en lo particular”.

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El líder nacional del PRD Ángel Ávila Romero, exigió al gobierno transparentar el proceso de entrega y estudio de la Cartilla Moral porque una religión no puede prosperar a través de una acción de gobierno.

El especialista en temas religiosos, Bernardo Barranco, comentó: “Las iglesias evangélicas, su mercado religioso es el mismo mercado de los programas sociales de la Cuarta Transformación, es un mercado popular. El riesgo es que esté demoliendo la tradición juarista de la laicidad del Estado. El presidente está mostrando el rostro, en términos de lo moral, un personaje conservador, muy conservador”.

El rostro de la Cuarta Transformación es diverso, no solo pasa por los programas de gobierno que afectan las esferas de lo económico, político y social del país.

Con su Cartilla Moral, López Obrador se propone influir en las creencias y valores de los mexicanos. Es su visión que algo debe cambiar dentro de cada uno, como si fuera posible en el corto plazo de un sexenio, como si las resistencias fueran menores, como si todos tuviéramos que pensar y creer en lo mismo. Como si en las Iglesias no hubiera esa corrupción que tanto persigue.