Los líderes occidentales recordaron el Día D bajo la sombra de la guerra en Ucrania
PARÍS.- Hace 80 años, al amanecer del martes 6 de junio de 1944, comenzaba la mayor operación naval de la historia: participaban 6939 buques de guerra. Después del lanzamiento nocturno de 23.000 paracaidistas detrás de las líneas alemanas, unos 136.000 soldados estadounidenses, canadienses y británicos, que habían partido del puerto inglés de Portsmouth, se lanzarían bajo un diluvio de fuego al asalto de cinco playas de las costas atlánticas de la Normandía francesa, rebautizadas para la ocasión Utah, Omaha, Sword, Juno y Gold. Las pérdidas humanas fueron enormes (10.000 muertos, heridos o desaparecidos), pero menos importantes que lo previsto por el Estado Mayor aliado.
Ocho décadas más tarde, en la misma playa de Omaha, la “sangrienta”, los aliados se reencontraron este jueves sin Rusia, pero junto al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, para celebrar la victoria contra el nazismo, en momentos en que la guerra azota nuevamente a Europa.
Veinticinco jefes de Estado y de gobierno, así como 250 veteranos de la Segunda Guerra Mundial asistieron a las conmemoraciones. Entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el rey Carlos III, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
En un gesto de alto simbolismo, el presidente francés y anfitrión, Emmanuel Macron, invitó también a los dirigentes de las entonces potencias enemigas: el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
El gran ausente de la conmemoración fue Rusia, a pesar del alto precio que pagó la Unión Soviética por la victoria final: 27 millones de muertos civiles y militares.
“Las condiciones no están dadas, teniendo en cuenta la guerra de agresión que Rusia libra contra Ucrania, y que se intensificó en las últimas semanas”, anunció el 30 de mayo la presidencia francesa.
En abril, el presidente ruso, Vladimir Putin, había sido declarado persona non grata, aunque París había afirmado que una delegación de inferior nivel sería invitada en nombre de la contribución de la URSS a la victoria contra Alemania en 1945. Después toda presencia rusa fue excluida. El jefe del Kremlin había asistido en 2004 a las celebraciones del 60º aniversario junto al presidente Jacques Chirac y a las del 70º aniversario, invitado por François Hollande a pesar de la anexión, tres meses antes de la península de Crimea por parte de Rusia.
“Esta guerra de agresión es una traición a los mensajes del Día D”, explicó Macron en la televisión, en donde agregó que había enviado una misiva a su par ruso. Sin embargo, este jueves el presidente francés rindió homenaje al esfuerzo de guerra soviético, que permitió tomar al III Reich en tenaza entre dos frentes.
“Seamos dignos”
Las potencias occidentales quisieron, sobre todo, dejar bien en claro su rechazo a la guerra y su apoyo a Kiev, al invitar a Zelensky a los actos conmemorativos.
“Frente al retorno de la guerra en nuestro continente, frente al cuestionamiento de todo aquello por lo cual lucharon [el 6 de junio de 1945], frente a aquellos que pretenden cambiar las fronteras por la fuerza o volver a escribir la historia, seamos dignos de quienes desembarcaron aquí. Su presencia en este lugar, señor presidente de Ucrania, dice todo eso”, declaró Macron, al dirigirse a Zelensky durante la ceremonia en la playa de Omaha.
El presidente ucraniano debía hacer este viernes un nuevo alegato sobre las necesidades militares de su país ante Biden y Macron.
Pero el mandatario francés no esperó esa reunión para anunciar hoy durante una entrevista televisada que París entregará aviones de combate Mirage 2000-5 a Kiev y que el entrenamiento de sus pilotos comenzará de inmediato en Francia. El número de esos aviones debía ser conocido este viernes, después de la reunión tripartita.
El presidente también anunció la formación y el equipamiento de una brigada de 4500 soldados ucranianos en Francia, precisando que “actualmente” no hay instructores militares franceses en suelo ucraniano.
“Probamos que la libertad es más fuerte que la tiranía. Probamos que los ideales de nuestras democracias son más fuertes que una combinación de ejércitos de la tiranía. Probamos la unidad sin fallas de los aliados”, declaró a su vez Biden durante la ceremonia franco-norteamericana organizada por la mañana en el cementerio militar de Colleville-sur-Mer, al centrar inmediatamente su atención en la guerra de Rusia contra Ucrania.
“No alejaremos la mirada de Ucrania. Si lo hacemos, Ucrania caerá bajo el yugo ruso, después toda Europa caerá a su vez. Si lo hiciéramos, sería olvidar lo que sucedió en esta playa”, advirtió.
Carlos III, cuya presencia en Normandía representó su primer viaje al extranjero desde su diagnóstico de cáncer, había lanzado las celebraciones el miércoles en el puerto británico de Portsmouth, clave en la preparación del desembarco hace 80 años.
“Mientras damos gracias por todos aquellos que dieron tanto para conseguir la victoria, cuyos frutos aún disfrutamos hoy, comprometámonos a recordar, apreciar y honrar siempre a quienes sirvieron aquel día”, declaró.
Tres actos
Los actos de hoy fueron el broche final de las conmemoraciones que se iniciaron en toda la costa normanda desde comienzos de mes. Iniciada a las 15.30 en la playa de Omaha, la ceremonia internacional comprendió tres actos: el primero, intitulado “La Espera”, en torno a la Resistencia; el segundo fue el desembarco propiamente dicho, y el tercero fue el llamado “Camino de la Libertad”.
Macron participó ayer en el homenaje rendido a los resistentes en la ciudad de Plumelec, así como –por primera vez en 80 años– a todos los civiles que murieron en los bombardeos aliados. El mandatario se declaró convencido de que la juventud actual cuenta con “el mismo espíritu de sacrificio de sus mayores”.
La jornada de este jueves concluyó con un desfile aéreo iniciado por la Patrulla de Francia y los Red Arrows de la Royal Air Force. Siguieron varias formaciones norteamericanas, francesas, canadienses y belgas compuestas de aviones-cisterna en vuelo, acompañados de aviones cazabombarderos.