Los líderes mundiales de seguridad se reúnen mientras Ucrania se centra en resistir

La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris es recibida en el aeropuerto de Múnich por el primer ministro del estado de Baviera, Markus Soeder

Por Max Hunder y Pavel Polityuk

KIEV, 17 feb (Reuters) - Altos cargos políticos y militares de todo el mundo se reúnen en Alemania el viernes, y se espera que altos cargos ucranianos intervengan en la conferencia de seguridad mientras intentan defenderse de los ataques rusos con misiles contra ciudades y de los asaltos masivos en las líneas del frente.

Reforzada por decenas de miles de reservistas, Rusia ha intensificado los ataques terrestres en el sur y el este de Ucrania y, a medida que se acerca el primer aniversario de su invasión del 24 de febrero, parece estar tomando forma una nueva gran ofensiva rusa.

El jueves, Rusia lanzó una lluvia de misiles sobre Ucrania y atacó su mayor refinería de petróleo. De los al menos 36 misiles disparados por Rusia, unos 16 fueron derribados, según las fuerzas aéreas, un porcentaje inferior al normal.

Ucrania dijo que la andanada incluía misiles que sus defensas aéreas no pueden derribar, lo que no hará sino añadir urgencia a sus peticiones de más apoyo militar occidental.

El canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, son algunos de los muchos altos cargos que asisten a la Conferencia de Seguridad de Múnich.

La reunión del año pasado tuvo lugar días antes de que comenzara la guerra. Mientras las tropas rusas se concentraban en las fronteras de Ucrania, los líderes occidentales instaron en Múnich al presidente Vladimir Putin a que no invadiera el país y le advirtieron de las graves consecuencias que tendría una invasión.

Este año, los dirigentes de seguridad abordarán las consecuencias de la decisión de Putin de ignorar sus súplicas y desencadenar la guerra más devastadora en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que ha matado a miles de personas y obligado a millones a huir.

Los dirigentes rusos brillarán por su ausencia en la conferencia, que se prolongará hasta el domingo, pero se espera que altos cargos ucranianos intervengan en ella.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró en su discurso nocturno por vídeo que su prioridad era contener los ataques rusos y prepararse para una eventual contraofensiva ucraniana.

"Mantener la situación en el frente y prepararse para cualquier escalada enemiga es la prioridad en un futuro próximo", declaró.

Autoridades de la alianza de la OTAN debatieron esta semana la necesidad de más material militar para Kiev, y Reino Unido y Polonia acordaron tras la reunión de sus líderes el jueves que el apoyo debía intensificarse.

Dirigentes estadounidenses han aconsejado a Ucrania que suspenda cualquier contraofensiva hasta que disponga del último suministro de armamento estadounidense y haya recibido formación.

El Estado Mayor del ejército ucraniano informó el jueves por la noche de que Rusia también había bombardeado más de dos docenas de asentamientos del este y el sur del país.

Rusia no se pronunció sobre los ataques con misiles o los bombardeos, y Reuters no pudo confirmar de forma independiente estas informaciones sobre el campo de batalla.

CADÁVERES AMONTONADOS

Rusia concentra su ofensiva sobre la pequeña ciudad oriental de Bajmut, en Donetsk, una de las dos regiones que componen el Dombás, el corazón industrial de Ucrania, ahora parcialmente ocupado por Rusia.

En batallas dirigidas por el grupo mercenario Wagner, nutrido por reclutas de las cárceles, Rusia lleva meses golpeando y cercando Bajmut. La mayoría de sus 70.000 habitantes de antes de la guerra se han marchado, dejando soldados ucranianos atrincherados.

"Están enviando muchos soldados. No creo que eso sea sostenible para ellos", dijo el jefe de prensa de la 80ª Brigada de Asalto Aéreo ucraniana, Taras Dzioba, refiriéndose a los rusos.

"Hay lugares donde sus cuerpos están amontonados. Hay una trinchera donde... simplemente no evacuan a sus heridos ni a los muertos".

Dzioba habló con Reuters mientras se encontraba junto a una batería de obuses en el exterior de un búnker defensivo cercano a las líneas del frente de Bajmut.

Su captura daría a Rusia un trampolín para avanzar sobre dos ciudades más grandes de Donetsk situadas más al oeste, Kramatorsk y Sloviansk. Pero Ucrania y sus aliados afirman que la toma de Bajmut sería una victoria pírrica, dados los meses que ha llevado y las pérdidas que ha sufrido Rusia.

En una entrevista con un bloguero militar partidario de la guerra, el jefe del grupo Wagner predijo que las fuerzas rusas tardarían semanas, si no meses, en capturar Bajmut, dependiendo de cuántos hombres lanzara Ucrania a la lucha y de lo bien abastecidos que estuvieran.

En Múnich, la guerra avivará los debates sobre cuestiones como hasta qué punto Europa debe reforzar su propia capacidad militar y hasta qué punto debe depender de Estados Unidos para su seguridad, en un contexto de preocupación de que la crisis de Ucrania pueda extenderse.

La policía de Moldavia, donde el Parlamento aprobó el jueves un nuevo Gobierno prooccidental, dijo haber encontrado de nuevo restos de misiles cerca de la frontera con Ucrania.

Mientras tanto, Bielorrusia, que permitió a Rusia utilizar su territorio para enviar tropas a Ucrania al comienzo de la guerra, dijo que sólo lucharía junto a su aliado si era atacada.

Alemania dijo que 1,1 millones de personas llegaron de Ucrania en 2022, superando la afluencia de migrantes de 2015-16.

El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, viajó a Ucrania, la primera visita de este tipo durante la guerra por parte de Israel, que coordina con Rusia los ataques contra presuntos objetivos iraníes en Siria y no ha prometido armas a Kiev.

En Twitter, Cohen dijo que Israel aumentaría la ayuda que presta a Ucrania y la ayudaría en la reconstrucción.

(Reporte de Max Hunder, Pavel Polityuk, Yiming Woo, Caleb Davis, Tim Heritage, Jake Cordell, Gwladys Fouche, Sabine Siebold, Ron Popeski, David Ljunggren, Gabriela Baczynska, Andrew Gray, Andreas Rinke; Redacción de Robert Birsel; Edición de Stephen Coates, editado en español por José Muñoz en la redacción de Gdansk)