El líder supremo de Irán preside el funeral por Raisí en Teherán

El líder supremo de Irán preside el funeral por Raisí en Teherán

El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo iraní, encabezó la celebración del funeral en la Universidad de Teherán, con los ataúdes de los muertos envueltos en banderas del país con sus fotografías. Sobre el ataúd del presidente Ebrahim Raisí había un turbante negro, lo que le distingue como descendiente directo del profeta Mahoma del islam.

"Oh Alá, no vimos nada más que bueno en él", dijo Jamenei en una oración por los muertos en árabe, el idioma del libro sagrado del islam, el Corán. El presidente interino de Irán, Mohammad Mokhber, se mantuvo cerca y lloró abiertamente durante la ceremonia.

Posteriormente, un grupo cargó a hombros los ataúdes con cánticos de "¡Muerte a América!", y los subieron en un camión con remolque para una procesión por el centro de Teherán hasta la plaza Azadi, donde Raisí pronunció discursos en el pasado.

Al evento asistieron los principales líderes de la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán, uno de los principales centros de poder del país. También estuvo presente Ismail Haniyeh, líder de Hamás, el grupo islamista que Irán ha armado y apoyado frente a Israel durante la actual guerra en la Franja de Gaza. Haniyeh se dirigió a la multitud, que coreaba "¡Muerte a Israel!".

"Vengo en nombre del pueblo palestino, en nombre de las facciones de resistencia de Gaza... para expresar nuestras condolencias", dijo Haniyeh. También relató su reciente encuentro con Raisí en Teherán durante el Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, en el que escuchó al presidente fallecido decir que la cuestión palestina sigue siendo la clave del mundo musulmán.

El mundo musulmán "debe cumplir con sus obligaciones con los palestinos para liberar su tierra", dijo Haniyeh, recordando las palabras de Raisí. También evocó las palabras de Raisí, en las que calificó el ataque sobre Israel del 7 de octubre como un "terremoto en el corazón de la entidad sionista".

También se esperaba la asistencia de las ceremonias en Teherán del primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, y una delegación de los talibanes de Afganistán, incluido su ministro de Asuntos Exteriores, Amir Khan Mutaqqi. El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, también acudió en avión a la ceremonia, junto con el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan. Incluso el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, viajó a Teherán, a pesar de que las relaciones diplomáticas entre los países se rompieron tras la revolución de 1979. Egipto e Irán han mantenido contactos recientemente sobre el restablecimiento de vínculos.

Ausencias llamativas

Entre los aspectos que más han llamado la atención durante la jornada destacan las ausencias. Ninguno de los expresidentes vivos de Irán, aparte de Jamenei, pudo verse en las imágenes de las oraciones de la televisión estatal. Entre ellos se encuentran el reformista Mohammad Khatami, un representante de la línea dura como Mahmoud Ahmadinejad, o el relativamente moderado Hassan Rohaní; todos ellos individuos que mantienen cierto prestigio dentro del estrictamente controlado sistema político de Irán.

Las autoridades no ofrecieron ninguna explicación por su ausencia en el evento, que se celebra semanas antes de las elecciones presidenciales previstas para el 28 de junio. Por ahora, no hay un favorito claro para el puesto entre la élite política de Irán, especialmente nadie que sea un clérigo chiíta, como Raisí.

La teocracia iraní declaró cinco días de luto por el accidente del domingo, alentando a la gente a asistir a las sesiones públicas de duelo. Normalmente, los empleados del Gobierno y los escolares asisten en masa a estos eventos, mientras que otros participan por patriotismo, curiosidad o por afán de presenciar acontecimientos históricos.