El líder sirio dice que podría tomar cuatro años organizar elecciones y le hace un guiño a Vladimir Putin
DAMASCO.- El nuevo dirigente de Siria, Ahmed al-Sharaa (mejor conocido por su nombre de guerra Mohammed al-Golani), dijo que la organización de nuevas elecciones podría demorar cuatro años y que la redacción de una nueva Constitución podría tardar tres, señaló en una entrevista con la cadena de televisión saudita Al Arabiya este domingo, la primera vez que comenta un posible calendario electoral, en la que también instó a recuperar las relaciones con Rusia.
“El proceso electoral podría tomar cuatro años”, dijo Al-Sharaa, tres semanas después de que su grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y rebeldes aliados derrocaron al gobernante Bashar al-Assad, y agregó: “Necesitamos reescribir la constitución”, lo que podría llevar “dos o tres años”.
El comentario del líder rebelde se produce en un momento en que el nuevo gobierno de Damasco intenta tranquilizar a sus vecinos asegurándoles que se ha alejado de sus raíces en la militancia islamista.
La campaña relámpago del grupo puso fin a una guerra civil de 13 años, pero ha dejado un sinfín de interrogantes sobre el futuro de un país multiétnico hasta entonces unido por décadas de gobierno autoritario de la familia Assad, y en el que Estados extranjeros como Turquía y Rusia tienen intereses fuertes y potencialmente contrapuestos.
Aunque las potencias occidentales acogieron con gran satisfacción el fin del gobierno de la familia Assad en Siria, sigue sin estar claro si el grupo impondrá un estricto régimen islámico o mostrará flexibilidad y avanzará hacia la democracia.
Al-Sharaa afirmó que HTS, anteriormente conocido como Frente al Nusra, se disolvería en una conferencia de diálogo nacional.
El grupo estuvo afiliado al Estado Islámico y a Al-Qaeda, pero desde entonces ha renunciado a ambos y ha intentado reposicionarse como una fuerza moderada.
Cuando se le preguntó sobre la disolución del grupo, Al-Sharaa respondió: “Por supuesto. Un país no puede ser gobernado por la mentalidad de grupos y milicias”.
Además, Al-Sharaa saludó el domingo los “intereses estratégicos profundos” entre Siria y Rusia y expresó su deseo de reconstruir la relación con el principal aliado del depuesto presidente Bashar al-Assad, en una entrevista con la cadena Al Arabiya.
“Rusia es un país importante [...] Existen intereses estratégicos profundos entre Rusia y Siria”, afirmó.
Precisó que “todo el armamento sirio es de origen ruso” y que “numerosas centrales eléctricas están gestionadas por expertos rusos”.
“No queremos que Rusia se vaya de Siria como a algunos les gustaría”, añadió.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que el estatus de las bases militares de Rusia sería objeto de negociaciones con los nuevos líderes en Damasco.
“No se trata sólo del mantenimiento de nuestras bases o bastiones, sino también de las condiciones de su funcionamiento, mantenimiento y abastecimiento, y de la interacción con la parte local”, dijo en una entrevista con la agencia de noticias rusa RIA publicada el domingo.
Al-Sharaa también dijo que esperaba que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, levantara las sanciones impuestas a Siria. Diplomáticos estadounidenses de alto rango que visitaron Damasco este mes dijeron que Al-Sharaa se mostró pragmático y que Washington decidió eliminar la recompensa de 10 millones de dólares que se ofrecía por la cabeza del líder del HTS.
En respuesta a una pregunta sobre las preocupaciones de los estados vecinos por los grupos islamistas, dijo: “No trabajaremos para exportar la revolución. Queremos gestionar la fase con la mentalidad del estado y no de la revolución”, dijo, reiterando que están interesados en establecer relaciones estratégicas con todos los estados regionales.
Agencias Reuters y AFP