La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 8 busca identificar a las personas que encendieron bengalas en el interior del boliche Niceto Club, en el barrio de Palermo, durante un recital del rapero El Doctor, y evalúa tomar medidas contra el establecimiento por las “fallas en el control” de acceso.

En el momento del hecho nadie lo denunció ante la policía, por lo que no hubo detenidos. Tampoco hubo consultas con la fiscalía. Desde el organismo señalaron que el personal de seguridad de Niceto Club no debería haber permitido el ingreso de bengalas al lugar.

El hecho se dio a conocer públicamente cuando diversos videos que mostraban a una persona del público agitando una bengala de humo encendida comenzaron a circular en las redes sociales.

Como era de esperarse, el video causó un fuerte repudio por el recuerdo de la tragedia de Cromañón, que comenzó por una bengala y en el que fallecieron 194 personas el 30 de diciembre de 2004.

A través de un comunicado, la Ciudad de Buenos Aires informó que la investigación se inició a partir de una denuncia de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), que solicitó que se utilicen las cámaras de video del boliche para “poder establecer las responsabilidades tanto del establecimiento como de quienes prendieron la bengalas”.

Según informaron voceros del Gobierno porteño, cuando se encendió la pirotecnia “se actuó rápidamente” y “el personal de seguridad privada del local junto al personal de bomberos presente en el lugar intervinieron y apagaron las bengalas de humo encendidas”.

“De forma inmediata se procedió a cancelar y dar por finalizado el show musical y se desalojó al público presente en el local”, agregaron.

A 19 años de Cromañón

Por su parte, los familiares y amigos de los jóvenes fallecidos en Cromañón emitieron hoy un comunicado en el que advirtieron sobre el peligro de encender bengalas en boliches cerrados.

En el comunicado, los familiares expresaron: “El uso de bengalas, así como su ingreso en eventos, tiene para nuestra memoria como pueblo un sentido insoslayable. Representa un claro límite, como una señal de peligro compartido. Es un símbolo que sintetiza no sólo a aquel conocido detonante sino que, también, las múltiples causas que provocaron Cromañón”.

Además, destacaron que lo ocurrido el sábado pasado “es una oportunidad para resaltar la responsabilidad que tienen todos los actores que son parte de episodios como éste: productores, funcionarios y músicos. La de actuar para evitarlos y también la responsabilidad ética de tomar postura”.

“Creemos necesario destacar la importancia de que los músicos se posicionen con celeridad y claridad frente a su público ante estos episodios, como tantas lo han hecho en estos años. Tanto para interrumpir inmediatamente su show como para transmitir repudio ante episodios tan desafortunados. Por su público y por la memoria”, aseguraron.

Y concluyeron: “Nosotros como víctimas, bien conocedoras de causas, consecuencias, procesos, juicios, dolores y luchas, tenemos otra responsabilidad, la de animarnos a dar un debate honesto y profundo para construir una memoria verdaderamente colectiva”.

Silvia, la madre de Julián, una de las víctimas fatales de Cromañón, expresó: “Hay que dar un debate profundo. Estamos dispuestos, nos gustaría que los medios nos escuchen, que los colectivos populares también cuando hablamos del rock, de las responsabilidades y demás”.