La junta militar que gobierna Birmania ordena la liberación de cerca de 10.000 presos

El régimen militar que gobierna Birmania ha ordenado la liberación de cerca de 10.000 presos, con motivo del 76 aniversario de la independencia del país del Reino Unido. Tras pasar algún tiempo en prisión, muchos reclusos se reunieron con sus seres queridos. Un reencuentro que deparó escenas de júbilo en el exterior de una cárcel de Rangún.

La liberación se produce en medio de una rebelión contra la junta militar, y no estaba claro si, entre las personas liberadas, había opositores que permanecían detenidos. Así, no había indicios de que la depuesta líder y Premio Nobel de la Paz, Aung San Su Kyi, estuvi****era entre los recién liberados. Además, se concedió la amnistía a 114 ciudadanos extranjeros que cumplían su condena en cárceles birmanas y serán deportados.

Aung San Suu Kyi, está prácticamente incomunicada por el Ejército desde que los militares arrebataron el poder a su Gobierno electo en febrero de 2021. Suu Kyi, de 78 años de edad, cumple 27 años de prisión tras ser condenada por una serie de procesos de tinte político iniciados por los militares. Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, organización que se ocupa de la vigilancia de sus derechos, 25.730 personas han sido detenidas por cargos políticos desde la toma del poder por el ejército. Algunas pueden disfrutar de nuevo de la libertad; las liberaciones masivas de presos son habituales en los días festivos más importantes del país del sudeste asiático.

Birmania se convirtió en colonia británica a finales del siglo XIX y recuperó su independencia el 4 de enero de 1948. El país ha estado gobernado por una junta militar desde la toma del poder por el ejército, que se encontró con una resistencia masiva que desde entonces se ha convertido en lo que algunos expertos de la ONU han calificado de guerra civil. A pesar de las enormes ventajas en mano de obra entrenada y armamento, el Gobierno militar ha sido incapaz de aplastar el movimiento de resistencia. Después de que una alianza de grupos armados de minorías étnicas lanzara una ofensiva coordinada contra el Ejército el pasado mes de octubre en el estado de Shan, en el norte, y en Rakhine, en el oeste, los gobernantes se enfrentan ahora a su mayor desafío en el campo de batalla, desde que comenzó el conflicto.