Juicio a la enfermera en Córdoba. “No puedo entender lo que pasó en el hospital y estoy segura de que nadie lo sabía”, dijo una médica

Claudia Ringelgheim, la última imputada en declarar en el juicio por las muertes en el Hospital Neonatal de Córdoba
Claudia Ringelgheim, la última imputada en declarar en el juicio por las muertes en el Hospital Neonatal de Córdoba - Créditos: @Sebastián Salguero

CÓRDOBA.— Antes de que comiencen a pasar los querellantes, en el juicio que se lleva adelante en Córdoba por las cinco muertes de bebés y la descompensación de ocho que sobrevivieron en el Hospital Neonatal declaró la médica Claudia Ringelgheim, que se desempeñaba como vicedirectora del centro de salud.

En su declaración, Ringelgheim Enfatizó que no se va a victimizar: “Las únicas víctimas son los niños y los padres (...). Tampoco puedo entender lo que pasó en el hospital y estoy segura de que nadie lo sabía”. Dijo que en una reunión el 8 de junio del 2022, les presentaron la línea de tiempo de los casos. “Era una película de terror cuando nos lo estaban contando”, sintetizó.

La profesional está acusada de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado, en el marco de su función como vicedirectora del centro de salud, cargo que recalcó que no ejercía. Calificó de “excelencia” el servicio de neonatología y al hospital y subrayó que jamás conoció a la enfermera Brenda Agüero, a quien vio por primera vez en el juzgado.

Brenda Aguero, la principal imputada, abraza a su madre en la cuarta audiencia del juicio
Brenda Aguero, la principal imputada, abraza a su madre en la cuarta audiencia del juicio - Créditos: @Sebastián Salguero

“Había sucedido algo que era horroroso. Se murieron bebés en donde siempre estamos a favor a de la vida (...). Y que digan que el hospital es un monstruo, que era sucio, que no se trabajaba. Estuve 25 años y sigo sintiendo que era un orgullo. Sucedió algo terrible. Nunca pude hablar con los padres, nunca los conocí. Nunca conocí a los niños. Rezo por ellos, que las almas estén bien y por esos padres, nada debe ser más doloroso que perder un hijo”.

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En este juicio por jurados la imputada por ser la supuesta autora material de los hechos es la enfermera Agüero. Los otros diez acusados son exfuncionarios y profesionales, imputados por delitos como encubrimiento, falsedad ideológica y falsificación de documento público.

Consultada, en base a su experiencia, sobre qué cree que podría haber pasado, Ringelgheim reconoció que no puede dar diagnóstico porque no es neonatóloga, pero le llamó la atención lo que pasó en tres meses, “que fue un horror”. Planteó que, por las autopsias que “dijeron que había hiperpotasemia y que se lo inyectaron, tiene que creer que fue así, “que hay una causa externa”.

Brenda Agüero, la enfermera acusada de los homicidios, en la audiencia de ayer
Brenda Agüero, la enfermera acusada de los homicidios, en la audiencia de ayer - Créditos: @Sebastián Salguero

Al inicio Ringelgheim aclaró que su función no era la de subdirectora. Asumió como tal en 2011 hasta 2017 pero como “carga anexa” (sin cobrar el cargo) porque quería “hacer carrera profesional dentro” del Neonatal. En 2017 ganó un concurso para jefatura de Obstetricia y dejó las tareas de gestión. “Al momento de los hechos era jefa del departamento de Tocoginecología Clínica”, precisó.

Calificó de “excelencia” el servicio de neonatología del hospital. Enfatizó que no se va a victimizar: “Las únicas víctimas son los niños y los padres (...). Tampoco puedo entender lo que pasó en el hospital y esto segura de que nadie lo sabía”.

Violencia obstétrica

Recordó una reunión “multitudinaria” convocada el 28 de abril del 2022 para tratar un tema de “violencia obstétrica” ante el reclamo de Damaris Bustamante, quien dijo que le habían “dicho algunas palabras en el trabajo de parto que para ella no eran acertadas. Que tenía que hacer más fuerza porque si no el niño podía tener algún problema si ella no colaboraba. Yo no estaba en el parto”. También se quejó de que no la podían acompañar. “Era Covid y no se dejaba ingresar a nadie”.

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El bebé nacido en ese parto era Benjamín Luna, que se había descompensado y había muerto. En ese encuentro se hizo un análisis de “causa raíz”.

Agüero sigue las declaraciones del resto de los imputados, que terminaron de pasar este jueves ante el tribunal
Agüero sigue las declaraciones del resto de los imputados, que terminaron de pasar este jueves ante el tribunal - Créditos: @Sebastián Salguero

Precisó que no se habló de “ningún otro caso” y que sí se planteó que se habían cambiado lotes de vitamina K. Esos detalles los había dado ayer la neonatóloga Adriana Moralez, quien fuera coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil. “No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo”, dijo.

“No me enteré de nada más”, subrayó Ringelgheim, y detalló cuáles eran sus funciones. “Después me entero del resto de los hechos la madrugada del 7 de junio por la jefa de guardia Patricia Pereyra quien me pidió que llamara a Derivación de Pacientes porque el hospital estaba colapsado”. Indicó que allí su colega le comentó que estaba “colapsado” porque habían muerto dos bebés y otros dos estaban en “muy mal estado”.

La médica Adriana Luisa Moralez, declaró ayer
La médica Adriana Luisa Moralez, declaró ayer - Créditos: @Sebastián Salguero

La jefa de Guardia también le pidió que llamara a la directora de entonces Liliana Asís, quien le afirma que estaba anoticiada y se iba al hospital. Recordó que esa conversación fue alrededor de la 1 de la madrugada. Cuando a las 7 llega a trabajar describió al hospital como “un estupor, una tristeza”. Añadió que fueron todos los de Obstetricia y les explicaron que Asís y Alejandro Escudero Salama, exsubdirector administrativo de esa institución estaban “haciendo las denuncias”.

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El 8 de junio en la sala de situación del hospital hubo otra reunión “con mucha gente” donde les hicieron una “línea de tiempo” desde el 18 de marzo hasta el fatídico 6 de junio. “Era algo inexplicable, no se podía entender (...). Ahí es donde yo me anoticio de los cinco muertos, yo sabía de tres, del de abril y de los dos de 6 junio y de todos los niños que habían estado en la terapia de Neo, a donde uno no entra”, añadió. “Un lujo” caratuló a esa terapia.

Apuntó que les dijeron que se habían hecho dos autopsias forenses y que no podían hablar con las madres porque estaba todo bajo secreto de sumario. Todo fue ese mismo 8 de junio. “Voy a hablar por mí y también por todos —destacó—. Creíamos que estaba todo en manos de la Justicia”. Comentó que del resto de los detalles se fue enterando por los medios.

Ante unas preguntas, especificó que “no se habló de intencionalidad” en la reunión donde se presentó la línea de tiempo, sí que “habían encontrado en ciertos niños lesiones, como pinchazos, que habían buscado en las cunas, que habían hasta roto colchones para ver si había insectos que pudieran haber provocado picaduras (...) que habían buscado en el descarte de Neonatología ‘algo raro’ y que no”.

Cuando terminó de declarar Ringelgheim, Moralez pidió ampliar su declaración y dijo que el 8 de junio no hubo un encuentro para mostrar una línea de tiempo, sino que esa exhibición fue “más adelante” el mismo día “que vino (Roberto) García Moritan”.

La referencia es a que el 16 de agosto del 2022 el entonces legislador porteño llegó para acompañar a quienes protestaban en el Neonatal, e incluso irrumpió en el despacho de quien ocupaba la dirección. Fuera de la audiencia, ante los periodistas Ringelgheim primero ratificó la fecha y, después, sostuvo que podría ser que por los nervios estuviera confundida.