Juanma Rodríguez llega en ‘El Chiringuito’ a la cumbre de la mofa contra el barcelonismo

'El Chiringuito de Jugones' se centró durante gran parte de su último programa en los fichajes que pretende realizar el Barcelona. Muy ambiciosos, pese a su situación precaria, lo que dio pie a un Juanma Rodríguez más desatado que nunca a dejar volar su creatividad para construir el templo de las mofas.

Lo hizo después de que José Álvarez contase uno por uno los planes de Joan Laporta en el mercado, quien pretende gastarse la friolera de 200 millones en incorporaciones estando endeudados hasta el cuello. Más allá de si las cantidades que quiere invertir por los fichajes de Lewandowski, Azpilicueta, Marcos Alonso, Koundé, Raphinha y Bernardo Silva son realistas o no, el simple hecho de pensar que todo esto es posible conduce inevitablemente hacia la carcajada blanca.

Desde Manu Sainz a Alfredo Duro, nadie de la bancada merengue puede creerse que Laporta siga inflando la ilusión de la afición azulgrana después de todo lo que ha sufrido en los últimos tiempos por ello. Pero sin duda el más maligno fue Juanma Rodríguez.

El tertuliano entró con todo. Recurrió al Monte de Piedad, la antigua institución -que aún existe- que funcionaba desde sus orígenes como hoy día lo hacen las casas de empeño, para situar al Barça como uno de sus clientes, aunque un tanto peculiar:

"No se conoce el caso de alguien, porque tiene que ser algo desagradabilísimo el tener que empeñar algo que tiene un valor sentimental para ti, que haya ido al Monte de Piedad o a la casa de empeños a llevar las joyas de la abuela y que nada más salir haya dicho: '¡Venga, una de percebe! ¡Alegría! ¡Que corra el Moët Chandon! ¡A ver esos bogavantes! ¡A ver esas cigalitas buenas, ricas, que nos vamos a comer! ¡Vamos!".

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Por mucho que duela al barcelonismo, a Juanma Rodríguez no le falta razón, ya que "lo normal si tú vas al Monte de Piedad", a prestamistas en el caso culé, es "para tratar de subsistir".

El baile de nombres, a día de hoy, le hace mucho más daño al Barça de lo que le puede ayudar. Incluso a la hora de negociar en el mercado. El club que lo oiga podrá pensar que no está tan mal la entidad culé con todo lo que vende y, como en el caso del Bayern, cada semana incrementar el precio de Lewandowski.

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