Japón-Alemania en el Mundial Qatar 2022: con los traumas del pasado, las amenazas que los obligaron a abandonar su tradición pacifista

En 2014, un hombre de traje y corbata que protestaba con un megáfono en una concurrida estación de tren de Tokio se inmoló a la vista de los pasajeros luego de que el entonces primer ministro Shinzo Abe anunciara sus planes para reinterpretar la constitución pacifista que Japón había adoptado tras la Segunda Guerra Mundial.

La última versión de la constitución, que se aprobó el 3 de mayo de 1947 –menos de dos años después del impacto de dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y de la rendición del imperio japonés–, incorporó el Artículo 9, una cláusula que prohibía la guerra como derecho soberano y la amenaza o el uso de la fuerzo como medio de solución en disputas internacionales.

El proceso que inició Abe para deshacerse de dicha cláusula, sin embargo, resultó más complicado de lo que creía el mandatario, que finalmente tuvo que conformarse con la aprobación de una ley que permitía a las fuerzas armadas hacer uso de la fuerza en apoyo a otros países en caso de que se considerara necesario para lograr la seguridad y la supervivencia de Japón.

Pero con la creciente amenaza de vecinos cargados con armas nucleares –como China o Corea del Norte–, Japón considera que abandonar su tradición pacifista es una cuestión apremiante. El primer ministro actual, Fumio Kishida, declaró este año que buscará reformar la constitución para eliminar el Artículo 9 y “asumir un rol activo dentro de su área de influencia en el Extremo Oriente”.

“Japón quiere más autonomía militar”, añadió el líder nipón.

En octubre de este año, por ejemplo, cazabombarderos estadounidenses y aviones japoneses llevaron a cabo maniobras militares sobre el mar de Japón en respuesta al ensayo por parte de Corea del Norte, que implicó un nuevo lanzamiento de un misil balístico. Asimismo, las perspectivas bélicas en el estrecho de Taiwán, con la perenne amenaza china de recuperar la soberanía de la isla, están forjando una triple alianza entre Estados Unidos, Japón y Australia para defender sus intereses en el Pacífico.

Alemania, país con el que Japón disputará este miércoles el primer partido del Mundial Qatar 2022, hizo un recorrido similar en política exterior. Dos derrotas en dos guerras mundiales durante el siglo XX hicieron crecer en el país europeo una profunda desconfianza hacia todo lo militar.

Con la guerra de Ucrania, sin embargo, Berlín se reconcilió con el Ejército y aprobó este año un fondo especial de 100.000 millones de euros para modernizar sus fuerzas armadas que le permitió destinar a Defensa el 2% de su PBI, el mayor gasto para este departamento de los últimos 83 años.

“El mundo entró en una nueva era tras la invasión rusa de Ucrania”, aseguró al anunciar la medida el canciller alemán Olaf Scholz durante una reunión extraordinaria en el Parlamento (Bundestag) el 27 de febrero.

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, espera al primer ministro de Irlanda, Micheal Martin, en la cancillería, en Berlín, Alemania, el 22 de febrero de 2022. (AP Foto/Michael Sohn)
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, espera al primer ministro de Irlanda, Micheal Martin, en la cancillería, en Berlín, Alemania, el 22 de febrero de 2022. (AP Foto/Michael Sohn)

La decisión de Alemania de enviar armas antitanque y misiles tierra-aire a Ucrania —abandonando su añeja negativa a exportar equipo bélico a zonas de conflicto— también marcó un rompimiento histórico con su política exterior. La reacción en el Bundestag fue diversa. Algunos aplaudieron, otros abuchearon, algunos cruzaron miradas. Todos estaban atónitos.

“Contexto Mundial” es una serie de videos breves que ofrecen una lectura geopolítica de los cruces entre distintos países en Qatar 2022. Podés ver todos los videos en este link.