Jackie Robinson y Branch Rickey: una increíble historia y un vigente legado en Grandes Ligas
Hoy 15 de abril es un día histórico para el béisbol.
Se cumplen 77 años de la entrada a un terreno de juego en Grandes Ligas del primer jugador afroamericano, Jackie Robinson, que lo hizo con el uniforme de los Dodgers de Brooklyn.
Por su obra relevante el béisbol creció en calidad con la entrada de los peloteros negros norteamericanos y latinos para iniciar la verdadera época de oro del deporte de las bolas y los strikes, transformándose después los restantes deportes en Estados Unidos.
Pero cuando hablamos de Robinson por su ejemplo de entereza, dignidad, sacrificio y estelaridad para lograr esta obra monumental, también estamos obligados a mencionar como elemento de enorme importancia al presidente de los Dodgers de Brooklyn, Branch Rickey, por su gran visión del futuro y la firme determinación que permitió hacer realidad el sueño de la integración racial.
Antes de su debut en Grandes Ligas, Robinson jugaba con los Monarcas de Kansas City en las Ligas Negras.
Entonces, Branch Rickey, que había visto su talento, con su olfato natural se dio cuenta del cambio que se avecinaba en el béisbol cuando entraran a jugar en Grandes Ligas los mejores jugadores negros de Estados Unidos y de países latinoamericanos.
Antes de escoger a Robinson, el dirigente estadounidense había entrevistado al cubano Silvio García, que era una estrella de las Ligas Negras.
Pero el antillano no pasó la prueba debido a que sus respuestas no eran las adecuadas para el hombre que buscaba para hacer realidad ese sueño.
La reunión entre Rickey y Robinson se realizó el 28 de agosto de 1945 teniendo como propósito explicarle el futuro que vendría con su ingreso a Grandes Ligas, así como para advertirle sobre los obstáculos que iba a encontrar con los fanáticos, en los hoteles, con la prensa, con los dirigentes de equipos, con los jugadores rivales y hasta con sus propios compañeros de equipo.
De igual forma, le explicó el coraje y la tolerancia que necesitaba para superarlos.
Según cuenta la historia, las respuestas de Robinson fueron las correctas y al final de la entrevista el nativo de Georgia le preguntó: “Usted desea un jugador con miedo de devolver la provocación?
Y Rickey le dijo: “No, quiero un pelotero con las agallas de no retornar la agresión’’.
Robinson aceptó la oferta y fue entonces que se escogió la fecha del 15 de abril de 1947 para realizar su histórico debut con los Dodgers.
Robinson lo hizo actuando como inicialista ante los Bravos de Boston y como segundo bate en la alineación de su equipo. Falló en tres ocasiones y anotó la carrera del empate durante una victoria 5-3 de los Dodgers.
Desde entonces su nombre sirvió de inspiración para los peloteros de su raza en la lucha por la igualdad y los derechos civiles.
Su obra permitió la entrada de cientos de figuras que con el tiempo se convirtieron en glorias del béisbol, entre ellos el máximo jonronero de todos los tiempos Barry Bonds, el líder en bases robadas Rickie Henderson y uno de los peloteros más completos de todos los tiempos, Willie Mays.
De igual forma, su contribución sirvió para abrirle las puertas a los jugadores latinos que enriquecieron el béisbol desde el cubano Orestes Miñoso (primer negro latino), el boricua Roberto Clemente, el dominicano Juan Marichal y el panameño Rod Carew; hasta llegar a etapas más recientes con superestrellas como Pedro Martínez, Albert Pujols, Juan Soto y Yordan Álvarez.
El número 42 que utilizó durante su ilustre carrera fue retirado en Grandes Ligas en 1997.
Desde ese momento, cada 15 de abril los peloteros de cada equipo usan el emblemático número en sus respectivos uniformes.
Durante cierto tiempo de su carrera Robinson tuvo que soportar humillaciones de miles de fanáticos, insultos en los propios partidos, recibió pelotazos intencionados de los lanzadores, burlas de algunos estrategas y hasta el desprecio de varios integrantes de su equipo.
Pero con mucho valor, vergüenza y calidad en el terreno de juego supo ganarse el cariño, la admiración y el respeto de todos.
En su primera temporada terminó con promedio de .297, anotó 125 carreras, guiando en bases robadas con 29 y ganando el premio de Novato del Año, una distinción que lleva su nombre desde 1987.
En 1949, fue elegido como el Jugador Más Valioso al terminar con promedio de .342, con 16 jonrones, 124 impulsadas, 122 anotadas, 37 estafas, .432 de embasamiento, slugging de .528 y .960 de OPS.
Actuó durante 11 temporadas (incluyendo una en Ligas Negras) y finalizó con average de .313, con 141 cuadrangulares, 761 remolcadas, 972 anotadas y 200 bases robadas (39 del plato).
Dejó un OBP de .410, un slugging de .477, un OPS de .887, su poder-velocidad fue 165.4 y tuvo un War Jugador de 63.8.
Robinson lideró en cinco temporadas en poder-velocidad, dos en War Ofensivo, dos en War Jugador, y bases robadas, uno en embasamiento, dobletes, carreras creadas, extrabases y promedio.
También lo hizo en varios renglones a la defensa como segunda base.
Participó en seis Series Mundiales con los Dodgers. Estuvo en siete Juegos de Estrellas y fue elegido al Salón de la Fama en 1962.
Su última temporada fue en 1956 y luego de su retiro se convirtió en figura influyente en Estados Unidos.
Participó junto a su esposa y tres hijos a la Marcha Pacífica donde asistieron casi 250,000 personas en Washington ocurrida el 28 de agosto de 1963 liderada por Martin Luther King, que con su famoso discurso titulado “Tengo un Sueño’’ impulsó el Movimiento de los Derechos Civiles.
Murió el 24 de octubre de 1972 en su hogar en Stamford, Connecticut.
Luego de su partida física, se creó la Fundación Jackie Robinson con el propósito de promover la igualdad y la justica social en Norteamérica.