Grupo de derechos HRW acusa a Israel de usar la "hambruna" como táctica en Gaza

Por Nidal al-Mughrabi, Bassam Masoud y Henriette Chacar

CAIRO/GAZA, 18 dic (Reuters) -La organización Human Rights Watch (HRW) acusó el lunes a Israel de intentar matar de hambre a los palestinos de Gaza durante su guerra contra Hamás, una acusación que, según el Estado judío, procede de un grupo "antisemita" que no merece respuesta.

El secretario de Defensa Lloyd Austin es el más reciente funcionario estadounidense de alto rango que ha viajado a Israel para presionar a su aliado para que abandone una guerra de alta intensidad.

El primer ministro Benjamín Netanyahu ha prometido continuar hasta la "victoria absoluta" a pesar de las presiones extranjeras para que de alivio a Gaza, donde los edificios están en ruinas, reina el hambre y, según las autoridades sanitarias, han muerto unos 19.000 palestinos.

A pesar de la creciente indignación mundial por el impacto sobre los civiles de Gaza, que no tienen adónde ir, Israel está empeñado en eliminar a los militantes de Hamás responsables del ataque del 7 de octubre, en el que murieron 1.200 personas y se tomaron 240 rehenes, según las autoridades israelíes.

En su informe, HRW afirma que las fuerzas israelíes están bloqueando deliberadamente el suministro de agua, alimentos y combustible, arrasando zonas agrícolas y privando a los 2,3 millones de habitantes del enclave costero -la mayoría de los cuales se han quedado sin hogar- de las cosas necesarias para sobrevivir.

"El Gobierno israelí está usando la hambruna de civiles como método de guerra en la Franja de Gaza", dijo en un informe HRW, un grupo global que tiene su sede en Nueva York. "Los líderes mundiales deberían pronunciarse contra este abominable crimen de guerra".

Israel respondió calificando a HRW de grupo "antisemita y antiisraelí" sin derecho moral a criticar tras su "silenciosa" reacción a los asesinatos del 7 de octubre.

"Toda su agenda es antiisraelí y no merecen ninguna respuesta", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lior Haiat.

Israel ha negado con frecuencia haber atacado a civiles, y dice que Hamás es culpable de las muertes de civiles por haberse incrustado en zonas residenciales. Afirma que trata de facilitar ayuda a inocentes al mismo tiempo que impide el desvío de suministros a miles de combatientes de Hamás que operan desde túneles.

AUMENTAN LAS MUERTES

En los últimos bombardeos, 90 palestinos murieron el domingo en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, según el Ministerio de Sanidad del territorio controlado por Hamás. La radio Aqsa de Hamás informó de un ataque contra el principal hospital de Gaza, Al Shifa.

En Deir al-Balah, en el centro de Gaza, los médicos dijeron que 12 palestinos habían muerto y decenas habían resultado heridos, mientras que en Rafah, en el sur, un ataque aéreo israelí contra una casa dejó al menos cuatro fallecidos.

Un proyectil de tanque israelí alcanzó el edificio de maternidad del hospital Nasser de Jan Yunis, matando a una niña de 13 años que había perdido una pierna en un ataque anterior, según el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al-Qidra.

Del lado israelí, el Ejército hizo públicos los nombres de otros cuatro soldados muertos en combate en Gaza, con lo que ya son 126 los fallecidos en la franja desde que comenzó su invasión terrestre a finales de octubre.

Los residentes informaron de tiroteos entre soldados israelíes y combatientes de Hamás en varios puntos de la franja de Gaza, y los militantes dijeron que habían lanzado una serie de ataques.

Reuters no pudo verificar el estado de las operaciones ni las afirmaciones de ninguna de las partes.

Raed, de 45 años y padre de cuatro hijos, que ya ha trasladado a su familia dos veces, dijo que los gazatíes estaban agotados intentando mantenerse a salvo mientras hacían frente a las catastróficas condiciones sobre el terreno.

"El dinero ha perdido su valor, la mayoría de los artículos no están disponibles. Nos levantamos de la cama tras sobrevivir a una noche de bombardeos para recorrer las calles en busca de comida, estamos cansados", dijo en la zona de Rafah. "Queremos paz, tregua, alto el fuego, como lo llamen, pero, por favor, que pare la guerra".

También continuó el aumento de la violencia en Cisjordania, donde cuatro palestinos murieron en una incursión del ejército israelí en el campo de refugiados de Faraa, informó el Ministerio de Sanidad palestino.

En Israel persistía la consternación por la muerte por error la semana pasada de tres rehenes en Gaza a manos de las fuerzas israelíes, pese a que llevaban una bandera blanca.

Avi Shamriz, padre de Alon Shamriz, uno de los rehenes muertos, dijo que los tres habían hecho todo lo correcto para protegerse y exigió ver las imágenes del incidente.

"Se quitaron las camisas. Ondeaban una bandera blanca. Marcharon a la luz del día en medio de la calle, no escondidos. Y gritaron pidiendo ayuda", dijo a la radio del Ejército.

Shamriz dijo que reconoció la letra de su hijo en una tela blanca que decía "Socorro" en hebreo y calificó las muertes de ejecución. Un oficial militar ha reconocido que el incidente fue contrario a las normas de enfrentamiento del Ejército.

El Ministerio de Sanidad de Gaza había dicho el jueves que al menos 18.787 palestinos habían muerto en ataques desde el 7 de octubre, en su mayoría mujeres y niños menores de 18 años. Desde entonces y hasta el domingo, las comunicaciones estuvieron cortadas.

Los expertos en registros de mortalidad afirman que la capacidad del ministerio para recopilar y cotejar los datos de víctimas mortales en tiempo real está mermada por el colapso de todos los sistemas en Gaza, lo que podría suponer una importante infravaloración del total.

(Reporte de Reuters; escrito por Raphael Satter y Michael Perry; editado en español por Benjamín Mejías Valencia y Javier López de Lérida)