Irregularidades en el cementerio de La Plata: habla la primera testigo de la causa

En cuatro galpones del Cementerio Municipal de La Plata encontraron 501 ataúdes y unas 200 bolsas de consorcios con restos humanos y la mayor parte estaba sin identificación.
En cuatro galpones del Cementerio Municipal de La Plata encontraron 501 ataúdes y unas 200 bolsas de consorcios con restos humanos y la mayor parte estaba sin identificación. - Créditos: @Matias Adhemar

LA PLATA-. En su declaración como primera testigo de la causa por el hallazgo de cientos de féretros y restos humanos en bolsas de residuos arrumbados en depósitos del cementerio de esta capital, la subdirectora del predio municipal, Alicia Aquino, dijo que la situación responde a fallas en el ciclo normal de funcionamiento de la necrópolis y apuntó a las últimas dos gestiones.

“Es muy triste todo esto porque desde hace años venimos planteando la necesidad de una reorganización administrativa y operativa, pero muchas veces los directivos toman otras decisiones y ahora terminamos con este problemón”, dijo Aquino en diálogo telefónico con LA NACIÓN.

La funcionaria sabe de lo que habla: lleva más de dos décadas como empleada del lugar adonde ingresó en 2002 para realizar tareas como contraprestación de un plan de Jefes y Jefas de Hogar Desocupados durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Pasó por diferentes puestos hasta obtener un contrato y luego un pase a planta permanente. En 2020 fue designada al frente de la subdirección, cargo en el que fue ratificada por la nueva gestión municipal encabezada por Julio Alak.

–¿Cómo se explica la acumulación de semejante cantidad de restos en esas condiciones?

–El problema de base es el colapso de los dos osarios existentes en el predio. Todo cementerio tiene un sistema de reciclado, un procedimiento operativo que va movilizando los cuerpos desde las bóvedas, nichos o sepulturas en tierra hasta llevarlos a una fosa común u osario. Eso esta fijado por procedimiento de oficio y ahí radica la falla.

–Estamos hablando de una falla que se ha prolongado en el tiempo por muchos años…

–Buenos, claro, esto no es de un día para otro. Cuando yo ingresé a trabajar, el tema del osario, los depósitos y el mecanismo de reciclado o reducción funcionaban en forma fluida. Todo movimiento tiene un proceso administrativo hasta que se lleva a la práctica. Si se desalojan restos de un nicho, por ejemplo, van a depósito y se espera de 30 a 60 o a veces hasta 90 días por si se presenta un pariente y quiere recuperar el cuerpo y darle otro destino. Si no es reclamado tiene que bajar a tierra, donde pasados cinco años se traslada de oficio al osario general. Este proceso falló en las distintas gestiones. Fue en la parte de las gestión de los Bruera (en referencia al intendente Pablo y sus hermanos y colaboradores Gabriel y Mariano) fue cuando ese ciclo empezó a tener trabas, a entorpecerse, a no llevar un control ahí se hizo un cuello de botella que se fue agravando por el colapso de los osarios. Nosotros trabajamos todo el año, por tanto, además de producir las reducciones tenemos que atender los servicios de ingreso de nuevos fallecidos, entonces también está la evaluación de qué hacer: si se pueden bajar los cuerpos del depósito o quedan allí hasta que podamos tener espacio en tierra. Es todo parte de gestión. Cada gestión lo hizo a su manera.

–¿Pero cambiaron las gestiones y lo que me pregunto es si los que tenían a cargo la responsabilidad no eran conscientes de que en algún momento esto debía abordarse y resolverse?

–Eso es lo que faltaba, una dirección que tome una decisión y se ponga a trabajar, entonces cada director va decidiendo qué hacer; ponerse a trabajar o mantener todo así cerrado y dejar que pase mi gestión.

El estado en que está el cementerio
El estado en que está el cementerio - Créditos: @Matias Adhemar

–¿Lo que usted dice es que lo que falló fue la gestión por no haber tomado una decisión política?

–Yo conozco hasta cierto punto y principalmente la parte administrativa. De eso puedo hablar. Soy subdirectora desde noviembre de 2020 y siempre informé a mis superiores y asesoré desde mi conocimiento y desde mi punto de vista sobre cómo mejorar la gestión. He comentado la situación siempre y cada director obviamente consulta con sus superiores, pero yo desconozco las razones de cómo se toman ciertas decisiones si es un tema político, falta de recursos o de entendimiento de la situación. Que quede claro: siempre he aportado mi visión para mejorar, pero la última palabra la tiene el director. Si me escuchan bien, si no ellos deciden y serán responsables de las consecuencias.

–Apenas se conoció la noticia en La Plata renació el fantasma de los muertos de la inundación de 2013 y las inconsistencias en la cantidad de fallecidos. ¿Hay alguna posibilidad de que entre los restos ahora hallados haya víctimas de aquella tragedia?

–No. Que yo sepa no. Entiendo el miedo de la gente, pero hasta lo que tengo entendido todos los fallecidos ingresaron por la morgue desde donde liberaban los ingresos al cementerios. Entonces yo era empleada y por ahí me falta información, pero no creo que eso sea posible.

–Una de las sospechas que deberá investigar la justicia es si hubo irregularidades en la venta de espacios funerarios.

–No puedo dar detalle, pero hay casos que fueron denunciados en su momento de cobros particulares sin la emisión de la correspondiente boleta. Se abrió un expediente y fue testigo también hubo un sumario municipal, pero nunca supe en qué había quedado. Pero no puedo explayarme.

–Otro de los problemas que también aparece es el vencimiento de bóvedas y nichos

–Si. En 2014 se modificó una ordenanza y se pidió un relevamiento de todo el cementerio que se hizo al año siguiente con los directores de ese entonces. Las bóvedas cuando llegan a 99 años hay que renovarlas. Entonces, se empezó a actualizar nuestro registro que no tenemos digitalizado y nos contactamos con los familiares para regularizar las distintas situaciones pero hubo muy pocas respuestas. Hay que tener en cuenta que el cementerio se inauguró en 1887 y hay bóvedas construidas desde entonces, muchas fueron declaradas patrimonio por ser las originales, tienen historias muy lindas.

–¿Cuál cree que es la solución para esta situación?

–Yo he dado mi punto de vista más de una vez y ya lo he hablado con el nuevo director. Simplemente hay que cumplir la normativa y poner en funcionamiento los pasos del ciclo con la contribución de gente responsable en cada área desde el personal administrativo hasta los obreros que tienen que tener conocimiento de la misión humanitaria que presta el cementerio. Acá no vendemos cosas a los muertos y a sus familiares hay que respetarlos.

–¿Desde que se conoció la noticia crecieron las consultas de la gente?

–Sí, vino mucha gente preocupada a consultar. Estamos asesorando a la gente tratando de explicar e informar. Nosotros nunca desalojamos nichos vigentes y si lo hacemos es por pedido de la familia. Estamos a disposición para explicar cada situación. Estamos tomando nota de todos los que vienen, les pedimos los datos y les decimos que cuando se avance en el relevamiento e identificación de todos los cuerpos nos comprometemos a llamarlos responsablemente, comunicar al familiar y que ellos decidan.