¿No inscribir a Dani Olmo podría ser una buena noticia para el Barça?
Puede parecer que la negativa a inscribir a Dani Olmo en La Liga es una mala noticia para el F. C. Barcelona. El club barcelonés tiene a un excelente futbolista fuera del terreno de juego y, para muchos, su ausencia del campo supone que el dinero de su fichaje ha sido malgastado. Pero en el deporte hay una máxima:
“El equipo siempre es más importante que el jugador”.
Y para el Barcelona puede ser una excelente noticia la no inscripción de Dani Olmo.
El imparable gasto en jugadores
A lo largo de los años el fútbol profesional español ha sufrido recurrentes crisis económicas que han puesto en peligro la viabilidad de varios equipos, llevando incluso a la desaparición de algunos de ellos.
Esas crisis han venido motivadas por unos gastos en fichajes muy superiores a los ingresos. Y no era que los directivos quisieran perjudicar a sus clubes deliberadamente, no. Su intención era intentar fichar a los mejores jugadores con el objetivo de lograr mayores éxitos deportivos. Estos, a su vez, traerían consigo mayores ingresos, que compensarían el incremento del gasto en fichajes.
El problema es que la competición deportiva es un juego de suma cero. Es decir, por mucho que todos los equipos gasten más dinero en fichajes, eso no mejorará la clasificación de todos ellos. Al final, solo un equipo logrará ser campeón, solo cuatro se clasificarán para jugar la Champions e, irremediablemente, tres bajarán de categoría.
Si todos los clubes gastan más dinero se incrementará el precio de los traspasos y el sueldo de todos los futbolistas. Incluso para mantener el mismo puesto de la temporada anterior será necesario invertir más dinero para compensar el mayor nivel de gasto del resto de los equipos.
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Control presupuestario
La razón que lleva a los equipos a incurrir en impagos es que en temporadas previas han gastado por encima de sus ingresos, endeudándose, adulterando la competición y provocando que el resto de los clubes incrementen sus gastos.
Una forma de asegurar su supervivencia es el control económico. De ahí que tanto la UEFA como las ligas nacionales hayan establecido medidas de supervisión financiera, aunque su implementación no sea fácil.
Existen normas para castigar a aquellos equipos que incurren en impagos, pero si se espera hasta ese momento para actuar, ya puede ser tarde para evitar su quiebra.
En la liga española el control económico es previo y obliga a los equipos a tener unas cuentas equilibradas entre ingresos y gastos. Así, se intenta evitar que caigan en impagos y pérdidas.
El éxito de la liga española
Es por esa razón que La Liga asigna a cada equipo un gasto máximo en jugadores ajustado a los ingresos previstos. Aunque, obviamente, este no es un sistema infalible.
Al trabajar con previsiones, cualquier diferencia negativa entre los ingresos previstos y los reales afectará al resultado del club pese al control económico. Esto es lo que le ocurrió al F. C. Barcelona con la fallida venta de Barça Estudios.
Este sistema de supervisión financiera ha hecho que la liga española logre beneficios en cada ejercicio, excepto durante el covid-19. Por el contrario, el resto de ligas europeas, salvo la Bundesliga alemana, han acumulado pérdidas en la mayoría de las temporadas, amenazando la viabilidad de sus equipos de fútbol.
F. C. Barcelona, el principal beneficiado del control económico
La ley del deporte de 1990 obligó a la gran mayoría de los equipos españoles a convertirse en sociedades anónimas deportivas (SAD) por la difícil situación económica en la que se encontraban. Solo evitaron esa medida los cuatro equipos con las cuentas más saneadas: Real Madrid, F. C. Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna.
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El Barcelona logró continuar en manos de sus socios gracias a una gestión económica que evitó las pérdidas, a pesar de que hasta 2014 no se estableció el control económico de La Liga. Pero, en los últimos años, la gestión del club catalán ha sufrido fuertes reveses que le han abocado a graves dificultades económicas.
Esta situación le ha llevado a sufrir importantes restricciones en su política de fichajes para cumplir las normas de control económico impuestas por La Liga. Pero han sido precisamente esas restricciones las que han evitado que el equipo acabara quebrando y dejase de ser propiedad de sus socios.
Proteger el patrimonio culé
Existe un Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego donde se inscriben voluntariamente todos aquellos individuos que deseen que no les sea permitido el acceso a locales de juego (bingos, casinos, etcétera).
A priori, este podría parecer un registro inútil, dado que cualquier persona que evitara acudir a esos locales debería simplemente no ir a ellos. Pero la ludopatía es un trastorno psicológico que se caracteriza por la incapacidad del individuo de resistir al impulso de apostar, aunque esto afecte negativamente a su vida personal, profesional y familiar.
De la misma manera que el registro que impide a las personas afectadas por la ludopatía acceder a bingos y casinos puede ocasionarles molestias (pero les supone un importante beneficio a largo plazo), el control económico de la liga española puede parecer un fastidio para el aficionado culé que quiere ver a Dani Olmo jugar con el club blaugrana. Pero esa supervisión ha ayudado a evitar la quiebra del F. C. Barcelona.
Que el control económico de la Liga funcione es una estupenda noticia para todos los aficionados barcelonistas, aunque suponga la no inscripción de Dani Olmo.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.
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Luis Carlos Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.