Por indicación médica, Alberto Fernández canceló el viaje a Corrientes que anoche había confirmado

El presidente Alberto Fernández, en la puerta de la Casa Rosada
El presidente Alberto Fernández, en la puerta de la Casa Rosada - Créditos: @Enrique García Medina

Los organizadores de la nueva cumbre de gobernadores del Norte grande, en Corrientes, vivieron momentos de tensión en la tarde de ayer. “Viene el Presidente”, les dijeron, y ellos apuraron los preparativos para la inminente llegada de Alberto Fernández. Tres horas después, y sin demasiadas explicaciones adicionales, recibieron la contraorden.

“El Presidente no viaja para cuidar su salud”, explicaron a LA NACION dos fuentes cercanas a él, que antes habían dado sus explicaciones al gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, al santiagueño Gerardo Zamora, y al anfitrión, el radical Gustavo Valdés. “Nos dijeron que no venía tres horas después de confirmar que sí venía”, comentaron a este diario cerca de uno de esos mandatarios provinciales.

¿Qué fue lo que pasó? En medio del hermetismo oficial, quedó claro que el Presidente quería la foto junto a los mandatarios provinciales, muchos de los cuales son, hoy por hoy, parte de su sostén político. Pero la Unidad Médica Presidencial, que encabeza Federico Saavedra, le sugirió poner el freno de mano luego del episodio generado por la gastritis erosiva diagnosticada en medio de la cumbre del G20, en Bali.

“El está bien, se quería ir [a Corrientes], pero el médico le dijo que cumpla con la agenda, pero que espere un poco para los viajes”, amplió otra alta fuente oficial, para confirmar que los responsables de la salud presidencial prefieren que el Presidente vaya de a poco, escalando peldaños en su recuperación física.

El viaje presidencial a Corrientes, al que finalmente asistieron el jefe de gabinete, Juan Manzur; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y su par de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, forma parte de una serie de viajes a los que el Presidente decidió no ir o que están en duda.

Fuentes oficiales relatan que la salud presidencial también influyó en la suspensión del viaje a México, que estaba previsto en principio para mañana, que incluía reuniones con el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, y otros presidentes latinoamericanos, reunidos en la denominada Alianza del Pacífico. Según López Obrador, la ausencia de Perú en ese encuentro (el presidente Pedro Castillo no logró la autorización del Congreso peruano) fue determinante para la suspensión de la reunión, y por ende también de la visita de Fernández. Pesó en ese caso, además, el malestar presidencial con López Obrador por su decisión de impulsar un candidato propio -finalmente derrotado- en la elección para la presidencia del BID.

En el horizonte cercano también aparece, aunque con un “colchón” de dos semanas, la próxima reunión de presidentes del Mercosur, a realizarse en Montevideo el 6 del mes próximo. Allí, Argentina asumirá la presidencia pro-témpore de manos de Uruguay, un paso clave para la pretendida estrategia de “liderazgo regional” del Presidente, que incluye además la intención de “renovar” su liderazgo en la titularidad de la Celac, en enero. Cerca del Presidente estimaron como probable que él sí esté en la capital uruguaya en quince días, pero no hay por el momento una confirmación oficial.

Los informes médicos

El parte emitido el sábado por el médico presidencial Federico Saavedra daba cuenta de “controles endoscópicos” que no encontraron “lesiones con sangrado activo”, y la indicación de “reposo y retomar en forma paulatina sus actividades laborales”. De todos modos, el Presidente cumplió con una agenda de reuniones con colaboradores en la Casa Rosada durante el martes, y hoy repitió casi a la misma hora, pasadas las 11, cuando esquivó andamios para atravesar el Salón de los Bustos, actualmente en refacción.

Durante el fin de semana, y a pesar de ver a contados dirigentes, el Presidente combinó charlas informales con decisiones políticas. “Todo lo que le pasa le repercute en el cuerpo. Es medio negador con su salud, pero estaba mejor”, comentó a este diario un dirigente que chateó con Fernández durante el fin de semana. Que está mejor es una información que se empeñan en repetir cerca del Presidente.