Incendios devastan 600 hectáreas de bosque en Jilotzingo

JILOTZINGO, Méx., marzo 27 (EL UNIVERSAL).- Nueve días de incendios han devastado 600 hectáreas de bosque en este municipio mexiquense donde prevalece la hipótesis de que estos fuegos son provocados, señaló la alcaldesa Ana Teresa Casas González quien lamentó la pérdida de cubierta forestal de uno de los últimos pulmones del Valle de México.

El fuego inició el martes 19 de marzo y nueve días después hay cinco focos activos en distintos puntos del bosque especialmente en Mazatla, apuntó la alcaldesa.

La llegada de helicópteros de la Secretaría de la Defensa Nacional la tarde del lunes y su operación durante el martes con descargas de agua con enormes baldes ayudó al control del siniestro, sin embargo este miércoles ya no hay aeronaves apoyando y son necesarios, afirmó la presidenta municipal que reiteró la solicitud de apoyo aéreo urgente.

En el combate del fuego hay 300 brigadistas voluntarios y 250 de Probosque, Ejército Mexicano, Marina y Protección Civil, indicó Ana Teresa, quien directamente ha estado abriendo zanjas corta fuego.

Los brigadistas han encontrado botellas con aceite y círculos de fuego junto al pie de los árboles, incluso algunos han entrado en pánico al afirmar que mientras ellos están en un punto haciendo brechas, alguien prende fuego a sus espaldas para dejarlos atrapados.

----Municipios se suman a la ayuda contra los incendios

Vecinos de Naucalpan, Tlalnepantla y especialmente de Zona Esmeralda de Atizapán de Zaragoza, están llegando lo mismo con tortas, galletas energéticas, cubrebocas industriales, googles, guantes industriales, que con palas, azadones, machetes y rastrillos.

Otros llegan con motosierras, agua potable en garrafas que los brigadistas suben para humedecer el bosque.

Incluso con vehículos todo terreno que son capaces de cruzar troncos, tipo UTV Raicer, como el de Alejandro Castañón a quien conocen como Cotton, quien cargó víveres hasta la zona de fuego.

En Zona Esmeralda, cientos de familias organizaron un centro de acopio desde donde camionetas cargando víveres los traían especialmente hasta Los Arcos de Jilotzingo, donde son distribuidos a los diferentes frentes del incendio.