En San Antonio, una ciudad de mayoría latina, vemos rostros nuevos en cargos importantes

El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en San Antonio, el 23 de enero de 2023. (Christopher Lee/The New York Times)
El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en San Antonio, el 23 de enero de 2023. (Christopher Lee/The New York Times)

SAN ANTONIO — Peter Sakai, un nipoestadounidense de segunda generación, estaba desempeñándose como juez de lo familiar en San Antonio, ciudad cuya población es principalmente latina, cuando alguien le recordó lo mucho que se diferenciaba de los demás.

Sakai recuerda que acababa de pronunciar un fallo que no beneficiaba a una madre de familia que compareció en su tribunal, cuando la mujer reaccionó soltando un insulto en español y luego la palabra “chino”, la cual casi siempre se usa como un término comodín peyorativo que pretende englobar todas las nacionalidades asiáticas en una sola.

“No hable así en esta corte,” recuerda haber respondido. “Yo quiero respeto. Y también no soy chino [sic]. Soy japonés.”

Sakai, de 68 años, cuyo padre había sido confinado en uno de los campos de concentración de japoneses-estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, siente que se ha ganado ese respeto. Sakai, quien creció en el sur de Texas, tomó protesta el mes pasado como juez de condado para el condado de Béxar, un área metropolitana de unos dos millones de personas que incluye a San Antonio, la séptima ciudad más grande del país. Es el primer asiaticoestadounidense en tener ese cargo, el puesto más alto en el gobierno del condado.

Da la casualidad de que la persona que ostenta el otro puesto más alto en San Antonio, el alcalde de 45 años, Ron Nirenberg, también tiene sangre asiática. Los ancestros de uno de sus progenitores son filipinos, malasios e indios y su otro progenitor tiene raíces en la comunidad judía europea. Estos dos hombres forman un equipo insólito de liderazgo para un área en la que nunca antes se había elegido a alguien de ascendencia asiática para ninguno de esos cargos y donde los asiáticoestadounidenses conforman cerca del tres por ciento de la población.

Pero muchas personas no ven tanto una influencia y un triunfo político asiáticoestadounidense como una señal de que quizás los electores ya no se fijan tanto como antes en el origen étnico de los candidatos para tomar sus decisiones relacionadas con la política.

En el área de San Antonio, que desde hace mucho se sabe que es uno de los principales núcleos de la cultura mexicoestadounidense en Estados Unidos, históricamente se han elegido hombres blancos, como Nelson Wolff, quien fue juez de condado durante dos décadas, y líderes latinos, muchos de los cuales posteriormente atrajeron atención a nivel nacional, entre ellos dos hermanos gemelos, Joaquín y Julián Castro, y Henry Cisneros, un exalcalde de San Antonio.

El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en el centro a la izquierda con una chamarra azul, y Peter Sakai, el juez del condado de Béxar, en el centro a la derecha, asisten al desfile del Día de Martin Luther King, en San Antonio, el 16 de enero de 2023. (Christopher Lee/The New York Times)
El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en el centro a la izquierda con una chamarra azul, y Peter Sakai, el juez del condado de Béxar, en el centro a la derecha, asisten al desfile del Día de Martin Luther King, en San Antonio, el 16 de enero de 2023. (Christopher Lee/The New York Times)

Los políticos asiaticoestadounidenses han llegado al poder en comunidades que tienen una gran población asiáticoestadounidense, como San Francisco. Pero su presencia en la política de Texas ha sido menos visible. Los residentes latinos conforman el grupo étnico más grande en el condado de Béxar (el 60 por ciento), seguido de población blanca (casi el 27 por ciento).

Tanto Sakai como Nirenberg se ganaron a los electores con programas atractivos para una gran base latina, como la promesa de sacar a la gente de la pobreza y de mantener a las familias juntas en una cultura en la que no es raro que varias generaciones vivan bajo el mismo techo o muy cerca unas de otras. Sakai, quien pasó casi tres décadas como juez de juzgado civil, ha convertido los asuntos familiares e infantiles en el sello distintivo de su carrera política.

Joe Gonzales, el fiscal de distrito y el latino de mayor rango en el gobierno del condado de Béxar, señaló que el triunfo de Sakai fue el resultado de muchos años de estrechar la mano de los propulsores e influyentes de esa área y de familiarizarse con la mayoría latina. “Es un personaje bien conocido en este condado”, aseveró Gonzales.

Cuando llegó el momento de emitir su voto para juez de condado, Elsie Cuellar, una banquera jubilada de 53 años, señaló que el origen étnico de los candidatos no era importante. Cuellar comentó que conocía la larga carrera de Sakai como juez de lo familiar. “A mí no me importaba si los candidatos eran mexicoestadounidenses o no”, afirmó. “Dependía de lo que fueran a hacer”.

Sakai presidió su primera reunión de la comisión del condado el 10 de enero. Después de levantar la sesión, pasó por los corredores de las oficinas del condado en el centro de San Antonio y Cynthia Guerrero, una mujer de 50 años que trabaja boleando zapatos en ese edificio, le hizo un saludo con la mano.

“¿Y como está su comadre?”, le preguntó en español.

“Bien, en la iglesia”, le contestó ella también en español.

Guerrero nos contó que votó por Sakai y no por los candidatos latinos para ese cargo porque le gustaba lo que decía acerca de los valores de la familia, así como sus planes de crear programas sociales destinados a sacar a la gente de la pobreza. Casi el 18 por ciento de la población de esa región vive en la pobreza.

“Su apellido llamó la atención porque aquí no hay ningún otro Sakai”, comentó Guerrero. “A mí no me importa la raza; él es el mejor hombre para ese cargo”.

Durante la contienda de las primarias, Sakai obtuvo el 41 por ciento de los votos, más que sus tres contendientes latinos, pero no fue suficiente para ganar la nominación directa de los demócratas. En el desempate, venció fácilmente, con casi el 60 por ciento de los votos, a Ina Minjarez, quien entonces era representante del estado.

Durante la campaña de las elecciones generales, su raza llegó a ser el punto central de la campaña cuando su oponente republicana, Trish DeBerry, comenzó a referirse a él como el doctor No, el nombre del villano que da título a la película de James Bond de la década de 1960, un personaje siniestro estereotipado mitad chino y mitad alemán.

Durante un debate de los candidatos auspiciado en el otoño por la organización sin fines de lucro Deputy Sheriffs’ Association, DeBerry describió a Sakai como un candidato que se negaba a buscar un nuevo lugar para la cárcel del condado y a construir un estadio de beisbol en el centro. “Mi oponente, el doctor No… no dijo nada sobre estos asuntos”, afirmó, provocando exclamaciones audibles del público.

Como respuesta a nuestra solicitud de aportar comentarios, DeBerry dijo que consultáramos las declaraciones que hizo en ese momento. El año pasado se negó a disculparse después de que la Alianza Asiático-Estadounidense de San Antonio, la campaña de Sakai y otras personas reprobaron sus comentarios. Durante un controvertido debate transmitido en la radio pública de Texas antes de las elecciones, DeBerry subrayó que no era consciente de la historia racista de ese nombre. Según ella, este término “se usa para describir a alguien que dice que no a todo”.

Sakai, quien ganó con el 57 por ciento de los votos en las elecciones generales, ahora califica ese episodio como “lamentable”.

Sakai apuntó que había aprendido a sacar provecho de la forma en que muchos latinos de su distrito lo retratan. Ha descubierto que añadir el sufijo “-ito” a la palabra chino (chinito), puede darle un tono más afectivo dependiendo de cómo se use.

De hecho, cuando la campaña estaba llegando a su fin, hubo una frase que sus encuestadores escucharon en repetidas ocasiones: “Yo voto por el chinito.”

Durante la ceremonia de toma de protesta, incluyó en el evento el baile de un león chino. Fue su manera de hacerles un guiño a sus electores asiáticos, comentó.

“En lo personal, creo que fue lo mejor del espectáculo”, aclaró.

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