Más impuestos a multimillonarios y grandes empresas, menos déficit: Joe Biden presentó su presupuesto con la mirada puesta en 2024

Joe Biden durante un discurso este jueves en el Finishing Trades Institute, en Filadelfia
Joe Biden durante un discurso este jueves en el Finishing Trades Institute, en Filadelfia - Créditos: @Evan Vucci

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso este jueves una fuerte reducción del déficit fiscal de tres billones de dólares para los próximos diez años, una meta ambiciosa que su administración propone alcanzar, principalmente, con reformas impositivas que apuntan a elevar la carga tributaria de las corporaciones y los más ricos.

El objetivo es uno de los puntos más destacados del último presupuesto presentado por la Casa Blanca, un plan que tiene nulas posibilidades de ser aprobado en el Congreso, pero le pone un marco a la pelea con los republicanos por el “techo” de la deuda, y le sirve a Biden como un manifiesto económico de cara a la naciente pelea por la presidencia que ocurrirá el año próximo.

Biden, quien ya había anticipado algunas de sus propuestas en el discurso sobre el Estado de la Unión que brindó ante el Congreso semanas atrás, viajó a Filadelfia, en Pensilvania, para presentar su última visión acerca de cómo tiene que recaudar y en qué debe concentrarse el gobierno federal de Estados Unidos, que tendrá un déficit anual de dos billones de dólares a lo largo de la próxima década, según la última proyección de la Oficina del Presupuesto del Congreso. Uno de los motivos: el mayor pago de intereses de la deuda.

Biden durante su discurso de este jueves en el Finishing Trades Institute
Biden durante su discurso de este jueves en el Finishing Trades Institute - Créditos: @CHIP SOMODEVILLA

“Mi presupuesto pedirá que los ricos paguen su parte justa para que los millones de trabajadores que ayudaron a construir esa riqueza puedan jubilarse con el Medicare que pagaron”, tuiteó Biden.

La Casa Blanca dijo que Biden quiere un impuesto de 25% sobre el 0,01% de los estadounidenses más ricos, en tanto el gravamen a las empresas aumentaría de menos del 10% a 28%, revirtiendo un enorme recorte de impuestos promulgado bajo el gobierno de Donald Trump en 2017.

El nuevo presupuesto llega mientras Estados Unidos intenta terminar de doblegar la inflación más alta de las últimas cuatro décadas, un esfuerzo que llevó a la Reserva Federal a elevar las tasas de interés, imponiendo un duro costo para los consumidores y la economía, que todavía se enfrenta al riesgo de una recesión.

Biden, quien desde que llegó a la Casa Blanca intentó imponer una mirada progresista con una economía inclusiva que crezca “desde abajo hacia arriba, y del medio hacia afuera”, incluyó varias reformas que los demócratas quieren aprobar desde hace tiempo, y buscó blindar los tres principales programas sociales del gobierno federal, Medicare, Medicaid y la Seguridad Social, legados de las administraciones demócratas de Franklin Delano Roosevelt y Lyndon Johnson.

El paquete de Biden tiene cero posibilidades de salir del Congreso tal como fue presentado por la Casa Blanca. Los republicanos, decididos a trabar cualquier propuesta que surja de la Avenida Pensilvania, ya anticiparon un rechazo sin fisuras a la última propuesta de la administración. El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky y un ícono conservador de la Cámara alta, dijo que el plan “no verá la luz del día”, una señal de que podría servir principalmente como manifiesto político de cara a las elecciones de 2024.

El proyecto de presuesto tiene pocas chances de ser aprobado
El proyecto de presuesto tiene pocas chances de ser aprobado - Créditos: @Jon Elswick

Como parte del presupuesto, el presidente ya ha dicho que quiere aumentar el impuesto sobre la nómina de Medicare para las personas que ganan más de 400.000 dólares por año –Biden prometió en campaña que no subiría impuestos para ningún norteamericano que ganará por debajo de ese límite– e imponer un impuesto sobre las propiedades de los multimillonarios y otros con niveles muy altos de riqueza, una propuesta que ha ganado popularidad con la pandemia, que exacerbó los niveles de desigualdad en todo el mundo.

El presupuesto de Biden también incluye modificaciones tributarias incluido la eliminación de las llamadas “lagunas fiscales”, áreas grises del código que corporaciones y contribuyentes aprovechan para bajar su factura fiscal. Una de esas lagunas que los demócratas tienen en la mira desde hace tiempo es el llamado “interés devengado” que permite a los hedge funds bajar sus impuestos, y se ha convertido, para la izquierda, en un símbolo de la concentración de la riqueza y las ventajas que tienen actualmente los multimillonarios.

El presupuesto también incluye una de las propuestas más simbólicas del gobierno de Biden: ampliar la capacidad de Medicare para negociar los precios de los medicamentos farmacéuticos, una medida que, según los cálculos de la administración, permitiría un ahorro estimado de US$160.000 millones durante una década. El costo de la salud sigue siendo, pese a las últimas reformas impulsadas por los demócratas, uno de los grandes flagelos de Estados Unidos.