El huracán Milton dejó Florida y ahora se evalúan los daños: destrucción y al menos 12 muertos
MIAMI.- La imagen del estadio de los Rays, el equipo de baseball de Tampa, es quizá una de las secuelas a la vista por ahora más contundentes del huracán Milton, que inundó de pánico a una costa aún devastada por Helene, y azotó ciudades con vientos de hasta 160 km/h después de producir una andanada de tornados.
Después del mediodía, el gobierno de Joe Biden informó que el huracán había provocado por lo menos 12 muertes. “En nuestra opinión, estas muertes fueron causadas por los tornados” que se formaron por el ciclón, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
El techo del estadio, una fibra de vidrio translúcida recubierta construida para soportar supuestamente vientos de hasta 185 kilómetros por hora, se deshojó en su mayor parte, y dejó al desnudo el interior del recinto que estaba reservado para socorristas.
La tormenta se deslizó levemente unos 112 kilómetros al sur de Tampa y tocó tierra en Siesta Key, cerca de Sarasota, que hoy amaneció como un día cualquiera, con apenas una brisa.
El miércoles por la noche, el lado norte de Milton arrojó cantidades increíbles de agua: alrededor de 45 centímetros en partes de las zonas más afectadas en solo seis horas. Esto llevó al Servicio Meteorológico Nacional a declarar una emergencia por inundaciones repentinas.
El huracán atravesó toda la península de la Florida y se retiró por el océano Atlántico a la altura de Cabo Cañaveral después de bajar de categoría 3 a 1 durante la mañana.
La tormenta también provocó un apagón masivo a lo largo del estado. Más de 3,2 millones de hogares y negocios estaban sin luz en la mañana del jueves, de acuerdo con poweroutage.us.
Inundaciones
Al sur del ojo de Milton, la marejada ciclónica a lo largo de la costa provocó inundaciones. La magnitud de los daños no está clara, especialmente en la barrera de islas más expuesta al golfo, pero ya se ven imágenes de botes de goma con motores fuera de borda que circulan por las calles como si fueran ríos, rescatando gente de los primeros pisos, que quedaron a la altura del agua. La crecida fue de al menos 3,5 metros.
Hay calles inundadas donde se adivinan algunos techos de los autos, árboles caídos bloqueando carreteras, y postes de luz recostados cuyos cables tocan el suelo, o aún peor, el agua. Ya se efectuaron 42 rescates en hogares y autos inundados mientras se despejan las vías para llegar a la zonas más anegadas.
Hay puentes abiertos que no han sufrido daños, y otros que tienen escombros que deben removerse primero. “No tenemos números confirmados de muertes, sé que los hubo con los tornados, pero es muy pronto decir una cantidad”, respondió el gobernador de Florida Ron DeSantis en su primera conferencia de prensa esta mañana.
“Lo que podemos decir es que la tormenta fue significativa, pero, afortunadamente, este no fue el peor escenario posible”, señaló.
Mientras el estado analiza los daños, un diario nacional habló de 50.000 millones de dólares en pérdidas, a lo que DeSantis contestó: “¿cómo pueden saberlo si no han recorrido la zona y estuvo oscuro hasta hace pocas horas?”.
“Estamos haciendo evaluación de daños, tuvimos peores escenarios e incluso algunas zonas al norte del huracán han tenido baja de agua”, refutó el gobernador. Las autoridades creen que la crecida del mar no fue tan alta como se esperaba.
En cambio, sorprendieron los tornados previos a la llegada de Milton, que se dieron salpicados sobre todo en la costa este de Florida, que no recibía un impacto directo de la tormenta.
“El impacto fue fuerte porque nunca hubo un tornado, por seguridad te mandan a veces mensaje de alerta de tornado, pero no prestás mucha atención. Yo estaba en mi restaurante, pero me entero que el tornado estaba pasando por mi barrio. Fueron cinco minutos, destruyó unas diez o quince casas, a los autos los estrelló contra las fachadas de las casas, a un amigo le levantó el barco de su casa como si fuera un papel y cayó al canal”, cuenta a LA NACION Alejandro Copley, que vive en Wellington y tiene un restaurante argentino, Alacruz Grill.
“La entrada de mi barrio tiene un bosquecito muy lindo. Desapareció todo. En un campo de polo vecino también, se llevó toda la vegetación de la entrada y destrozó potreros, cercos, todo salió volando. Las caballerizas son antihuracán y por suerte los caballos sobrevivieron”, agregó..
Apenas pasó la tormenta, los socorristas salieron en la oscuridad en busca de aquellos que quedaron en zonas anegadas. La policía de Tampa compartió un video de agentes al ingresar a una casa para rescatar a una familia después de que un árbol atravesara su techo. Otro video mostró a los agentes del sheriff del condado de Hillsborough patrullando en bote cerca de Tampa esta mañana cuando se encontraron con un niño de 14 años que estaba flotando en el agua, vivo. El adolescente estaba colgado de parte de una cerca para mantenerse a flote.
Durante toda la mañana, botes de goma con motores fuera de borda, o aquellos con motores como ventiladores que se usan en la zona de los pantanos, estuvieron circulando por las calles como si fueran ríos, rescatando vidas de los primeros pisos, que quedaron varados en sus casas sin escapatoria.
Las autoridades creen, sin embargo, que la crecida del mar no fue tan alta ni tan vasta como se esperaba.
Los tornados han sido el capítulo más sorpresivo de Milton. No solamente porque fueron muchos, sino porque se dieron en lugares que estaban a salvo del huracán. En zonas de la costa este, donde se sabía que Milton llegaría como categoría 1 o como tormenta tropical, los residentes no estaban ni en alerta ni del todo preparados para el paso del fenómeno.
Un auto estampado contra una casa como si fuera una figurita, un volquete metálico incrustado en el techo de una vivienda, o casas convertidas en astillas, donde apenas se distinguen los electrodomésticos tirados en el pasto, fueron algunas de las imágenes más impactantes.
Una mujer mira la destrucción de las casas de su barrio por el tornado, incluida la propia, y de golpe pregunta: “¿Y el auto mío dónde quedó?”. “En el canal”, le contesta su interlocutor, mientras corre y se ve mitad de un vehículo blanco que asoma del agua. El auto se trasladó unos 40 metros, desde el frente de la cochera de su casa, hasta la parte trasera por donde circula el curso de agua.
En el aeropuerto Internacional de Treasure Coast, sobre la costa este a unas dos horas de las playas de Miami Beach, algunos pequeños aviones terminaron panza arriba.
Aunque reabrieron todos los puentes principales de la región, la persistente escasez de combustible y las rutas obstruidas han hecho que viajar sea un desafío. La vuelta a casa es larga. La autopista 75, que une en sentido vertical todas las ciudades afectadas y fue el escape hacia el norte días atrás, ahora es prácticamente un estacionamiento a cielo abierto.
Para vuelos domésticos, el aeropuerto de Orlando ya está abriendo las operaciones esta tarde. Para internacionales comenzará a operar el viernes.
Los parques de Disney World y Universal Studios anunciaron que reabrirán el viernes con horarios regulares, mientras que el aeropuerto de Miami opera normalmente.