Hungría bloquea la ayuda de 35.000 millones de euros para Ucrania
Hungría confirmó este martes que no respaldará la modificación de las sanciones de la UE sobre los activos inmovilizados de Rusia, que los aliados del G7 necesitan como garantía para conceder un importante préstamo a Ucrania, hasta después de las elecciones del mes que viene en Estados Unidos.
El proyecto del G7 pretende utilizar los beneficios de los activos rusos inmovilizados para devolver gradualmente el dinero concedido a Kiev, eximiendo a los aliados de pagar la factura. La Comisión Europea ha propuesto una contribución de hasta 35.000 millones de euros, dependiendo de cuánto ofrezcan aportar otros aliados occidentales.
A Estados Unidos le preocupa la estabilidad a largo plazo de este plan sin precedentes, dado que las sanciones de la UE sobre los activos congelados deben renovarse cada seis meses por unanimidad. Esto significa que, en cualquier momento, un Estado miembro podría impedir la renovación, descongelar los activos y echar por tierra todo el proyecto.
La fecha propuesta por Hungría podría retrasar la decisión de EE.UU.
Hungría, en particular, ha adquirido fama de bloquear las sanciones hasta asegurarse concesiones controvertidas, algunas de las cuales favorecen los intereses del Kremlin. Para aplacar las preocupaciones de Washington, Bruselas ha propuesto ampliar el periodo de renovación de los activos congelados de seis a 36 meses.
Aunque se espera que los Estados miembros lleguen a un acuerdo sobre el préstamo de 35.000 millones de euros en los próximos días, gracias a las normas de la mayoría cualificada, Budapest afirma que la modificación clave del régimen de sanciones, que requiere unanimidad, debe esperar hasta el 5 de noviembre. El retraso podría dilatar la decisión de Washington sobre cuánto está dispuesto a aportar.
"Creemos que esta cuestión debería decidirse (la prolongación de las sanciones rusas) después de las elecciones estadounidenses. Esa fue la posición húngara", declaró este martes Mihály Varga, ministro de Finanzas de Hungría, tras una reunión ministerial en Luxemburgo.
Varga argumentó que los dos candidatos presidenciales (Kamala Harris y Donald Trump) defienden dos enfoques opuestos para hacer frente a la guerra de agresión de Rusia y que el bloque debe basar sus próximos pasos en función de a quién elija el pueblo estadounidense.
Orbán no oculta su preferencia por Trump
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, no ha ocultado su preferencia por la candidatura de Trump. "Tenemos que ver en qué dirección va la futura Administración estadounidense (en) este asunto", dijo Varga a los periodistas. "Se puede ver la elección presidencial y la campaña de los candidatos: hay dos formas absolutamente diferentes de resolver este problema. Una, en dirección a la paz. Y (la otra) continuar con la guerra".
El ministro subrayó que sus homólogos habían mantenido una "excelente conversación" sobre el préstamo de 35.000 millones de euros, pero que "por supuesto, tenemos que esperar (hasta) noviembre".
Hablando a su lado, el comisario europeo Paolo Gentiloni dijo que los ministros habían dado un apoyo "casi unánime" a la modificación del régimen de sanciones, que describió como una "condición previa" para permitir la participación estadounidense "a partes iguales".
"Esta es la parte política", dijo Gentiloni, hablando de "reparto de cargas" entre los aliados del G7. El comisario señaló que un acuerdo es "posible" durante la reunión de embajadores de la UE celebrada el miércoles en Bruselas. Hungría ostenta actualmente la presidencia rotatoria del Consejo de la UE y es la encargada de moderar la sesión.