Hospital Veterinario de la CDMX, un oasis para perros y gatos

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 28 (EL UNIVERSAL).- En los tres últimos años, el Hospital Veterinario de la Ciudad de México, en la alcaldía Iztapalapa, ha prestado un total de 55 mil 618 servicios a perros y gatos de diversas alcaldías e, incluso, de otros estados.

A casi nueve años de su creación se mantiene el compromiso de prestar atención médica veterinaria de calidad y apoyar a dueños de escasos recursos, aseguró en entrevista con EL UNIVERSAL el médico veterinario y administrador del Hospital Veterinario de la Ciudad de México, Roberto Cordero Fierros.

También explicó que el nosocomio opera con ciertos requerimientos y necesidades, y se busca que las autoridades otorguen mayor presupuesto. Entre las adecuaciones y esfuerzos recientes que realiza la institución se encuentra el apoyo a 11 perros que fueron abandonados en la Basílica de Guadalupe y a quienes se les apoya con hospedaje y cuidados. Aunque la infraestructura no está condicionada como albergue, el personal adecuó las instalaciones para recibirlos. Hoy buscan se les consiga un hogar y se les atiende médicamente para que tengan buen estado de salud.

"Los médicos hacen que el hospital funcione. Sí quisiéramos tener más personal, porque hay veces que los médicos no se dan abasto, hay veces que nos faltan algunos tipos de insumos, instrumentos o aparatos que ya llevan desde que se abrió el hospital, entonces justo esos aparatos ya no funcionan como antes, entonces ya el nivel de estudios que se puedan realizar con ellos ya no es el mismo", dijo.

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Refirió que a la fecha operan entre 50 o 52 médicos divididos en tres turnos, "hay médicos de guardia nocturna que atienden los hospitales justo en la hora de la noche, hay médicos en el área de hospital de cuidados intensivos, en el área de perros, de gatos, de infecciosas y en los consultorios, en ambos turnos".

Agregó que a la fecha se presta el servicio de consulta general, con un costo de 36 pesos, Y si necesitan algún ultrasonido o, incluso, hospitalización representa un costo para el ciudadano, aunque es menor que al precio de un veterinario privado.