Posible historia bonita de los Marlins en San Luis termina convertida en un cuento de horror

Hubiera sido una historia bonita. El regreso a casa pudo haber sido espectacular para Jake Burger.

Pero, una vez más, el bullpen lo echó todo a perder y los dos cuadrangulares del fornido tercera base fueron parte mínima de la anécdota y no el centro de la narrativa.

El relevo de Miami no pudo retener una ventaja de dos carreras y los Cardenales se rebelaron con cinco carreras en la séptima entrada, para imponerse el jueves 8-5 en su Día Inaugural de la temporada en sus predios y extendieron a ocho la racha de fracasos de los dirigidos por Skip Schumaker.

Si Burger sentía algún tipo de presión no lo mostró y por el contrario pareció estar a sus anchas en el Busch Stadium, a donde solía ir en su infancia y juventud para ver a sus adorados Cardenales, pensando que algún día jugaría para esa histórica franquicia.

Burger, quien creció a 24 kilómetros al oeste del centro de San Luis, en el barrio de West County, pegó esos dos tremendos batazos delante de una larga lista de familiares y amigos, en total 57 personas, que recibieron entradas de parte del antesalista.

De acuerdo con el jugador, su padre y su abuelo solían llevarlo al menos a 10 juegos de temporada, mientras idolatraba a los héroes del momento, Scott Rolen y Albert Pujols, dos de los mejores exponentes del béisbol de todos los tiempos.

Sin duda, Burger es hoy por hoy el mejor bateador de la escuadra floridana al punto de liderar a sus compañeros en jonrones e impulsadas con 10 y ha remolcado al menos una carrera en siete de los ocho desafíos de su equipo en este inicio de contienda.

El primer palo de vuelta entera lo produjo en la cuarta entrada y el segundo en la quinta, poco después de que Bell conectara el suyo con Luis Arráez en circulación, para sumar cuatro anotaciones de los peces ante los envíos del veterano Lance Lynx.

La quinta carrera de Miami llegó en el sexto gracias a que Tim Anderson corrió las bases de manera inteligente y se encontraba en tercera cuando el relevista Matthew Liberatore no pudo controlar un lanzamiento, que fue a incrustarse en la cerca de ladrillos detrás del plato.

Pero el hecho de que Ryan Weathers, quien se fue con tres imparables y tres carreras a su cuenta, continuara la peligrosa tendencia de los abridores de no poder avanzar más allá de la quinta entrada, no presagiaba nada bueno para un cuerpo de relevistas que ha trabajado con sobrecarga.

Los Cardenales, que habían marcado en el primero con bambinazo de Iván Herrera y descontaron dos más en la quinta con sencillo y dobles impulsores de Paul Goldschmit y Nolan Arenado, respectivamente, se pusieron a ley de una con otro sencillo remolcador del mismo Herrera en la séptima.

El segunda base de los Marlins Luis Arráez tira a primera base en una jugada de doble matanza, en el primer inning del partido celebrado el 4 de abril de 2024 en San Luis.
El segunda base de los Marlins Luis Arráez tira a primera base en una jugada de doble matanza, en el primer inning del partido celebrado el 4 de abril de 2024 en San Luis.

Sixto Sánchez vino a colgar un cero y apenas pudo sacar un out, mientras que Andrew Nardi seguía sin dar pie con bola en el montículo y entre ambos permitían cinco anotaciones de los locales, con sencillo de Alec Burleson y triple de Masyn Winn.

Pudo haber sido una historia bonita, pero terminó siendo un cuento de horror.