Hijas, madres y abuelitas hacen historia en Carrera de la Tortilla

TEHUACÁN, Pue., agosto 8 (EL UNIVERSAL).- ¡A correr con las tortillas! Este pasado domingo 6 de agosto se llevó a cabo la Carrera de la Tortilla 2023, donde madres, hijas y abuelitas corrieron con enaguas, blusa bordada, con huaraches o descalzas. Y por si fuera poco en su espalda cargaban con su rebozo, un tenate con varios kilos de tortillas dependiendo de la categoría.

Como Aurelia Morales de 70 años, que este año se animó a participar cargando cuatro kilos de tortillas con las veteranas plus.

“Estoy alegre porque es mi primer año que anime a correr. Mi familia unos me dejaban otros no querían, pero yo me anime, estoy con mis paisanas que se echan ánimos”, señaló.

Ser parte de la carrera es ser parte de la tradición, en Santa María Coapan más del 70% de las mujeres se dedican a la elaboración de las tortillas, por lo que el maíz es parte importante de la identidad de la población que le celebra con esta competencia, donde las protagonistas, “las coapeñitas”, como las llaman de cariño, recorren casi 5 km.

“Para nosotras es un gusto y un orgullo correr porque la gente mayor ya puede, de mi parte, corría mi abuelita Vicenta, mi abuelita Rosalía y mi mamá Marcelina y ahora yo, y seguimos esa tradición porque es lo que nos han enseñado a través de los años”, dice una de las participantes.

Para Araceli es importante enseñarle a su hija la cultura de su pueblo, en su categoría las mujeres cargan 6 kilos de tortillas, pero el reto es doble al cargar a su bebé. Ella como otras mujeres buscan heredar de generación en generación el orgullo de ser coapeña.

“Le estoy enseñando a mi hija lo que es la cultura de nuestro pueblo, desde pequeños hay que enseñarles porque si no se les olvida”, relató.

Todo comenzó en 1995, por una iniciativa del Comité de Padres de Familia de la escuela primaria Cuauhtemotzin, su propósito era recaudar recursos económicos para realizar mejoras para los niños de la comunidad.

Ahora “Las coapeñitas” que llegan en los primeros lugares pueden recibir premios que las impulsan a seguir trabajando en la venta de tortillas y antojitos. Aunque su mayor reconocimiento es ser parte de la tradición y continuar con su legado con mucho orgullo.