“Hicimos todo lo posible para continuar”: la triste carta de despedida con la que un colegio de Garín anunció su cierre

El Instituto Julia P. de Achával Lastra, en Garín, abrió en 2012
El Instituto Julia P. de Achával Lastra, en Garín, abrió en 2012

La noticia sorprendió y entristeció. Llegó por mail, a la casilla de los padres del Instituto Julia P. de Achával Lastra, de Garín, en el partido de Escobar. Decía lo que muchos ya temían: los rumores de un cierre inminente, por la crítica situación económica, que hacía inviable seguir prestando el servicio educativo, como lo había hecho esta escuela privada durante los últimos once años. Los números ya no cerraban y las autoridades anunciaban que la razón por la que todavía no les habían mandado la nota de la matriculación y el acuerdo escolar para el año siguiente era justamente que no llegaría el ciclo 2024. No inscribirían ni cobrarían matrícula porque el año que viene la escuela ya no abrirá sus puertas.

Esta noticia dejó sin colegio a unos 225 alumnos, de nivel inicial y primario. El mensaje llegó a fines de septiembre y desde entonces los padres y madres están buscando otra institución de similares características para anotar a sus hijos. No es sencillo el panorama. Por eso mismo, desde el Municipio de Escobar, apenas se conoció la novedad del cierre, dispusieron un equipo para colaborar con los padres en la búsqueda de opciones. E incluso, se tramitaron en algunos casos, becas o descuentos especiales, ante la falta de una oferta similar a la que ofrecía el Achával, desde lo educativo y también desde lo económico.

La nota llegó justo unos días antes de que arribara la fecha límite para las escuelas privadas de presentar el acuerdo escolar y la nueva matriculación para el año siguiente ante el Ministerio de Educación y de la Secretaría de Comercio de la Nación, que finalmente se prorrogó hasta el 18 de diciembre, como parte de la crisis que atraviesan los establecimientos privados por la situación económica y la dificultad para alcanzar acuerdos con los padres en materia de las cuotas del año próximo.

La carta

“Queridas familias: nos dirigimos a ustedes para manifestarles nuestro agradecimiento por haber sido parte de nuestra comunidad educativa, donde por más de 11 años hemos compartido la educación de sus hijos. No obstante, la institución debe cerrar sus puertas debido a la situación económica que atraviesa nuestro país. Por lo que nos vemos en la obligación y decisión de no matricular para el año 2024″, dice la carta que recibieron los padres.

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Y sigue: “La crisis económica nos impide cumplir con las obligaciones de mantenimiento necesarias y especialmente con el pago de los salarios docentes e iniciar responsable y seriamente el nuevo ciclo lectivo. Vamos a concluir el año con el desarrollo de las actividades propuestas, según lo programado para el ciclo escolar 2023. Reiteramos nuestro agradecimiento por la confianza brindada y queremos tengan la certeza de que hicimos todo lo posible para continuar ofreciendo un servicio de calidad”, remata.

El colegio había abierto sus puertas en 2012 y con sede en la calle Concejal Larroca 770, a cinco cuadras de la plaza central de Garín, cuando compró las instalaciones del Instituto La Colmena, que cerró por problemas económicos. Tiempo después, en 2019, la escuela fue denunciada por parte de un sindicato docente por situaciones irregulares en el pago de los salarios de los maestros, según consignaba la denuncia que abarcaba a otros institutos privados. En la pandemia, la baja en la matrícula complicó más aún las cosas. Y tiempo después, se explica, la situación no mejoró ya que no contaban con subvención del Estado. Y por eso finalmente, se decidió no continuar.

Apenas se conoció la noticia del cierre, los padres de los chicos que egresaban de primaria el año que viene se lamentaban en las redes sociales, entre otras cuestiones que los entristecían reclamaban que el colegio no hubiera informado antes, porque ya habían comprado la campera y la chomba, con la leyenda de egresados 2024, el nombre de los chicos y el del colegio.

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“Es muy triste esto. Nuestros hijos ya están por pasar a sexto y egresar, con sus buzos para estrenar el año que viene. La ilusión y ahora la tarea difícil de separarse, conseguir vacante con lo difícil que está”, le dijo Melisa P, una madre al portal local El Día de Escobar. Algo similar expuso otra mamá, Marisol B.: “Mi nene pasaba a sexto y ahora ya perdimos toda la ropa de egresados”, dijo la mujer.

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Mientras tanto, desde la escuela confirman que el cierre es inminente. “No es algo que decidimos nosotros, sino los propietarios de la escuela. Es muy triste. Estamos muy tristes por esta noticia”, explicó a LA NACION Ana María Negro, la directora del nivel primario. “Acompañamos a las familias para asegurarnos que todos sean reubicados y que desde lo pedagógico no tengan problemas”, afirmó.

Desde el Municipio de Escobar, informaron que de las 225 familias afectadas por el cierre, unas 50 se acercaron al área de Educación de la municipalidad para rematricular a sus hijos. “Se hicieron gestiones con las escuelas 5 y 35, con el Instituto Ayelén, donde se gestionó un descuento en los aranceles y con el Colegio Estrada. Por el momento, 25 familias ya resolvieron la situación y otras 25 faltan definir detalles para que esté confirmada su matriculación al ciclo 2024″, se indicó.

En tanto, nueve docentes enviaron sus currículum vitae y “serán parte de distintos proyectos educativos que impulsa la municipalidad, como la primera escuela primaria de gestión municipal que estamos construyendo en Barrio Amancay, Maquinista Savio”, se comunicó.

Cierres

Este nuevo cierre se suma a una larga lista de escuelas de gestión privada, que en menos de un mes llegó alcanzó a seis, que a raíz de la crisis económica decidieron no continuar con su proyecto educativo.

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Un relevamiento que realizaron en julio pasado desde la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) en las 2400 escuelas que nuclean, encontraron que hay unas 200 que se encuentran en situación crítica. Entre ellas, 53 son servicios con nivel maternales, 158 con nivel inicial, 147 con nivel primario, 134 con nivel secundario, 16 con nivel superior, 2 con centros de formación profesional y siete de modalidad especial. El 75% de los establecimientos en crisis percibe aporte estatal. Ante la consulta de si las familias podrían soportar el último aumento de salarios docentes en los aranceles, el 45% dijo que sería imposible.

“Cada vez se amplía más la brecha entre lo que pueden cobrar los colegios y los incrementos en costos de las instituciones que presentan severas dificultades para funcionar. En menos de dos años, la capacidad operativa económica de los centros educativos de gestión privada perdieron 43% en relación con la inflación de ese período”, explicó Martín Zurita, secretario ejecutivo de Aiepba.

El último aumento que se autorizó en la provincia de Buenos Aires sigue en la misma línea. “Entre diciembre de 2021 y octubre de 2023, la inflación fue del 311%, los incrementos salariales que se dieron en paritarias acumularon 364% y los aranceles subieron 268%. “Otra vez esta autorización para una mejora en los aranceles queda debajo del aumento de los costos de los servicios en general y los salariales en particular, que deben afrontar las escuelas”, señaló Zurita.

El 48% (96 escuelas) de las escuelas identificadas como en crisis de continuidad tienen un riesgo leve de cierre parcial. Esto es, tener que cerrar algún nivel, fusionarse, y reducir cursos, entre otros. El 37% (74) tiene riesgo o ya está tomando decisiones de cierre parcial, lo cual implica cierre de un nivel, un turno o secciones. El 15% (30) tiene riesgo de cierre total.

En las últimas semanas se conoció que un colegio bilingüe de Quilmes, el Instituto Mancedo – Midlands College anunció que cerraba sus puertas el año próximo, lo mismo que la Nueva Escuela Spegazzini, en el partido de Ezeiza, que comunicó un cierre parcial. También un tradicional jardín de infantes bilingüe de la ciudad de Buenos Aires, El Centavo – Cinderella, decidió no inscribir para el nuevo ciclo y suspender actividades desde el año próximo. En tanto, el Coghlan College, un jardín maternal con casi 40 años de historia, indicó con un mes de anticipación que no seguiría funcionando y cerró sus puertas a principio de este mes. Las noticias se suceden: también dos tradicionales colegios religiosos de Olivos anunciaron que se fusionarían para poder continuar funcionando, ante la baja de la matrícula y la suba de los costos laborales y la lista de otras instituciones que están evaluando el cierre en distintos distritos es larga y se alimenta a diario.