Con Herro picando fuerte, el Heat resulta mucho gallo para los otrora legendarios Warriors

Con Jimmy Butler fuera por molestia en la pantorrilla, el Heat (19-12) superó 114-102 a los Warriors de Golden State (15-16) para alcanzar su cuarta victoria consecutiva, la noche del jueves en el Chase Center en San Francisco, en el inicio de una gira de cinco partidos contra equipos de la Conferencia Oeste.

El club de Miami venía de tres victorias al hilo y demostró que pese a las lesiones siempre encuentra la manera de triunfar pues tampoco estuvieron disponibles para jugar Kyle Lowry (dolor), Caleb Martin (tobillo), Josh Richardson (espalda) y Dru Smith (fuera el resto de la temporada).

Fue la formación número 17 diferente que presentaba el entrenador Erik Spoelstra en los 31 partidos disputados por el Heat en lo que va de la campaña.

Pero estas ausencias no resultaron determinante porque igual el quinteto de la Capital del Sol se mostró como una máquina efectiva y llegó a sacar hasta 22 puntos de ventaja a los Warriors.

El Heat ha ganado 10 de sus últimos 13 como visitante, incluidos cuatro seguidos.

Por cuarto partido en los últimos cinco, Tyler Herro se convirtió en el mejor anotador con 26 puntos, seguido por Jamal Cain con 18.

Bam Adebayo y Jaime Jáquez Jr. encestaron 17 cada uno.

Bam además recogió 11 rebotes. El novato Nikola Kovic tuvo una grata actuación con 11 unidades.

El jugador del Heat de Miami Jaime Jáquez Jr. conduce el balón en el partido ante los Warriors de Golden State, celebrado el 28 de diciembre de 2023 en San Francisco.
El jugador del Heat de Miami Jaime Jáquez Jr. conduce el balón en el partido ante los Warriors de Golden State, celebrado el 28 de diciembre de 2023 en San Francisco.

Por el lado de los Warriors, los veteranos Stephen Curry y Klay Thompson clavaron 13 puntos cada uno, seguidos por Andrew Wiggins con 11.

Dario Saric, Brandin Podziemski y Trayce Jackson-Davis finalizaron con 10 unidades cada uno y este último además tomó 11 rebotes.

Chrs Paul terminó con nueve cartones.

Para Golden State esta fue su primera derrota en el Chase Center desde el 18 de noviembre y rompió una racha de ocho triunfos.

Miami disparó para un 47 por ciento de efectividad en los tiros de campo y sus rivales lo hicieron para un 41 por ciento.

Fue un partido disputado a toda velocidad.

En el primer cuarto, los Warriors salieron adelante 25-22 gracias a que supieron ajustar su defensiva y controlaron muy bien el ataque de los surfloridanos.

Las pérdidas del balón en la ofensiva jugaron una mala pasada a los locales, que en la primera mitad cedieron siete contra apenas uno del Heat y eso se reflejó en el marcador, pues el equipo de Miami se fue al descanso con una ventaja de 58-51.

El jugador del Heat de Miami Haywood Highsmith conduce el balón ante la marca de Brandin Podziemski, de los Warriors de Golden State, en el partido celebrado el 28 de diciembre de 2023 en San Francisco.
El jugador del Heat de Miami Haywood Highsmith conduce el balón ante la marca de Brandin Podziemski, de los Warriors de Golden State, en el partido celebrado el 28 de diciembre de 2023 en San Francisco.

Los muchachos de Spoelstra luchan por mantener su liderato en su división de la Conferencia Este de la NBA y tiene un plantel excelente, que se sobrepone a las lesiones y juega siempre al mismo nivel como si estuviesen todos los titulares.

Al frente tuvieron la noche del jueves un equipo que ya no es el legendario Golden State que ganaba títulos y derrochaba calidad en la cancha.

Ahora es un quinteto en transición, que ha reemplazado a sus grandes baluartes y mantiene algunos héroes del pasado como Curry, Thompson y Paul.

Curry fue un hombre que cambió la manera de jugar en la liga. Y eso no es decir poco. Gracias a sus triples decisivos abrió los ojos a todos y convenció que con tiros de larga distancia se ganan muchos campeonatos.

La noche del jueves, sin embargo, ese genio se vio a ratos, pero lo suficiente para admirarlo y para seguir considerarlo a sus 36 años como uno de los jugadores de todos los tiempos de la NBA.

Pero el deporte es implacable, en ese sentido, solo juega el presente y el pasado vale poco.