Guerra civil del Partido Republicano enfrenta a DeSantis con Trump con la nominación presidencial en juego

La decisión del ex presidente Donald Trump de anunciar su candidatura a la reelección una semana después de las elecciones intermedias convirtió lo que había sido una disputa a fuego lento en de las filas del Partido Republicano en una guerra civil a gran escala.

En el centro está Ron DeSantis, el recién reelegido gobernador de la Florida que saltó a la fama nacional como el aprendiz predilecto del ex presidente.

Ahora es promovido por un grupo cada vez mayor de facciones del establishment del Partido Republicano como el candidato de reemplazo de Trump. Los motiva menos que Trump intentara anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 e inspirara los letales disturbios en el Capitolio en un intento fallido de mantenerse en el poder, y más que los candidatos que reclutó y respaldó fueron rechazados por los electores.

“Un magullado Donald Trump anunció el martes por la noche una nueva candidatura presidencial, una invitación a redoblar los desmanes y fracasos de los últimos años que los republicanos deberían rechazar sin vacilar ni dudar”, escribió el conservador National Review en un editorial publicado tras el anuncio de Trump.

Antes de subir al escenario de Mar-a-Lago el martes por la noche, Trump presentó la documentación oficial para la candidatura. Pero la contienda de las primarias entre Trum y DeSantis ya estaba en marcha.

El lunes el conservador Club for Growth publicó una encuesta que mostraba que si las primarias del Partido Republicano se celebraran ahora, DeSantis aventajaría a Trump por 11 puntos porcentuales en Iowa y 15 puntos en Nueva Hampshire. Los resultados siguieron a una encuesta realizada la semana pasada por YouGov America que mostraba a DeSantis con una ventaja de siete puntos sobre Trump entre los electores del Partido Republicano en todo el país en un enfrentamiento en las primarias en 2024.

Y un nuevo superPac llamado “Ron to the Rescue” tuvo su lanzamiento de bajo perfil la semana pasada con el objetivo de elevar la candidatura de DeSantis y servir como su campaña sustituta hasta que el gobernador de la Florida la haga oficial. Desde que el grupo lo anunció el viernes, su fundador, John Thomas, dijo que ha recibido promesas de más de $5.5 millones y tiene planes para lanzar su primer anuncio de DeSantis para presidente el miércoles, con la difusión de anuncios en los estados de las primarias a partir del próximo mes.

“Por muy loco que sea, Donald Trump se postula desde atrás”, dijo Thomas el martes. “Pude sentir que el terreno se movía la semana pasada, pero no sabía que fuera tan rápido como lo hizo. El hecho es que Ron DeSantis es posiblemente el favorito para ser el próximo candidato republicano, y eso es notable; particularmente contra Trump, quien tenía un seguimiento de culto en el electorado republicano”.

El expresidente Donald Trump camina entre la multitud después de anunciar su candidatura a la presidencia de Estados Unidos desde su club Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el martes 15 de noviembre de 2022.
El expresidente Donald Trump camina entre la multitud después de anunciar su candidatura a la presidencia de Estados Unidos desde su club Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el martes 15 de noviembre de 2022.

Luchas de liderazgo dentro del partido

Mientras DeSantis salía adelante, los partidarios de Trump dirigían su descontento por los resultados de las elecciones intermedias hacia el liderazgo del Partido Republicano, que enfrenta batallas tanto en la Cámara como el Senado.

“El Partido Republicano como lo conocemos está muerto”, declaró el senador federal Josh Hawley, republicano de Missouri, después que su partido no logró retomar el control del Senado, ya que todos los demócratas en funciones ganaron la reelección.

El senador federal floridano Rick Scott, quien presidía la Comisión Senatorial Republicana Nacional, anunció durante una reunión a puerta cerrada de la Conferencia Republicana del Senado el martes por la tarde que desafiará al líder de la minoría Mitch McConnell y buscará el puesto de líder del Partido Republicano en el Senado.

McConnell, sin embargo, parecía dispuesto a culpar indirectamente a Trump y a Scott.

Tuvimos un desempeño inferior entre los independientes y los moderados porque la impresión de muchas de las personas en nuestro partido y los cargos de liderazgo es que están envueltos en el caos, la negatividad y los ataques excesivos”, dijo McConnell el martes. “Eso asustó a los electores moderados y republicanos, y por eso yo nunca predije una ola roja”.

Todavía se anticipa que los republicanos den la voltereta a la Cámara de Representantes, pero esa mayoría sería por un margen tan estrecho que se espera que grupos insurgentes como el House Freedom Caucus tengan más influencia sobre las prioridades del Partido Republicano.

El normalmente combativo Trump no mencionó ninguno de los retos que enfrenta su partido en su discreto discurso de 67 minutos en su complejo turístico de Palm Beach. Más bien prometió mejorar la economía, acabar con la inmigración ilegal, eliminar la delincuencia callejera y adoptar medidas contra las drogas ilegales, y su principal objetivo fue el presidente Joe Biden.

También estuvo notablemente ausente cualquier ataque directo a sus probables rivales en las primarias, incluido DeSantis.

Durante la última semana, prominentes republicanos de todo el país estuvieron yuxtaponiendo la dominante victoria del gobernador en la Florida con el ciclo electoral perdedor de Trump después que muchos de sus candidatos seleccionados recibieron una paliza. Los candidatos en las contiendas clave para las gobernaciones, el Senado y la Cámara no lograron la “ola roja” que los republicanos esperaban y muchos culparon al ex presidente de ser un lastre para el partido.

La senadora Cynthia Lummis, republicana de Wyoming, fue cuestionada por un reportero de Politico sobre si apoyaría a Trump en su intento de un segundo mandato como presidente. “No creo que esa sea la pregunta correcta”, respondió. “Creo que la pregunta es quién es el actual líder del Partido Republicano. Ya sé quién es: Ron DeSantis”

El presidente Donald Trump habla con el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, durante una mesa redonda sobre el brote del coronavirus y la preparación para las tormentas en el Pelican Golf Club en Belleair, Florida, el viernes 31 de julio de 2020.
El presidente Donald Trump habla con el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, durante una mesa redonda sobre el brote del coronavirus y la preparación para las tormentas en el Pelican Golf Club en Belleair, Florida, el viernes 31 de julio de 2020.

La posición de Trump lleva años preparándose, pero...

Ese no es un lugar cómodo para Trump, que ha pasado los últimos seis años construyendo su propio establishment político y posicionándose como el agente de poder más importante del Partido Republicano.

Entre sus aliados más cercanos a nivel estatal estaba DeSantis. El gobernador de la Florida siguió el ejemplo del presidente en la gestión del COVID, presionando para que se abriera la economía a medida que aumentaban los casos, restando importancia a la gravedad del virus y exigiendo que las escuelas abrieran para la enseñanza presencial en el otoño de 2020.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, habla con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el 28 de abril de 2020.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, habla con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el 28 de abril de 2020.

Ahora, el principal aliado de Trump es su principal oponente.

Intentará asegurar los compromisos de lealtad de sus aliados, bloquear los compromisos de los grandes donantes y usar eso como palanca para crear un cortafuegos entre él y DeSantis, dijo Rick Wilson ex consultor político republicano y ahora estratega del Lincoln Project que ha escrito un libro sobre Trump y sus tácticas.

“La guerra entre Donald Trump y Ron DeSantis está apenas en su escaramuza inicial”, dijo. “En los próximos días, semanas y meses, el establishment del Partido Republicano y las élites que rodean ahora a DeSantis aprenderán que a la base de Trump le encanta la crueldad y la brutalidad de los ataques de Trump contra cualquiera que perciba como un enemigo”.

Por ejemplo, es probable que Trump observara la reacción de DeSantis durante el debate con el demócrata Charlie Crist cuando le preguntaron si cumpliría los cuatro años o si se postularía a la presidencia.

Jim Geraghty, corresponsal político de National Review, pronosticó que si DeSantis lanzaba su candidatura presidencial “se puede contar con que los seguidores de Trump y los demócratas por igual amplifiquen una dura crítica común a DeSantis: que no es muy inteligente. El gobernador aparentemente tuvo suerte para entrar en la Universidad de Yale y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard”.

Sin embargo, añadió: “Esas son solo dos puntos en un currículo excelente para un candidato presidencial”.

DeSantis tuvo una probada de lo que es estar en el otro lado del ataque de Trump el día de las elecciones. Mientras Trump salía de su casilla electoral, los periodistas le preguntaron qué pensaba del creciente estatus de celebridad nacional de DeSantis.

“Creo que si se postula pudiera hacerse mucho daño”, respondió Trump. “Les diré cosas sobre él que no serán muy halagadoras. Sé más sobre él que nadie, aparte de quizá su esposa, que es quien realmente dirige su campaña”.

El gobernador no mordió el anzuelo y en una conferencia de prensa en Fort Walton Beach el martes redirigió la pregunta de un periodista sobre los “comentarios poco halagadores” de Trump sobre él para centrarse en su objetivo favorito, los medios.

“Una de las cosas que he aprendido en este trabajo es que cuando lideras, cuando consigues hacer las cosas, te critican, esa es la naturaleza de las cosas”, dijo DeSantis, evitando cuidadosamente cualquier mención a Trump.

“Me levanto de la cama por la mañana, tengo medios corporativos que tienen un espasmo, solo por el hecho de que me estoy levantando por la mañana”, continuó DeSantis. “Y hay ataques constantemente y esto es simplemente lo que sucedió. No creo que ningún gobernador haya sido más criticado, particularmente por los medios corporativos, que yo durante mis cuatro años de mandato. Y, sin embargo, creo que lo que uno aprende es que todo eso no es más que ruido”.

También animó indirectamente a la gente a comparar su historial en las elecciones intermedias con el del ex presidente.

“Al final del día, yo solo le diría a la gente que vaya a ver el marcador de la noche del pasado martes”, dijo DeSantis.

El gobernador continuará golpeando a los medios y evitando enfrentarse a Trump mientras sea posible, dijo Wilson. Pero, pronosticó que “la base republicana sabrá que él es el candidato de los que se oponen a Trump; la clase donante rica, Mitch McConnell, y los medios conservadores de élite”

Thomas, el jefe del PAC Ron to the Rescue, predijo que mientras DeSantis intenta mantenerse fuera de la refriega, si es criticado, el superPac responderá.

“No vamos a permitir que el ex presidente Trump trate de distorsionar el historial del gobernador DeSantis”, dijo. “¿Tiene Trump un argumento para la nominación? Absolutamente lo tiene. Simplemente creemos que el nuestro es mucho mejor”.

Al final, añadió Thomas, ni DeSantis ni Trump se verán perjudicados por la atención dirigida a su guerra civil. “La conversación Ron versus Don va a ser una disputa altamente calificada”.