Grupo Xcaret desiste de megaproyecto hotelero que amenazaba 160 hectáreas de selva maya en Santa Elena, Yucatán

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Grupo Xcaret desistió al procedimiento de evaluación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre el megaproyecto hotelero con el que buscaban derribar 160 hectáreas de selva maya en el municipio de Santa Elena, Yucatán. En el documento resolutivo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) da por archivado y concluido dicho procedimiento.

El megaproyecto hotelero, que Grupo Xcaret quería implementar en Yucatán, se encontraba sujeto a autorización por parte de la Semarnat. Sin embargo, Greenpeace México alertó en un comunicado que de realizarse abría la puerta a la urbanización de la selva maya.

En el resolutivo que la Semarnat emitió el pasado 29 de julio de 2024 anunció que da por concluido y archivado el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental y de Cambio de Uso de Suelo en Terreno Forestal solicitado por la empresa Alto Comercializadora y Operadora Turística S. DE RL DE CV, en dos terrenos aledaños a la Zona Arqueológica de Uxmal, en el municipio de Santa Elena, Yucatán.

La propiedad se encuentra registrada a nombre de los hijos de Miguel Quintana Pali, director de Grupo Xcaret. Según el resumen ejecutivo de la MIA el monto estimado de inversión conjunta del proyecto en las etapas de preparación del sitio, construcción y operación habría sido de $380,000,000.00 pesos mexicanos.

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Para acceder al conjunto hotelero se contemplaba tanto la vía terrestre con férrea, es decir, desde el transporte terrestre se llegaría sobre la carretera federal 261, ya sea desde la Mérida y su Aeropuerto Internacional Manuel Crescencio Rejón, así como desde Cancún, Quintana Roo, y su Aeropuerto Internacional.

En cuanto al uso férreo, el proyecto de Grupo Xcaret tendría acceso desde dos estaciones del Tren Maya con las estaciones de Teya y Maxcanú, en Yucatán.

Megaproyecto Grupo Xcaret en Yucatán
Megaproyecto Grupo Xcaret en Yucatán

¿Por qué Grupo Xcaret renunció a su proyecto?

De acuerdo con información pública en la Gaceta Ecológica de la Semarnat sobre la Manifestación de Impacto Ambiental, Modalidad Particular disponible, el nombre del proyecto que Grupo Xcaret buscaba que fuera autorizado se encuentra como “Cambio de Uso de Suelo en Terreno con Vegetación Forestal para la Construcción y Operación de un Desarrollo Inmobiliario Privado Mixto, localizado en el Municipio de Santa Elena, Estado de Yucatán”. 

En el resumen ejecutivo del proyecto, explican que la preparación del sitio a deforestar implicaba un trabajo de 48 meses; mientras que la etapa de construcción llevaría 72 meses. 

Según los plazos establecidos por la empresa, la vida útil del proyecto se tenía prevista para operar durante 50 años. Por sus características se tenían contempladas actividades de mantenimiento de las instalaciones por un tiempo indeterminado. 

Además, añadieron que “no se pretendía realizar el abandono del proyecto, sino solicitar a la autoridad ambiental competente, en su momento, la modificación y ampliación del plazo de operación”.

Ante la presión mediática y social del impacto negativo a la selva maya, Grupo Xcaret desistió del proceso de evaluación de la MIA sobre su proyecto.

En un documento enviado a la Oficina de Representación de la Semarnat en el estado de Yucatán, el licenciado Carlos José Espinosa Florencia, representante legal de Alto Comercializadora y Operadora Turística S. de R.L. de C.V, informó, el pasado 26 de julio, que la empresa desistió de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA-P) en la comunidad de Santa Elena, Yucatán.

A su vez, la respuesta de la Oficina de Representación concluyó que el procedimiento que se encontraba sujeto a autorización por parte de la Semarnat se daba por finalizado, “archivandose este asunto totalmente concluído”, se lee en el oficio a consulta.

165 mil árboles para construir 9 hoteles

El proyecto “Cambio de Uso de Suelo en Terreno con Vegetación Forestal para la Construcción y Operación de un Desarrollo Inmobiliario Privado Mixto, localizado en el Municipio de Santa Elena, Estado de Yucatán” contemplaba una superficie total de 3,345,740.86 m².

A cambio, se planeaba la deforestación de más de 160 hectáreas de selva, lo cual implicaría talar alrededor de 165 mil árboles.

En el sitio, Grupo Xcaret buscaba construir 9 hoteles de 18 niveles, excavar el suelo a 36 metros de profundidad para construir elementos artificiales como una cascada de 59 metros, un cañón y hasta un edificio al que se nombra como “La Catedral”.

Ante esto, Greenpeace México advirtió en un comunicado del pasado 23 de julio que de aprobarse dicho proyecto habría consecuencias negativas para la comunidad de Santa Elena, en la selva maya ante la amenaza de una deforestación masiva 

Un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160 hectáreas para introducir elementos ajenos al escenario natural de la zona, entre ellos, cascadas y ríos artificiales.

“Los requerimientos de agua para la operación del proyecto ascienden a un volumen de 6,500 m3 al día, lo cual suma 2,372,500 m3 al año. Este consumo supera 22 veces al volumen anual concesionado para el uso urbano de todo el municipio de Santa Elena. En contraste, actualmente solo la mitad de la población local tiene acceso al agua potable, según el censo del INEGI de 2020”, advirtieron.

Talar árboles nativos para reforestarlos con vegetación nativa

Sobre la vegetación nativa que se vería afectada, la empresa señaló en la MIA que la superficie que se vería afectada en el área del predio sería cobertura vegetal como de Selva Mediana Caducifolia.

En la selva, la cobertura vegetal contempla especies importante como: Lysiloma latisiliquum (tsalam, guaje), Piscidia piscipula (jaʼbín), Bursera simaruba (chakaʼ, palo mulato), Cedrela odorata (cedro rojo), Maclura tinctoria Cordia dodecandra (ciricote), Alvaradoa amorphoides (Belsinikcheʼ, camarón), Lonchocarpus rugosus, Cordia gerascanthus, Gyrocarpus sp., Neomillspaughia emarginata, Gyrocarpus americanus, Caesalpinia gaumeri, Ehretia latifolia, Simarouba glauca, Terminalia buceras, Terminalia macrostachya y Tabebuia impetiginosa.

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Pese a que la empresa realizó un muestreo arbóreo y florístico dentro del predio y que están contemplados en la Manifestación de Impacto Ambiental, buscaban reemplazarlos con prácticas de reforestación de las áreas verdes con especies nativas provenientes de viveros autorizados y los reubicados al momento de la construcción del proyecto, prohibiendo, según señalaron, el uso de especies exóticas que puedan causar un desequilibrio en el sitio.

dos terrenos aledaños a la Zona Arqueológica de Uxmal,
Zona Arqueológica de Uxmal. Foto: Cuartoscuro

Para Greenpeace México el desistimiento de Xcaret es una victoria para la selva maya y un reconocimiento del poder de la gente y los medios de comunicación que siguieron con preocupación este tema.

Carlos Samayoa, campañista de Selva Maya de Greenpeace México declaró que “desde Greenpeace decimos con firmeza NO a la urbanización de la selva maya. El hecho de que este proyecto haya dado un paso atrás es gracias a que la ciudadanía está atenta a lo que sucede [y] habrá que mantener la atención permanente para lograr una protección más sólida a esta zona de gran valor biocultural, el pulmón verde de México”.