Gobernadora manifiesta desacuerdo con aspiración de su esposo
CUERNAVACA, Mor., octubre 28 (EL UNIVERSAL).- La gobernadora Margarita González Saravia se dijo respetuosa de la vida interna del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y aclaró que no le gustaría que uno de sus familiares sea presidente de este instituto político.
La declaración de la gobernadora responde a la pretensión de su pareja sentimental y padre de su hija, Carmelo Enríquez Rosado, de ser dirigente estatal de Morena. Su intención es pública y busca reunir a la vieja guardia de la izquierda en el estado, afirma.
Sin embargo, la gobernadora afirmó que no se meterá en el proceso del partido, como ocurrió en las últimas dos administraciones estatales con Graco Ramírez (PRD) y Cuauhtémoc Blanco (PES).
"Los militantes tienen que aperturar el debate. Estuve en contra de que Gayoso (Rodrigo Gayoso, hijo adoptivo de Graco Ramírez) fuera candidato del partido cuando Graco era gobernador, y también de que Ulises Bravo (hermano de Cuauhtémoc Blanco) fuera el presidente del partido cuando su hermano era gobernador", dijo.
González Saravia señaló que son decisiones del partido y los militantes tendrán que realizar este proceso de cara a la renovación de la dirigencia estatal el próximo 16 de noviembre.
Hasta el momento se han dado a conocer los nombres de Raúl Tadeo Nava, exdiputado local, y Carmelo Enríquez, exdiputado federal, como aspirantes a dirigir este instituto político.