Giro de Francisco: dijo que la renuncia de un papa no debe “convertirse en una moda”

El papa Francisco junto al portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, a bordo del avión que el 31 de enero de 2023 lo llevará de Roma a Kinshasa para su visita a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
El papa Francisco junto al portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, a bordo del avión que el 31 de enero de 2023 lo llevará de Roma a Kinshasa para su visita a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. - Créditos: @YARA NARDI

CIUDAD DEL VATICANO.– La dimisión de un papa no debe “convertirse en algo así como una moda”, consideró el papa Francisco en una entrevista publicada el jueves, en la que aseguró que su renuncia no figura “en [su] agenda por el momento”.

En una entrevista con 82 jesuitas congoleños publicada el jueves por la revista La Civiltà Cattolica, el papa argentino confirmó que escribió una carta de dimisión dos meses después de haber sido elegido, en marzo de 2013. “Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio y no soy plenamente consciente para dimitir”, explicó.

“Sin embargo, esto no significa para nada que la renuncia de los papas deba convertirse en algo así como una ‘moda’, algo normal”, matizó Francisco durante la entrevista, realizada el 2 de febrero durante su visita a Kinshasa.

El papa saluda a los feligreses al ingresar a la Catedral de Notre Dame en Kinshasa, República Democrática del Congo
El papa saluda a los feligreses al ingresar a la Catedral de Notre Dame en Kinshasa, República Democrática del Congo - Créditos: @Jerome Delay

Benedicto [XVI] tuvo el valor de hacerlo porque no quería seguir adelante a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón para que no sea así”, agregó, considerando que “la tradición histórica es importante”.

“Si, por el contrario, le hiciéramos caso a los ‘chismes’, ¡entonces deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!”, agregó, en alusión a algunos críticos con su gestión.

En 2013, el papa Benedicto, alegando una frágil salud física y mental, se convirtió en el primer pontífice en dimitir en 600 años. Vivió casi 10 años más y, según sus principales colaboradores, se mantuvo lúcido hasta pocos días antes de su muerte, el pasado 31 de diciembre.

Benedicto siguió escribiendo y recibiendo visitas, que a veces divulgaban lo que decía, alimentando a una facción católica conservadora y nostálgica descontenta con el papado de Francisco.

Sus casi 10 años como papa emérito fueron uno de los periodos más divisivos de la historia moderna de la Iglesia. Aunque Francisco comparó a menudo tener a Benedicto viviendo en el Vaticano con tener a un abuelo en casa, un libro del ayudante más cercano de Benedicto expuso las tensiones mientras dos hombres vestidos de blanco vivían en la pequeña ciudad-estado.

El tono de los comentarios a los jesuitas africanos contrastó notablemente con el que Francisco utilizó en el pasado al hablar de las posibles renuncias de papas, incluida la propia.

El Papa Francisco en silla de ruedas es flanqueado por el Primer Ministro congoleño Sama Lukonde, en el centro a la derecha, a su llegada a Kinshasa, República Democrática del Congo, el martes 31 de enero de 2023
El Papa Francisco en silla de ruedas es flanqueado por el Primer Ministro congoleño Sama Lukonde, en el centro a la derecha, a su llegada a Kinshasa, República Democrática del Congo, el martes 31 de enero de 2023 - Créditos: @Gregorio Borgia

A su regreso de Canadá el pasado mes de julio, Francisco dijo que su avanzada edad y sus dolencias, le hicieron darse cuenta de que tenía que bajar el ritmo “o decidir hacerse a un lado”. En agosto deslizó que los papas que dimiten son humildes.

En 2014, ya había señalado que la renuncia de Benedicto un año antes no debía verse como “un caso único” y que, al dimitir, Benedicto se había convertido en “una institución que abrió una puerta, la puerta de los papas eméritos”.

Todos sus comentarios habían alimentado los rumores sobre una posible renuncia de Jorge Bergoglio (86 años), quien se desplaza en silla de ruedas.

Sin embargo, el sumo pontífice, que el mes próximo cumplirá 10 años en el cargo y que había dejado hasta ahora la “puerta abierta” a una renuncia como la de su predecesor, aseguró que su propia dimisión por motivos de salud “no está en [su] agenda por el momento”.

Agencias AFP y Reuters