La gran función de Edinson Cavani: lo que no se vio de la noche inolvidable del goleador de Boca

Cavani volvió al gol con un hat trick y quiere abrazarse con todos en la Bombonera
Cavani volvió al gol con un hat trick y quiere abrazarse con todos en la Bombonera - Créditos: @Daniel Jayo

Edinson Cavani se rehúsa a irse al vestuario. Hace todo lo humanamente posible para absorber con cada centímetro de su cuerpo toda la atmósfera que sobrevuela el aire en la Bombonera. Es una noche que quedará registrada en los libros y en su historia personal. Porque superó lo que alguna vez soñó.

Por eso, declara largo y tendido ante las cámaras de la TV, con una sonrisa que parece tatuada en su rostro y un claro gesto de alivio. Le envía besos aéreos a sus familiares y también se saluda a la distancia con Juan Román Riquelme, quien lo felicita desde su palco. “Román siempre me da la confianza. No fueron meses, me trató de convencer hace más de dos años, tres. Era una cuestión de confianza que quería que viniera. Estoy feliz que todo fluya. Nos merecemos que nos vaya bien”, se entusiasma.

Luego, agradece en su salida (del campo y del estadio) cada palabra de aliento de los hinchas, resumido en dos hits que sonaron fuerte desde temprano. Primero el “Aplaudan aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Cavani, que ya van a venir” y más tarde el “U-ru-guayo, u-ru-guayo”, que tantas veces le erizó la piel en su niñez, allá en Salto, cuando escuchaba por TV que esa misma hinchada se lo cantaba a su ídolo: Sergio Manteca Martínez.

La familia, siempre un bastión en la vida de un profesional, tiene también su espacio en el agradecimiento en el goleador desbloqueado: “Es la que se banca todo. La que día a día te sostiene, te apoya. Siempre para darte ese empujón. Son los invisibles que nos soportan y aguantan en momentos difíciles. Creen más que nadie en nosotros, que trabajamos día a día para revertir situaciones”, valora.

También se acuerda de los hinchas: “Para toda la gente que me dijo que le diera para adelante. Para los que están firmes ahí”. Y de sus compañeros, claro: “Ellos saben. Son mi segunda familia. Son los que me ven todos los días detrás de la pelota, en los detalles y apoyar a los que lo necesitan. En estos momentos de alegría es normal que se alegren. Cuando le va bien a tu compañero y al equipo. Es lo que te llena”. Corona la noche compartiendo sus sensaciones en Instagram, en donde se destaca una publicación de su compatriota y compañero de ataque, Miguel Merentiel, tan contento como Edi.

El posteo de Merentiel que republicó Cavani en su Instagram (@cavaniofficial21)
El posteo de Merentiel que republicó Cavani en su Instagram (@cavaniofficial21)

Vaya si sabe de paciencia y resiliencia Edinson Cavani. Porque mientras leía y escuchaba las críticas, exageradas, que se dijeron en las últimas semanas en los medios y, a la vez, se burlaron de su apellido en ese mar tóxico llamado redes sociales, el uruguayo sólo se enfocó en seguir adelante, con el horizonte y las buenas vibras que solo genera el hecho de ser hiperprofesional.

El resumen del partido

Apenas un dato: Martín Palermo, un prócer de la historia de Boca, padeció la mayor sequía de su extraordinaria carrera como goleador a sus 37 años. Entre el 13 de diciembre de 2010 y el 24 de abril de 2011 estuvo 11 partidos sin poder anotar, justo cuando estaba a punto de convertirse en el máximo artillero xeneize de todos los tiempos. Con la misma edad que el Titán y con tantos o más goles que él en los mejores clubes de Europa, a Edinson insinuaron retirarlo por estar ocho partidos peleado con el arco…

Entonces sí, Cavani celebró con ganas su primer gol después casi cinco meses (el último se lo había convertido a Talleres, por las semifinales de la Copa Argentina el 15 de octubre pasado). Pero más aún el segundo, ese en el que demostró por qué está considerado un delantero top, de clase mundial, de los mejores goleadores del siglo XXI. Justamente esa postal del técnico Diego Martínez, arrodillado y al borde del colapso cuando el VAR confirmó que esa joyita del uruguayo (punteando la pelota por encima del arquero Losada) era válida y se convertía en el 2 a 1 de Boca sobre Belgrano, resume la tensión que se vivió en la Bombonera.

Porque Boca sufrió demasiado y de manera innecesaria. Irse al descanso en desventaja era un castigo demasiado duro para un equipo que, si bien dio ventajas en defensa, también generó varias situaciones claras a favor. Pero el alivio llegó de los pies de Cavani. Entonces, todo fue perfecto. Y si ocho partidos sin marcar parecen demasiado para un artillero de su talla, mucho más lo es el tiempo que debió esperar para volver a marcar un hat trick: 1870 días.

Hay que viajar hasta el 19 de enero de 2019 para encontrar la última vez que se llevó la pelota a su casa. Fue en un 9 a 0 de PSG sobre Guingamp, en una jornada que de Ligue 1 en la que Kylian Mbappé también anotó tres y Neymar aportó dos. El otro? El defensor belga Thomas Meunier.

El último hat trick de Cavani, en PSG

No solo Cavani debió ser paciente para atravesar su racha negativa. También Boca lo hizo, porque hacía casi un año exacto desde que un futbolista del club azul y oro no marcaba un hat trick. El anterior fue Darío Benedetto el 1 de marzo de 2023, en la goleada 3 a 0 sobre Patronato, por la final de la Supercopa Argentina.

“La verdad es que se me venía haciendo difícil, me quedo más feliz por eso”, compartió Edi tras el partido. Y agregó: “Es Importante volver a la victoria y empezar con la dinámica de resultados positivos. Se habían visto cosas buenas. Me quedo contento porque se ganó y salimos del momento que pasamos los delanteros. Se sale con trabajo y dedicación. Ya son muchos años con la pelota, me quedo feliz. Por todo lo que significó el partido”.

La gran definición de Cavani ante Losada, para el 2 a 1 parcial de Boca sobre Belgrano
La gran definición de Cavani ante Losada, para el 2 a 1 parcial de Boca sobre Belgrano - Créditos: @Daniel Jayo

Alivio por partida doble

Si a Cavani le hizo muy bien en lo individual haber dejado atrás su racha sin convertir, a Boca lo fortaleció de cara a lo que viene haber dado vuelta el resultado adverso ante Belgrano y quedarse con los tres puntos en su casa. Porque el equipo xeneize volvió a dar vuelta un partido después de 553 días, es decir un año, seis meses y cuatro días. Fue el 28 de agosto de 2022, cuando la aparición explosiva de Luca Langoni le permitió al Xeneize ganarle 2 a 1 a Atlético Tucumán, también en el Coliseo azul y oro. Aquello sirvió como despegue de un envión anímico que terminó con la vuelta olímpica del conjunto que entonces dirigía Hugo Ibarra.

Tan intenso y parejo es el fútbol argentino que los tres puntos logrados anoche de local liberaron a Boca del escenario más preocupante: poner en peligro su clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Ahora, reacomodado en la tabla (quinto con 13 puntos), Martínez puede planificar lo que viene con algo más de serenidad, si es que hay algo de eso en lo que rodea al que ocupa el cargo de entrenador de Boca. Porque aun cuando el resultado acompaña, son más los momentos de padecimiento que de disfrute. El fútbol es así y en Boca, todo se potencia.

Martínez vivió con intensidad el triunfo de Boca ante Belgrano
Martínez vivió con intensidad el triunfo de Boca ante Belgrano - Créditos: @Daniel Jayo

El inicio del torneo fue discreto: flojísimas actuaciones ante Platense y Sarmiento para sumar solo dos puntos sobre seis posibles. La victoria ante Tigre ilusionó puertas adentro y también a su gente. Pero después del 0 a 0 con Defensa y Justicia y la lógica victoria sobre Central Córdoba de Santiago del Estero, la inesperada derrota frente a Lanús otra vez acercó nubarrones a Brandsen 805.

Es cierto: el planteo y la voluntad de jugar para adelante en el Superclásico frente a River le dio un voto de confianza a Martínez. Que sumó más crédito por la reacción de su equipo en el Monumental al poder llegar al empate con actitud y estar cerca de llevarse los tres puntos.

Obligado a poner a Campuzano por la inoportuna lesión de Equi Fernández, haber sostenido a Saralegui en el mediocampo fue una decisión saludable del DT para el encuentro de anoche. Quedó claro que su mediocampo es el que jugó frente a River.

En el horizonte aparecen Unión (el miércoles, en Santa Fe) y Racing (el domingo, en la Bombonera), precisamente los rivales que se ubican un punto por debajo (los Tatengues) y un punto por encima (la Academia) del xeneize. Serán dos pruebas más que interesantes para este Boca que empieza a amigarse con los triunfos, además de disfrutar cómo, una noche de marzo, a Cavani se le abrió el arco.