Fuertes advertencias de Putin y Xi Jinping a Occidente en sus mensajes de Año Nuevo
MOSCÚ.- El mundo termina un 2023 marcado por dos guerras que afectaron a todo el planeta y en sendos mensajes de Año Nuevo, los líderes de Rusia y China le advirtieron este domingo a Occidente que deben prepararse para más tensiones en 2024.
Rusia no retrocederá nunca, advirtió este domingo Putin en un discurso de Año Nuevo dirigido a sus compatriotas.
“Hemos demostrado en múltiples ocasiones que podemos resolver las tareas más difíciles y que no retrocederemos nunca pues ninguna fuerza puede dividirnos”, declaró Putin en televisión.
Si bien Putin no habló directamente del conflicto en Ucrania, que empezó hace casi dos años, hizo varias alusiones, por ejemplo, al rendir homenaje a los soldados, a los que calificó de “héroes”.
Pero al contrario que el año pasado, cuando el presidente apareció flanqueado de militares, esta vez proclamó que el año 2024 sería el de la “familia”.
En 2023 “hemos defendido firmemente nuestros intereses nacionales, nuestra libertad y nuestra seguridad, nuestros valores”, dijo en el discurso, que se retransmitió en primer lugar en el Extremo Oriente ruso, por la diferencia de huso horario con Moscú.
El presidente aseguró que Rusia, que vive “una fase histórica” será “todavía más fuerte” el próximo año.
El mensaje fue difundido el mismo en día en el que Moscú afirmó que atacó objetivos “militares” en la ciudad ucraniana de Kharkiv, pese a que las autoridades locales insistieron en que eran edificios civiles, en represalia por el ataque sin precedentes que mató a 24 personas en la víspera en la ciudad rusa de Belgorod.
El sábado, Rusia había asegurado que no quedaría “impune” el ataque con misiles y cohetes contra Belgorod, a unos treinta kilómetros de la frontera ucraniana. Moscú insiste en que Kiev es responsable, pero Ucrania ha guardado silencio hasta ahora.
El mensaje de Xi
En tanto, Xi dijo que la “reunificación” de China con Taiwán es inevitable, en un discurso de Año Nuevo con un tono más enérgico que el del año pasado y a menos de dos semanas para que la isla, reclamada por Pekín, elija a un nuevo líder.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias del 13 de enero se celebran en un momento de tensas relaciones entre Pekín y Taipei. China ha intensificado la presión militar para hacer valer sus reivindicaciones de soberanía sobre Taiwán.
China considera a Taiwán su “territorio sagrado” y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para ponerlo bajo su control, aunque Xi no mencionó amenazas militares en su discurso retransmitido por la televisión estatal.
“La reunificación de la madre patria es una inevitabilidad histórica”, dijo Xi, aunque la traducción oficial al inglés de sus declaraciones publicada por la agencia de noticias Xinhua utilizó una frase más sencilla: “China seguramente se reunificará”.
“Los compatriotas a ambos lados del estrecho de Taiwán deben estar unidos por un sentido común de propósito y compartir la gloria del rejuvenecimiento de la nación china”, añadió. La traducción oficial al inglés escribió “todos los chinos” en lugar de “compatriotas”.
El año pasado, Xi se limitó a decir que los habitantes de ambos lados del estrecho son “miembros de una misma familia” y que esperaba que la gente trabajara unida para “fomentar conjuntamente la prosperidad duradera de la nación china”.
China se ha mostrado especialmente contraria al actual vicepresidente, Lai Ching-te, candidato presidencial del gobernante Partido Democrático de Taiwán (PDP) y líder en las encuestas de opinión, por considerarlo un peligroso separatista.
El DPP afirma que únicamente el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro, al igual que el principal oponente de Lai en las elecciones, Hou Yu-ih, del Kuomintang (KMT), el mayor partido de la oposición taiwanesa. El KMT es tradicionalmente partidario de estrechar lazos con China, pero niega rotundamente ser pro-Pekín. Hou también ha denunciado a Lai como partidario de la independencia.
China calificó este domingo a Lai de “destructor de la paz” tras un debate televisado el sábado en que defendió el derecho de Taiwán a gobernarse a sí mismo como una democracia.
Chen Binhua, vocero de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, dijo que el discurso de Lai en el debate estuvo “cargado de opiniones beligerantes”. Agregó que Lai es “el instigador de una guerra potencialmente peligrosa en el Estrecho de Taiwán”.
Agencias AFP, AP y Reuters