Cómo un fiscal decidido está armando el caso para ejecutar al asesino de Parkland

Cuando Mike Satz se puso de pie y se acercó al jurado, no levantó la voz, ni bramó sobre la justicia ni señaló dramáticamente con el dedo al asesino múltiple sentado a pocos metros.

Más bien, el fiscal de carrera ofreció con calma un relato exhaustivo de la masacre que Nikolas Cruz ejecutó en 2018 en una escuela de Parkland. Satz recordó el número del teléfono móvil que Cruz usó para hacer videos que prometían violencia, la posición de cada cámara de vigilancia del pasillo del edificio de primer año, el número de heridas de bala que sufrió cada una de las 17 víctimas del asesino.

Lo hizo todo sin consultar una sola nota. Satz incluso describió con precisión el fusil tipo militar a Smith & Wesson M&P 15 de Cruz. “TF16214 es el número de serie”, dijo Satz a los jurados durante su declaración de apertura el 18 de julio.

Ese nivel de memoria sería impresionante para cualquier abogado, pero Satz no es un fiscal ordinario. Pasó 44 años de fiscal estatal electo del Condado Broward, dirigiendo una gran agencia gubernamental al mismo tiempo que encausaba personalmente a algunos de los asesinos de más alto perfil, una rareza para los fiscales principales. También resulta que tiene 80 años.

Pero su trabajo en las dos primeras semanas del que quizá sea el juicio por asesinato de mayor repercusión en la historia de Broward ha hecho que el estado tenga un buen comienzo en su intento de ejecutar a uno de los peores asesinos múltiples de la Florida. El control de Satz —discreto, metódico, meticuloso— no es una sorpresa para muchos que lo han visto levar en algunos de los casos más violentos del condado durante décadas.

“Tuvo muchos años para trabajar y memorizarlo todo. Fue poderoso en el contenido y el mensaje”, dijo el veterano abogado defensor de penas de muerte miamense Philip Reizenstein, quien no participa en el caso. “Y parte del mensaje que Satz transmitió al memorizarlo —incluyendo los números de serie de las armas y el número de teléfono de Cruz— fue que los fiscales y la Policía no habían pasado nada por alto. Ningún detalle fue demasiado pequeño y quiere transmitir eso al jurado para que confíe en que la fiscalía ha sido minuciosa”.

Fase penal

En este juicio no se decidirá si Cruz cometió el delito. En octubre, se declaró culpable de 17 cargos de homicidio en primer grado, y 17 cargos de intento de homicidio por la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas el 14 de febrero de 2018. En cambio, el jurado de 12 personas decidirá si Cruz debe ser ejecutado o condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El fiscal estatal adjunto Mike Satz presenta como evidencia el arma usada en el tiroteo de la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland, durante el juicio de sentencia de Nikolas Cruz en el tribunal Broward en Fort Lauderdale. Carline Jean South Florida Sun Sentinel
El fiscal estatal adjunto Mike Satz presenta como evidencia el arma usada en el tiroteo de la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland, durante el juicio de sentencia de Nikolas Cruz en el tribunal Broward en Fort Lauderdale. Carline Jean South Florida Sun Sentinel

La fase de la sentencia del juicio ha avanzado con rapidez: al final del martes, los jurados habían escuchado 47 testigos, entre ellos alumnos y maestros heridos, examinadores médicos, técnicos criminalísticos, el propietario de la tienda de armas que vendió a Cruz el fusil AR-15 e incluso el conductor de Uber que llevó a Cruz al campus.

Satz, quien dirige el equipo de cinco fiscales, ha realizado hasta ahora el interrogatorio de todos los testigos del estado.

El martes marcó el séptimo día de testimonios y no es raro que los padres de los alumnos asesinados saluden afectuosamente a Satz mientras sale de la sala cuando el tribunal entra en receso. Gran parte de los testimonios son terribles, con detalles de heridas y recuerdos de amigos que morían, y el dolor es a menudo palpable en la sala. Los familiares que están en la tribuna lloran todos los días.

La estrategia de Satz parece ser que no hay necesidad de exagerar el dolor y la pérdida a los jurados. Sus preguntas son escasas y suscitan poca emoción, lo suficiente como para conocer todos los hechos, pero sin detenerse en detalles tediosos o terribles. Al hablar con los estudiantes que sobrevivieron, siempre empieza preguntándoles por sus estudios o empleos actuales, un toque humanizador y, quizás, un sutil recordatorio de los futuros perdidos por los compañeros que no pudieron testificar.

La Oficina del Defensor Público de Broward, que representa a Cruz, también ha hecho cero interrogatorios a la mayoría de los testigos del estado. Los expertos legales dicen que la estrategia tiene sentido. Cruz ya se declaró culpable y hay poco que ganar al interrogar a los traumatizados ex alumnos y maestros.

Sin embargo, eso ha permitido a Satz tejer una narrativa rápida pero completa. Una historia de inhumanidad horrible.

Mike Staz (centro), fiscal estatal adjunto de Broward  entra en la sala durante una audiencia el año pasado. Mike Stocker South Florida Sun Sentinel
Mike Staz (centro), fiscal estatal adjunto de Broward entra en la sala durante una audiencia el año pasado. Mike Stocker South Florida Sun Sentinel

“La defensa no ha hecho otra cosa que dejar que Satz construya un muro y él ha hecho un trabajo asombroso levantándolo ladrillo a ladrillo”, dijo Gail Levine, una fiscal de pena de muerte sénior de Miami-Dade jubilada. “Este jurado no está aburrido. El estado no lo está alargando”.

Aun así, a Levine —cuyo talento para las coloridas declaraciones de apertura y cierre en Miami la convirtió en uno de las fiscales de homicidios más exitosas del condado—no le molestaría ver un poco más.

“Me gustaría ver un poco más de emoción. Me gustaría ver que se humanizara un poco más. Está tratando de presentar todos los detalles. Espero que el jurado lo entienda”, dijo Levine. “Todo el mundo tiene su estilo y su estilo tiene que funcionar para él. Así es como le ha funcionado a él y la gente lo respeta por ello”.

Por supuesto, el enfoque del juicio dejará de estar en Satz y su labor para ejecutar a Cruz, una vez que el estado termine su caso en un par de semanas. Entonces, los abogados defensores de Cruz presentarán a expertos y testigos que hablarán de las circunstancias atenuantes detrás del asesinato en masa. Argumentarán que los trastornos cerebrales y de salud mental del asesino, su complicada crianza y su supuesta victimización a manos de abusadores fueron factores que contribuyeron a sus acciones.

La esperanza: que al menos un jurado se deje convencer. Un voto en contra de la ejecución será suficiente para “salvar” a Cruz, es decir, enviarlo a prisión por el resto de su vida.

Una larga historia

Nacido en Filadelfia, Satz se incorporó a la Fiscalía Estatal en Broward tras graduarse en la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami. Ascendió hasta convertirse en el jefe de la Unidad de Homicidios y luego lanzó su candidatura cuando el anterior fiscal estatal, Phil Shailer, decidió no postularse a la reelección.

Los votantes lo llevaron al cargo en noviembre de 1976. El demócrata fue ampliamente reelegido sin oposición durante décadas.

A lo largo de los años, la oficina de Satz se ha caracterizado por ser dura, aunque conservadora. Para muchos abogados defensores del sur de la Florida, eso a menudo llevó a la crítica de que sus fiscales eran demasiado inflexibles cuando se trataba de acuerdos y sentencias. A principios de su período, la oficina de Satz también fue criticada por no ser lo suficientemente agresiva con la corrupción pública y por ser demasiado suave con los políticos.

El defensor público de Broward, Howard Finkelstein, quien ya se retiró, se quejó durante años de que el sistema de justicia de Broward enviaba a personas de color a la cárcel por delitos menores. “No me inclino a hablar sobre su trabajo desde 1976, ya que le he escrito cartas a él, a directores de periódicos y al Departamento de Justicia sobre el racismo institucionalizado evidente y obvio en el sistema de justicia penal de Broward durante décadas”, dijo cuando Satz anunció que no se postularía a la reelección.

Sus partidarios señalaron que Satz abrazó durante mucho tiempo los programas de intervención antes del juicio para veteranos y drogadictos y llegó a apoyar las citaciones civiles para casos menores de posesión de marihuana. En 2019, Satz también estableció una “unidad de revisión de condenas”, y un año después redujo las penas de prisión de 24 personas que cumplían duras sentencias por tráfico de medicamentos por receta.

Durante su tiempo en el cargo, Satz mantuvo un perfil público bajo, rara vez dio conferencias de prensa, pero nunca dudó en participar en el encausamiento de los peores delincuentes violentos.

Antes de Parkland, dirigió el caso en la nueva sentencia en 2018 de Gerhard Hojan, quien disparó fatalmente a dos empleados durante un robo en un Waffle House de Davie en 2002. El jurado condenó a Hojan a muerte por segunda vez.

H. Dohn Williams, veterano abogado defensor de Broward quien representó a Hojan, recordó la preparación de Satz.

“Sabía el número exacto de los centavos, las monedas de diez centavos, las de cinco centavos, etc., en el cajón del dinero que el señor Hojan tomó”, dijo Williams, quien trabajó junto a Satz cuando eran fiscales jóvenes a principios de la década de 1970. “Cuando dicen que tiene una memoria y un ojo increíble para los detalles, se quedan cortos”.

Satz también pasó 22 meses de juicio dirigiendo la acusación contra tres hombres que asesinaron al policía de Broward Brian Tephford en 2006. Los jurados condenaron a los tres hombres. Todos fueron a prisión de por vida.

Williams también representó a uno de los acusados. “Había dos armas involucradas”, dijo. “El señor Satz también conocía los números de serie de esas armas”.

Un caso complejo

Que Satz liderara personalmente el equipo para procesar a Cruz no fue una sorpresa: al día siguiente del tiroteo del 14 de febrero de 2018, él y sus abogados e investigadores recorrieron el edificio 1200 donde tuvo lugar la masacre.

“Es muy raro que el fiscal estatal electo lleve casos en las grandes fiscalías estatales”, escribieron más tarde tres de sus fiscales adjuntos principales, Chuck Morton, Jeff Marcus y Ralph Jackson Ray Jr., en un homenaje publicado en el South Florida Sun Sentinel. “Pero Mike creía que era su responsabilidad asumir los casos más graves de su oficina”.

A los pocos días de su detención el día de la masacre, los abogados defensores de Cruz le ofrecieron declararse culpable a cambio de una condena a cadena perpetua, sin pena de muerte. Satz se negó.

En una audiencia de 2019, el fiscal del Condado Broward Mike Satz habló con Debbi Hixon, la viuda de la víctima Chris Hixon, quien estaba en el tribunal para una audiencia de Nikolas Cruz, autor de la masacre en la escuela de Parkland. Las familias de las víctimas han saludado con frecuencia a Satz de forma afectuosa a su llegada al juicio de sentencia de Nikolas Cruz, que se celebra en el tribunal de Broward en Fort Lauderdale. Mike Stocker Sun Sentinel

Aunque nunca hubo duda de quién era el asesino, el juicio siempre fue complejo, dada la magnitud de la tragedia. Los fiscales presentaron más de mil testigos y la defensa más de 300, aunque es probable que la mayoría no declare.

Poco más de un año después, en junio de 2019, Satz anunció que no se postularía a la reelección.

“Creo que es importante anunciar mi decisión ahora para seguir concentrándome en el caso de Parkland y dar a un candidato calificado el tiempo suficiente para presentar su campaña para el cargo”, dijo Satz en un comunicado de prensa en ese momento.

Los votantes en noviembre de 2020 eligieron a Harold Pryor para suceder a Satz.

Pero Satz no se retiró. En enero de 2021, el nuevo fiscal estatal volvió a contratar a Satz y a su antiguo ayudante principal, Jeff Marcus, para trabajar en el caso de Parkland. Cada uno gana $100 la hora, con un máximo de 133 horas al mes, un poco más de 33 horas a la semana.

La Fiscalía Estatal consultó con la Comisión Administrativa de Justicia de la Florida, que se encarga de la facturación de los abogados de oficio, y “determinó que esta era la forma más rentable y fiscalmente conservadora de llevar este caso”, según una portavoz.

Satz está acompañado por los fiscales Marcus, Carolyn McCann, Nicole Chiappone, Steven Klinger y el asistente legal ejecutivo Aaron Savitski.

A una edad en la que la mayoría de la gente está jubilada, este pudiera ser el último caso de Satz como fiscal. Pero, como es su estilo, ha mantenido esa decisión en secreto y no lo ha dicho públicamente.