No, el fiasco del satélite Ingenio no fue una chapuza española por muchos memes que surjan

Las bromas y memes sobre el satélite español Ingenio no han tardado en aparecer... a pesar de que España no tiene responsabilidad sobre el cohete o el lanzamiento.
Las bromas y memes sobre el satélite español Ingenio no han tardado en aparecer... a pesar de que España no tiene responsabilidad sobre el cohete o el lanzamiento.

Dentro de los tópicos que cada país arrastra, los españoles tenemos fama de ser implacables con nuestros errores y equivocaciones. Al contrario que los franceses y su célebre chovinismo, y muy alejados del exacerbado sentimiento patriótico de los estadounidenses, el españolito de a pie casi parece disfrutar cuando las cosas se tuercen. Han pasado solo unas horas desde la pérdida del satélite Seosat-Ingenio, y las redes ya se han inundado de bromas y memes sobre lo inútiles que somos… “español tenía que ser”, habrá pensado más de uno al enterarse de la noticia, y lo curioso es que (al menos en esta ocasión) nosotros no tenemos ninguna culpa.

Los hechos, junto con las empresas y países implicados, son los siguientes: en la noche del 17 de noviembre, (01:52 UTC) se lanzaba desde la rampa ZLV del Centro Espacial de la Guayana Francesa la misión VV17 destinada a poner dos satélites en órbita mediante el cohete Vega. Ocho minutos después del lanzamiento, se detectó un error en la trayectoria nominal, seguida de la pérdida del control del cohete lo que supuso el final de la misión. El lanzador terminó cayendo en un área deshabitada, cerca la zona de descenso prevista para la etapa Zefiro-9.

Rápidamente, la Agencia Espacial Europea publicó un comunicado, anunciando además la creación de una comisión de investigación independiente que estudiará los errores cometidos. No obstante, y sin esperar siquiera al inicio de las pesquisas y averiguaciones, algunos medios y demasiados usuarios en las redes sociales, se lanzaron a hacer chascarrillos con tebeos de Ibáñez, coyotes que se estrellaban y la consabida chapuza nacional de Pepe Gotera y Otilio… sin embargo: ¿Qué responsabilidad tiene España en este desaguisado espacial? Pues lo cierto es que ninguna, nada, cero. En este caso, nuestro satélite era la carga, un pasajero que debía ser llevado sin contratiempos hasta su órbita y que ha terminado destruido por errores ajenos. De hecho, Francia también lanzaba su propio satélite TARANIS del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), y no he visto bromas francesas sobre su destrucción…

Momento de tristeza y estupefacción al comprobar que el cohete Vega se había desviado de la trayectoria nominal
Momento de tristeza y estupefacción al comprobar que el cohete Vega se había desviado de la trayectoria nominal

Empecemos por conocer el lanzador y a los implicados (y por tanto responsables) de su desarrollo. Aunque se publicita como un lanzador europeo, en realidad el Vega es principalmente un cohete italiano: el contratista principal es la empresa AVIO, e incluso su nombre es italiano puesto que toma su denominación del programa italiano Vega (Vettore Europeo di Generazione Avanzata). Así pues, el primer responsable de este desastre sería la compañía italiana AVIO. España no tiene ninguna culpa.

No obstante, este cohete posee cuatro etapas. Las tres primeras etapas utilizan combustible sólido y funcionaron perfectamente. En realidad el error comenzó cuando le tocó el turno a la cuarta etapa (AVUM). Esta etapa superior utiliza combustibles líquidos hipergólicos y fue la responsable de la desviación en la trayectoria nominal. Aquí comienza el lío, y el cruce de acusaciones entre diferentes compañías y países, porque resulta que esta cuarta etapa es la única que no es responsabilidad, al menos directa, de AVIO… sino que la fabrica Airbus Defence and Space. De nuevo, España no tiene ninguna culpa.

Por un lado, el contratista principal (la italiana AVIO) es responsable del conjunto del cohete, y por tanto, del buen funcionamiento de todas sus etapas, incluyendo la etapa líquida AVUM. Sin embargo, también es cierto que parte de la culpa debería recaer en Airbus que es la encargada de la integración de esta cuarta etapa… y aquí el tema vuelve a complicarse aún más ya que el motor que utiliza esta etapa, es un motor ucraniano RD-869, fabricado por las empresas ucranianas Yuzhnoe y Yuzhmash. Otros implicados en el lanzamiento son la empresa belga SABCA como encargada del sistema de propulsión, y por supuesto Arianespace que es la empresa encargada de comercializar el lanzamiento y responsable de este.

En resumen, muchos implicados, muchas compañías comprometidas… pero ni por asomo es responsabilidad de España o el CDTI. Los memes y bromas sobre la “chapuza espacial española” no se sostienen por ningún lado.

Cuarta etapa líquida AVUM (Altitude and Vernier Upper Module), la etapa que falló en el primer encendido.
Cuarta etapa líquida AVUM (Altitude and Vernier Upper Module), la etapa que falló en el primer encendido.

Otro asunto muy comentado ha sido la ausencia de “seguro de accidentes” para el satélite Ingenio. Contactamos con el físico y experto en aeronáutica Daniel Marín, que nos explica que “normalmente los satélites viajan asegurados, pero el mundo de los seguros espaciales es bastante opaco. España se vio obligada a usar el cohete Vega por ser un satélite gubernamental”. En este caso “el satélite no estaba asegurado, y aunque es una decisión poco habitual, tampoco es excepcional. Los países de la ESA no aseguran misiones espaciales gubernamentales lanzadas en cohetes gubernamentales, así que España no estaba haciendo nada extraño o inédito”.

El coste del seguro depende de muchos factores como el propio satélite, su fabricante, su misión y también del lanzador elegido… si tenemos en cuenta que este ha sido el segundo lanzamiento fallido del cohete Vega en poco más de un año (tras la explosión de la segunda etapa que causó la pérdida de la misión VV15 en julio de 2019), es más que probable que el precio del seguro fuera muy elevado. “Por otro lado, el coste del lanzamiento (37 millones de euros) sí podrá recuperarse”, nos recuerda el físico.

En definitiva. Es la segunda vez que el cohete Vega falla y en la fabricación de sus diferentes componentes están implicados un amplio abanico de países y compañías, pero no España. Los chistes, bromas y memes que se quieran hacer sobre el “fiasco espacial español” deberían informarse un poco antes de lanzarse a la piscina.

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