Tras la feroz pelea, Giorgia Meloni logró desactivar la “bomba” Berlusconi

Silvio Berlusconi y Giorgia Meloni hicieron las paces
Silvio Berlusconi y Giorgia Meloni hicieron las paces - Créditos: @Twitter

ROMA.- Después de un fin de semana al rojo vivo, con llamados, negociaciones subterráneas, mediadores y pacificadores en acción, finalmente hoy la coalición de derecha -ganadora de las últimas elecciones- logró desactivar la inesperada “bomba” Silvio Berlusconi.

Después de un esperadísimo cara a cara de una hora, se alcanzó un deshielo entre el líder de Forza Italia, de 86 años, y la futura primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, de 45 años, jefa del partido posfascista Hermanos de Italia, quien triunfó en las urnas y es ahora la cabeza de la coalición.

“El encuentro tuvo lugar en un clima de unidad de intenciones y de máxima cordialidad y colaboración”, aseguraron en un comunicado los dos partidos, al cabo de una reunión entre dos viejos conocidos que en los últimos días protagonizaron una pelea por las cuotas de poder en el futuro gobierno de derecha, que puso en peligro hasta su nacimiento.

El líder de la Liga, Matteo Salvini, el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, y la líder de los Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, el 22 de septiembre de 2022
El líder de la Liga, Matteo Salvini, el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, y la líder de los Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, el 22 de septiembre de 2022 - Créditos: @ALBERTO PIZZOLI

“Hermanos de Italia y Forza Italia se presentarán unidos en la próximas consultas con el presidente, Sergio Mattarella, y están trabajando para darle lo antes posible a Italia un gobierno fuerte, unido y de alto perfil que pueda ponerse a trabajar para enfrentar las urgencias”, agregó la nota, que destacó que Meloni y Berlusconi conversaron sobre los temas económicos más urgentes, a partir de la crisis energética. El encuentro dejó una foto de los dos aliados –que en verdad, se detestan- juntos y sonrientes, sobre todo ella.

La cumbre Berlusconi-Meloni tuvo lugar pasadas las 16.30 locales en la sede de Hermanos de Italia de la vía della Scrofa, en el centro histórico. No ocurrió en la mansión del Cavaliere de la Via Appia Antica, lo cual ya indicaba quién había ganado la pulseada. Berlusconi, quien salió sin hacer declaraciones, tuiteó un mensaje con la foto de la reconciliación -él, de camisa negra y saco, sin corbata- y un texto parecido al de la nota conjunta.

Aconsejado por sus asesores más fieles y, sobre todo, presionado por sus dos hijos más grandes, Marina y Piersilvio, Berlusconi al final tuvo que ceder. La gran pelea –por la que dejó escrito en un apunte que Meloni era arrogante, altanera, prepotente y ofensiva-, surgió porque el Cavaliere se había obsesionado con exigirle a Meloni un ministerio para una de sus criaturas políticas, la senadora Licia Ronzulli. Pero Meloni, que siempre estuvo en la oposición y ahora quiere formar un gobierno de alto perfil, le dijo que no, una y otra vez.

Las negociaciones

Berlusconi, quien dominó la vida política italiana durante dos décadas y quien no puede tolerar que ahora sea una mujer la que le dice que no, el jueves pasado intentó presionarla con una jugada que resultó un búmeran. Justo cuando se instalaba por primera vez el nuevo Parlamento salido de las urnas, ordenó a sus parlamentarios no votar al candidato de Meloni a la presidencia del Senado, Ignazio La Russa, uno de los fundadores de Hermanos de Italia. Pero el tiro le salió por la culata porque aparecieron “francotiradores”, es decir, senadores misteriosos de la oposición, que aportaron votos para que La Russa resultara electo en el primer escrutino. Un golpe de escena que, al margen de dejar clara la división interna de la alianza de derecha -que también integra la Liga de Matteo Salvini-, significó una victoria para Meloni y una humillante derrota para el Cavaliere. Alguien que, además, aparece en un estado de salud muy precario ya que solo camina si hay alguien al lado que lo sostiene y que ya no parece lúcido.

Al trascender los apuntes ofensivos de Berlusconi contra la futura premier, Meloni retrucó con un misil: dijo que le había faltado poner que ella no era “chantajeable”. Esto enfureció aún más a Berlusconi que, al parecer, se vio tentado de vengarse de Meloni, romper el pacto con ella y deslizar que Forza Italia podría ir sola a las consultas que deberán darse en los próximos días.

Lo cierto es que, según trascendió, tanto los hijos mayores de Berlusconi así como antiguos consejeros trabajaron arduamente todo el fin de semana para ayudar a Berlusconi a entender que el “nudo” Ronzulli amenazaba seriamente no solo su historia política, sino también, con hacer colapsar a su partido, Forza Italia. Muchos parlamentarios, en efecto, estaban listos para un éxodo y para sumarse a Hermanos de Italia, algo que hubiera significado un feo final para Berlusconi y para el partido que creó de la nada, Forza Italia.

Fue en este marco y luego de un llamado telefónico entre Meloni y Berlusconi, que anoche Ronzulli, senadora de 47 años y apodada “la cuidadora” por su vieja relación con el expremier y magnate, dio un paso al costado. En un comunicado con el que intentó descomprimir la situación, dijo que su caso “nunca había existido” y que para ella, hija de un carabinero, el primer deber era servir a la patria y que Italia necesitaba urgente de un nuevo gobierno, unido. Esa fue la antesala de la cumbre de hoy entre Meloni y Berlusconi que para algunos, al parecer sus propios hijos mayores, como sucedió con su anterior pareja, Paola Pascale, está siendo (mal) influenciado por su actual novia, Marta Fascina, flamante diputada, de 32 años.

Después del cara a cara diplomático que desactivó la inesperada “bomba” Berlusconi, habrá que ver ahora cuántos ministerios finalmente irán a Forza Italia. Y cuánto tiempo podrá durar esta tregua. Más allá de la foto juntos, hay una grieta entre el ex famoso playboy Berlusconi y Meloni, la primera mujer que probablemente llegará a Palazzo Chigi, que lo puso en su lugar.