Feeding South Florida y el distrito escolar de Miami-Dade son salvavidas alimentarios de miles de personas

Casi dos años después que empezaron a inocular a la población contra el COVID-19 y que los negocios comenzaran a reabrir, la inseguridad alimentaria en Miami-Dade sigue casi tan exacerbada como en el momento álgido de la pandemia.

El elevado costo de los alimentos —y de la vivienda— en el sur de la Florida ha hecho que un número cada vez mayor de familias enfrente la escasez de alimentos y que los bancos de alimentos se esfuercen por llenar ese vacío.

La inseguridad alimentaria puede significar la falta de alimentos nutritivos o la falta total de alimentos. Y no discrimina: cualquiera puede caer en la inseguridad alimentaria por dificultades económicas; la pandemia lo ha dejado bien claro.

El Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de la Florida informó en 2020 que 3.4 millones de habitantes de la Florida experimentaban inseguridad alimentaria, entre ellos 1 millón de niños. Las cifras marcaron un aumento significativo sobre 2018, previo a la pandemia, cuando la inseguridad alimentaria afectaba a 2.5 millones de personas en todo el estado y a 760,470 niños.

Los problemas en Miami-Dade

En Miami-Dade las cifras son en realidad peores: el condado tiene un índice de inseguridad alimentaria más alta entre los adultos y los niños que el promedio estatal.

“Ahora recibimos a 1.1 millones de individuos que vienen a nuestro almacén o a las despensas en nuestras agencias aliadas, no solo como venían a mediados de la pandemia, sino con más frecuencia porque no les alcanza el dinero como antes, sus beneficios federales no llegan tan lejos como antes”, dijo Paco Vélez, presidente de Feeding South Florida. “Están teniendo que pedir ayuda con más frecuencia”.

La falta de acceso a los alimentos no es un problema nuevo creado por el COVID, se agudizó con la recesión económica generada por el virus. Las empresas tuvieron que cerrar, millones de floridanos perdieron sus empleos y a muchos les resultó difícil saber de dónde vendría su siguiente comida.

Aunque el desempleo en la Florida ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, según informó recientemente la Oficina de Estadísticas Laborales, la escasez de alimentos se mantiene como un problema frecuente.

“Lo que todos hemos aprendido de la pandemia es que tenemos necesidades emocionales, tenemos necesidades físicas, y todas esas cosas son importantes”, dijo Penny Parham, directora del Departamento de Alimentación y Nutrición de las Escuelas Públicas de Miami-Dade. “Durante la pandemia ocurrieron cambios que derribaron cualquier barrera que pudiera haber impedido la inseguridad alimentaria en el pasado”.

La inseguridad alimentaria en Miami-Dade

Los datos del Censo muestran que 15% de los más de 2.5 millones de personas en Miami-Dade experimentan pobreza.

Miami Matters, una iniciativa del Health Council of South Florida, publica todos los años datos sobre la inseguridad alimentaria en todo el condado. Los datos más recientes estiman que el índice de inseguridad alimentaria del condado es 10.8%, y la tasa de inseguridad alimentaria infantil 18.2%, ambas superiores a la media estatal de 10.6% y 15.7%, respectivamente.

Según Feeding America, la mayor organización sin fines de lucro dedicada a la lucha contra el hambre en el país, la inseguridad alimentaria está asociada a “retrasos en el desarrollo de los niños pequeños, riesgo de enfermedades crónicas como el asma y la anemia y problemas de comportamiento como la hiperactividad, la ansiedad y la agresividad en los niños”.

Y en los adultos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos federal informa de un mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas vinculadas con la inseguridad alimentaria.

He aquí un vistazo a lo que dos grupos —Feeding South Florida y las escuelas públicas de Miami-Dade— están haciendo para ayudar a alimentar a la gente en Miami-Dade:

Feeding South Florida

Paco Vélez dice que cree que encontró su camino hacia el banco de alimentos por obra del destino. El antiguo habitante de Texas empezó a trabajar con bancos de alimentos cuando aceptó una oferta de empleo en San Antonio recién salido de la universidad. Había estudiado para ser médico o forense, pero se topó con los bancos de alimentos por casualidad y decidió dedicarse a ellos. Esta línea de trabajo es la que le llevó a mudarse a la Florida, donde se convirtió en presidente de Feeding South Florida hace 10 años.

Feeding South Florida es una organización de la red Feeding America. Atiende a los condados Palm Beach, Broward, Miami-Dade y Monroe, con más de 25% de la población con inseguridad alimentaria del estado. Vélez dijo que los últimos años han sido especialmente difíciles para la organización.

Normalmente, Feeding South Florida alimenta a unas 700,000 personas al año, dijo Vélez. Durante la pandemia, esa cifra se disparó a 1.5 millones. E incluso ahora, sigue rondando el millón.

“En los últimos dos años, Feeding South Florida ha visto aumentar la inseguridad alimentaria a niveles no vistos, pero no siempre es indicativo de la magnitud de lo que una familia puede experimentar”, dijo Vélez.

A lo largo de 2019 y 2020, Vélez y su equipo trabajaron a marchas forzadas. Crearon alrededor de 40 centros de distribución para garantizar que las familias pudieran seguir recibiendo donaciones en cajas. Los turnos se ampliaron de cinco a seis días a la semana, y de dos turnos al día a tres.

Feeding South Florida alimenta a cerca de 1 millón de personas al año en los Condados Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe. Estos son algunos de los artículos de sus despensas.
Feeding South Florida alimenta a cerca de 1 millón de personas al año en los Condados Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe. Estos son algunos de los artículos de sus despensas.

El año pasado, Feeding South Florida pudo volver a su sistema de despensas. Ahora, a través de 232 despensas y locales participantes, los habitantes del sur de la Florida pueden entrar en una despensa de alimentos y seleccionar entre una amplia gama de artículos.

Feeding South Florida también ofrece un programa de capacitación para manejo de almacén y un programa de capacitación culinaria para ayudar a los habitantes a adquirir habilidades para conseguir trabajos en el servicio de alimentos. Y la organización ofrece asistencia con la solicitud para las familias que buscan beneficios federales como cupones de alimentos SNAP o Medicaid.

Emily García, de 21 años, corta cebollas mientras participa en el programa de capacitación culinaria de Feeding South Florida en Boynton Beach, Florida, el miércoles 5 de mayo de 2021. MATIAS J. OCNER/mocner@miamiherald.com
Emily García, de 21 años, corta cebollas mientras participa en el programa de capacitación culinaria de Feeding South Florida en Boynton Beach, Florida, el miércoles 5 de mayo de 2021. MATIAS J. OCNER/mocner@miamiherald.com

“Realmente vinculamos servicios con los alimentos para asegurar que las familias no solo tengan comida, sino que tengan otro apoyo para poder mantenerse”, dijo Vélez. “Ayudamos a las familias a navegar el proceso de solicitud”.

Feeding South Florida emplea a 92 personas y cuenta con la ayuda de más de 30,000 voluntarios. Tiene el mayor programa minorista en la red de Feeding America en todo el país.

En 2021 Feeding South Florida recibió más de 20 millones de libras de alimentos proporcionados por agencias minoristas asociadas y más de 44 millones de libras proporcionadas por granjas en todo el estado.

“En un día cualquiera, Feeding South Florida tiene menos de una semana de alimentos en inventario”, dijo Vélez. “Sin el apoyo continuo de nuestros aliados y la comunidad, Feeding South Florida distribuiría toda nuestra comida en seis días”.

El distrito escolar de Miami-Dade amplía las comidas gratis

Para los niños que experimentan inseguridad alimentaria, la pandemia significó más problemas.

Los estudiantes que recibían almuerzo gratis o de precio reducido en las escuelas corrían el riesgo de no tener acceso a esas comidas con el cierre de los planteles. Y en Miami-Dade, donde Miami Matters calcula que el índice de inseguridad alimentaria entre los niños es más de tres puntos porcentuales superior al promedio estatal, y muchos niños cayeron en ese riesgo.

“Por lo general, hemos tenido como distrito alrededor de 73% o 74% de alumnos inscritos en Miami-Dade que eran elegibles para el almuerzo gratis o a precio reducido”, dijo Parham, directora del Departamento de Alimentos y Nutrición del distrito. “El porcentaje sigue siendo más o menos el mismo”.

Al igual que Feeding South Florida, las escuelas públicas de Miami-Dade tuvieron que improvisar. Desde marzo de 2020 hasta agosto de 2021 —en el momento más álgido de la pandemia— se distribuyeron 38 millones de comidas a las familias, que las recogían en vehículos estacionados en escuelas de todo el condado. Los ingredientes ya estaban contabilizados en el Programa Nacional de Almuerzos Escolares, y en lugar de desperdiciarlos, el distrito trabajó para cocinar y distribuir cada bocado que pudo.

Las comidas incluían todo, desde pan fresco horneado en la panadería Bread and Bread de Doral, leche estable, yogur, pizza congelada, carne picada, fruta y verduras.

Steve Gallon, vicepresidente de la Junta Escolar de Miami-Dade, reparte alimentos como parte de una colecta comunitaria de alimentos. La Junta Escolar se asoció con la Miami Dolphins Foundation, la Ciudad de Opa-locka, la Opa-locka Community Development Corp. y Quality Culinary Services para organizar una Campaña de Asistencia Alimenticia por el COVID-19. Sirvieron comidas calientes a más de 500 familias. Miami

La pandemia fue también la que llevó al distrito escolar a empezar a ofrecer desayuno y almuerzo gratis a sus más de 300,000 alumnos. La Disposición Comunitaria de Elegibilidad es un programa nacional que ofrece a las escuelas que reúnen los requisitos necesarios la oportunidad de ofrecer dos comidas gratis al día. Se considera que una escuela puede acogerse a la disposición si al menos 40% de los alumnos cumplen los requisitos para recibir un almuerzo gratis o a precio reducido, calificación que se realiza en función de los ingresos de la familia.

“Quizá tu familia esté bien y tengas comida de sobra, pero puede ser que ese día saliste por la puerta y olvidaste llevar el almuerzo u olvidaste el dinero. Ahora el acceso es el mismo para todos los niños. Y así todos los alumnos tienen el mismo acceso a una comida sana porque todos merecen poder pasar el día sin sentir hambre”.

Ahora que el distrito escolar ha reunido los requisitos para acogerse a la Disposición Comunitaria de Elegibilidad en cada una de sus 392 escuelas, las comidas gratis se ofrecerán durante un máximo de cuatro años, hasta que las escuelas vuelvan a solicitar la elegibilidad.

“Estamos proporcionando a todos nuestros alumnos alimentos gratis y, si no hay problemas, estará en vigor durante los próximos cuatro años”, dijo Parham.

“Es posible que haya habido estudiantes que vinieron a la escuela y no tuvieron la aprobación para el almuerzo gratis. Eso ya no existe”.