Familia crea santuario para mariposas monarca, una especie en peligro de extinción

Más de una docena de imágenes de mariposas adornan el frente de la casa de Claudia Galeno Sánchez en el barrio de Pilsen. Hay mariposas monarca extendiendo sus alas y muchas otras coloridas esparcidas en el medio. La pequeña casa se destaca de los altos edificios de la cuadra.

Está llena de plantas de algodoncillo y otras flores que han ayudado a criar monarcas durante casi cinco años. Galeno, su esposo y sus dos hijas decidieron crear un santuario de mariposas después de enterarse de que podían ayudar a criar y preservar las queridas especies en la ciudad.

Aunque Galeno sabía que las mariposas monarca estaban en peligro, comenzó a llorar cuando se enteró de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza agregó a la monarca migratoria a su “lista roja” de especies amenazadas y la clasificó como “en peligro”: a dos pasos de extinción.

“Me recuerdan mi infancia”, dijo con la voz entrecortada. “Me duele que mis hijas no puedan ver y experimentar su belleza. Son como un milagro”.

Cada año, bandadas de la icónica mariposa monarca migran hacia el norte después de pasar el invierno en las montañas del centro de México. Luego viajan al sur de Canadá antes de regresar a México al final del verano.

Según el grupo, la población del insecto en América del Norte ha disminuido entre 22 y 72 por cineto en 10 años, según el método de medición. Pero a pesar del fuerte declive en la última década, Estados Unidos no ha incluido a las mariposas en la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

“Debemos hacer lo que podamos para preservar las mariposas”, dijo Galeno. Originaria de Puebla, México, Galeno creció alrededor del majestuoso insecto negro y naranja. Para ella, las mariposas representan la belleza de la migración y la familia.

Ayudar a crear conciencia sobre cómo otras familias en el área de Chicago también pueden ayudar a salvar a las monarcas se ha convertido en una prioridad en la vida de Galeno. Lo que comenzó como un proyecto familiar se convirtió en un grupo sólido liderado por mujeres de la comunidad que educa y alienta a otros a crear jardines de mariposas en sus hogares organizando talleres informativos sobre los insectos y regalando algodoncillo, una planta de la que dependen las orugas.

Nombró al grupo Mujeres por los Espacios Verdes, y desde su creación en 2021, Galeno-Sánchez se ha asociado con varios otros amantes de las mariposas y organizaciones en el área para crear jardines en beneficio de los polinizadores. Este verano, el grupo creó un jardín de algodoncillo en Orozco Community Academy y otro en Whittier Dual Language School.

Con la noticia de que la mariposa ahora está en peligro de extinción, dijo que está comprometida a expandir su trabajo asociándose con las Escuelas Públicas de Chicago para usar sus espacios para plantar algodoncillo y crear jardines de mariposas en la ciudad.

El grupo se consolidó como una rama de Working Family Solidarity, una organización que trabaja con comunidades de clase trabajadora para fomentar el cambio de políticas para entornos de trabajo justos.

“Es uno de nuestros proyectos más grandes: luchar por un desarrollo equitativo en términos de que todas las familias en todos los vecindarios tengan acceso a espacios verdes, incluida la propagación de ‘mariposarios’, santuarios de mariposas, para ayudar a salvar a uno de nuestros polinizadores más importantes”, dijo Leone Jose Bicchieri, director ejecutivo.

El grupo recibe fondos para organizar talleres y otras actividades del Fondo de Arte Gente Chicana/SOYmos Chicanos de Enrique E. Figueroa en la Fundación Greater Milwaukee. Y algunos de sus principales socios incluyen el museo Field y el Jardín Botánico de Chicago. Los dos donan las plantas que luego Galeno distribuye a quienes visitan su santuario o cuando el grupo organiza talleres.

Abigail Derby-Lewis, directora del programa de herramientas de conservación en el Museo Field, dijo que el trabajo que la familia Galeno-Sánchez está haciendo para crear un hábito para que crezcan las monarcas y otros polinizadores refleja el trabajo que la gente ha estado haciendo en todo México, Estados Unidos y Canadá desde que se enteraron del peligro de las monarca.

“La gente tiene un amor tan profundo por esta especie y están sucediendo muchas cosas que deben continuar”, dijo Derby-Lewis.

El museo Field también ha proporcionado a Galeno recursos educativos y ha conectado al grupo a una red más amplia de vínculos para la conservación de la monarca.

Derby-Lewis dijo que el informe reciente de la UICN subraya y eleva el trabajo que se debe hacer para salvar a las monarca.

En 2015, Derby-Lewis dirigió un proyecto del museo que concluyó que “el impacto colectivo de muchas de estas pequeñas acciones de poner algodoncillo y flores nativas y crear este hábitat polinizador en estos diferentes paisajes metropolitanos, como cementerios, patios de escuelas, parques y avenidas y bulevares: todas esas cosas realmente se suman para las monarcas y otros polinizadores”.

Galeno dijo que las monarca son queridas en su corazón porque puede identificarse con la mariposa porque migran largas distancias entre países.

“Al igual que yo, viniendo de México. Y como tantos otros mexicanos aquí”, dijo. “Pero la monarca puede cruzar fronteras más fácilmente que nosotros”.

larodriguez@chicagotribune.com

  • Este texto fue traducido por Octavio López/TCA