Facundo Campazzo se tiró tres veces al piso cuando faltaban menos de 30 segundos... y Real Madrid ganaba por 13 puntos

Facundo Campazzo es ídolo para los simpatizantes de Real Madrid en básquetbol. Lo lloraron cuando se marchó a la NBA y lo esperaban ansiosos cuando no continuó en la mejor liga del planeta. Y le abrieron los brazos en una bienvenida casi como de alfombra roja cuando regresó después de pasar por el serbio Estrella Roja, porque con el número 7 la Casa Blanca ganó de todo y muchas veces.

Y parece encaminada a nuevas conquistas, pues en la liga española marcha segunda con la misma eficiencia (83,3%) que el líder, Málaga, y en la Euroliga está 2-0 arriba de Baskonia en su cruce de cuartos de final al mejor de cinco capítulos. Es decir, a una victoria de acceder al Final Four, la etapa de las semifinales. Campazzo es bastante responsable de eso.

Sobre todo por lo que hizo en el segundo partido, en la capital española. Luego del triunfo por 90-74 en la apertura de la serie frente al club vasco, Real Madrid consiguió otro consistente éxito, por 101 a 90, con el que viajará a Vitoria para sellar su clasificación este miércoles. Gabriel Deck contribuyó con 10 tantos en 16 minutos, pero argentino que brilló fue el base. Tanto que le fue otorgado el premio al jugador más valioso (MVP) del encuentro.

“Pases irreales del mago Facuuuuu”

Con el aval de los números, por cierto: 24 puntos con altísima eficiencia (3 aciertos de 4 intentos de dobles, 4 de 5 de triples, 6 de 6 de libres), 7 pases-gol y 4 rebotes (más 1 pérdida) en 26 minutos de acción. De lujos, en algunos casos, como una bandeja sacada desde muy abajo contra dos rivales en la zona pintada, como una asistencia de espalda con salto. Y de acción eléctrica, de máximo voltaje, en otros casos. Como acostumbra el pequeño cordobés.

La muestra más impactante se dio cuando quedaba menos de medio minuto y el campeón vigente se imponía por 13 tantos, 101-88. El ganador estaba más que definido, pero el argentino, máxima figura de Real Madrid, estaba todavía en la cancha. Tras un un rebote peleado por el local Vincent Porier y los visitantes Nikolaos Rogkavopoulos y Codi Miller-McIntyre, la pelota salió sucia hacia un costado, tocada por el pivote merengue, y Campazzo se tiró fuera de la cancha para evitar el saque lateral de Baskonia. Primer arrojo.

Bandeja en la llave contra dos adversarios

El balón le quedó a Rogkavopoulos, pero su rival Guerschon Yabusele se lo tocó y le hizo perder el control. Allí estaba Facundo, incorporándose desde el suelo, para volar hacia la esfera naranja y puntearla en posición horizontal antes que Rogkavopoulos. Segundo arrojo.

Y otra vez la pelota suelta. La buscaron, yendo al piso, Rudy Fernández y Vanja Marinkovic, pero el choque entre ambos hizo que el balón se escapara nuevamente. ¿Quién estaba ahí como para jugarse el cuerpo por él? Facundo, por supuesto, que cambió de dirección y se zambulló una vez más para evitar un saque de fondo del conjunto adversario. Tercer arrojo. Y no consiguió impedir la salida del balón...

Quedaban 22 segundos, tras ocho de locura. Una locura en la que el argentino de 33 años puede envolver al resto, sobre todo, a los hinchas. Lo hará del todo, hasta el éxtasis, si terminare conquistando una vez más la copa de Europa.

Por lo pronto, una muestra numérica de su influencia es elocuente: con Campazzo, Real Madrid registró en la etapa regular 79,4% de eficacia (27 éxitos y 7 caídas en las 34 fechas); Estrella Roja, su equipo de la temporada anterior, quedó antepenúltimo entre los 18 clubes con 32,4% (11-23).

La Casa Blanca gana. Y con el 7, da espectáculo, entre fantasías y corajeadas.