Experto de la ONU y ex primer ministro es nombrado para dirigir el gobierno de transición de Haití
Un veterano experto en desarrollo de Naciones Unidas que fue uno de los principales asesores del ex presidente Bill Clinton tras el devastador terremoto de 2010 en Haití fue seleccionado próximo primer ministro del país.
Será la segunda vez que Garry Conille ocupe el cargo más importante del gobierno haitiano. Fue elegido por votación para el cargo a finales de 2011 por el Parlamento haitiano tras cinco meses de bloqueo político. Pero las tensiones con el entonces presidente, Michel Martelly, obligaron a Conille a renunciar.
Tras su salida de la turbulenta política haitiana, Conille, ginecólogo formado en Haití, pasó a trabajar como asesor de la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, en su calidad de copresidente de un panel de la ONU sobre desarrollo. En enero de 2023 fue nombrado director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, con sede en Panamá.
Esta vez no fue un parlamento el que seleccionó a Conille —Haití no ha tenido uno en funcionamiento desde 2020— sino un Consejo que lo escogió por encima de otros cuatro candidatos, entre ellos un ex ministro del Interior que vio pasar a Haití por algunos de sus desastres más devastadores y un ex presidente de la Cámara de Comercio que había prometido innovación.
Seis de los siete miembros con derecho a voto del consejo apoyaron a Conille, de 58 años, quien también tiene experiencia en ayuda humanitaria y realizó su entrevista por videoconferencia porque está actualmente fuera de Haití. El séptimo miembro del Consejo, Laurent Saint Cyr, que representa a la comunidad empresarial, está actualmente de viaje fuera del país.
El nombramiento de Conille ocurre más de un mes después de la toma de posesión del Consejo, el 25 de abril, y en medio de críticas por la falta de urgencia de los miembros a la hora de nombrar a un nuevo jefe de gobierno y de gabinete que ayude a hacer frente a la letal violencia de las pandillas que tiene atemorizados a millones de personas, y a la inminente catástrofe humanitaria.
“El Consejo tiene un problema de liderazgo”, dijo Pierre Esperance, activista de los derechos humanos en Puerto Príncipe. “Los miembros del Consejo luchan por el poder, luchan por la visibilidad, pero no les interesan los problemas del país”.
Esos problemas incluyen el aumento de la violencia por parte de pandilleros armados, que el lunes incendiaron un vehículo policial blindado, hiriendo a un agente. Desde el 29 de febrero, las pandillas han atacado estaciones de policía, destrozado e incendiado docenas de hospitales, escuelas e infraestructura crítica para intentar derrocar al gobierno.
Según la ONU, la violencia ha obligado al menos a 90,000 haitianos a refugiarse en patios de escuelas y plazas públicas de la capital desde principios de año y ha causado la muerte y heridas a más de 2,500 personas.
A pesar de esta terrible realidad, el nuevo consejo presidencial ha tenido un comienzo accidentado y se ha visto bajo presión para actuar con rapidez en la puesta en marcha de un nuevo gobierno de transición.
“Le está costando avanzar y enviar la señal adecuada a la población y a la comunidad internacional”, dijo Jerry Tardieu, fundador del partido político En Avant. “El escepticismo y la desconfianza se están instalando”.
Tardieu es uno de los dirigentes que participó entre bastidores en las negociaciones para un nuevo gobierno de transición en Haití antes de que los grupos armados lanzaran su frente unido, mientras Ariel Henry, el entonces primer ministro, estaba en Kenia ultimando un acuerdo para que una fuerza internacional ayudara a Haití. Tardieu afirmó que “es preocupante darse cuenta de que el consejo está enredado y empantanado en sus tareas iniciales”.
Durante el fin de semana, el Consejo había publicado una orden por la que se prorrogaba durante un mes el mandato de Michel Patrick Boisvert, ministro de Finanzas de Haití, como primer ministro interino. A última hora del lunes, los miembros del Consejo dieron a conocer lo que parecían ser las tan esperadas reglas por las que se regirán los siete miembros con derecho a voto y los dos observadores. Sin embargo, varias personas que vieron el documento dijeron que nadie había visto el texto real.
Poco después se filtró la noticia de que habían seleccionado a Conille, quien junto con los demás finalistas había sido invitado a entrevistarse con el Consejo durante una hora. La siguiente tarea será formar un gabinete, un proceso que será seguido de cerca.
Según Tardieu, el Consejo tiene varios problemas: una estrategia de comunicación en la que los distintos miembros expresan a menudo opiniones divergentes sobre cómo luchar contra las pandillas; falta de transparencia en su proceso de selección para nombrar un nuevo primer ministro, y su frágil legitimidad. A pesar de haberse dado un plazo de 30 días, ninguno de los miembros ha presentado los documentos necesarios que demuestren que cumplen los requisitos legales para formar parte del panel, señaló Esperance, quien dirige la Red de Defensa de los Derechos Humanos.
¿Solución haitiana o solución política?
El acuerdo político por el que se creó el consejo de transición se alcanzó el 11 de marzo, durante una reunión de líderes caribeños en Kingston, Jamaica. Contaron con la asistencia del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien voló a la isla para reunirse con los líderes haitianos, que se vieron obligados a reunirse por videoconferencia porque los ataques de las pandillas habían obligado a suspender todos los vuelos comerciales hacia y desde Puerto Príncipe.
Al aceptar formar parte del Consejo, los miembros acordaron nombrar a un nuevo primer ministro para sustituir a Henry, quien fue obligado a renunciar por Washington cuando pandillas fuertemente armadas pidieron su destitución. Juntos, los miembros del Consejo se encargarían de formar un nuevo gobierno y de preparar al país para la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad encabezada por Kenia para ayudar a la Policía Nacional de Haití a enfrentar a las pandillas. También se supone que deben allanar el camino para la celebración de las tan esperadas elecciones generales, de modo que un nuevo presidente pueda tomar posesión de su cargo en febrero de 2026, poniendo fin al reinado del consejo.
Pero al llevar a cabo la primera tarea, la selección de un primer ministro, el consejo tuvo que enfrentar percepciones de corrupción y acuerdos entre bastidores, y acusaciones de falta de transparencia.
El viernes, al iniciarse el proceso de selección, la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe declaró que esperaba “un proceso transparente que brinde a Haití un primer ministro y un gobierno de transición seleccionados sobre la base del mérito técnico y la imparcialidad”. Otros países también abogaron por la transparencia.
Inicialmente, el Consejo dijo que el proceso se limitaría a solo 15 candidatos. Sin embargo, hubo 68 aspirantes que presentaron sus solicitudes o las enviaron a una dirección de correo electrónico de gmail. Un comité de cinco miembros redujo entonces las opciones a cinco personas, entre ellas Conille, que en su cargo en la ONU supervisaba 36 países y territorios, representando a UNICEF ante gobiernos, donantes, el sector privado y la sociedad civil de la región. También ha trabajado en Jamaica coordinando los servicios de UNICEF para la Haití, Bahamas, Turcos y Caicos y Burundi. Conille comenzó su carrera con la ONU en Haití, con el Fondo de Población de la agencia en 1999. Tras el terremoto, Conille asumió el cargo de jefe de gabinete de la oficina del Enviado Especial de la ONU para Haití, el presidente Clinton.
Los otros cuatro candidatos a primer ministro eran:
▪ Fritz Bélizaire, ex ministro de Deportes cuya selección inicial como primer ministro por parte de cuatro de los miembros del Consejo provocó la primera crisis del grupo y su marcha atrás.
▪ Paul Antoine Bien-Aime, ex ministro del Interior que dirigió Haití durante el segundo gobierno del difunto presidente René Préval , cuando el país se vio azotado por cuatro tormentas y huracanes consecutivos, disturbios por alimentos y un letal terremoto.
▪ Alix Didier Fils-Aimé, empresario que fue presidente de la Cámara de Comercio e Industria y en 2015 se postuló sin éxito para el Senado haitiano.
▪ Jean Rodolphe Joazile, abogado, ex capitán del Ejército haitiano, ministro de Defensa y presidente del Senado haitiano.
Durante el fin de semana, uno de los miembros del Consejo anunció que los cinco finalistas participarían en un debate público. Pero tras las acusaciones de que los miembros del consejo estaban haciendo caso omiso de su responsabilidad, se invitó a los candidatos a participar en las entrevistas.
Haitianos y diplomáticos extranjeros reprocharon a los miembros del Consejo la falta de transparencia en el proceso de selección, preocupados por el tráfico de influencias y los informes de que los miembros del Consejo pudieran haber repartido ya ministerios y puestos clave del gobierno entre sus partidos, que se preparan para las elecciones. También preocupa a los críticos que algunos candidatos con experiencia previa en el gobierno fueran descartados, mientras que otros no.
“Están sembrando muchas dudas sobre la selección en un momento en que el país necesita un primer ministro”, declaró el ex primer ministro Jean Michel Lapin, quien formó parte de la administración del difunto presidente Jovenel Moïse.
Lapin dijo que aunque la comunidad internacional favorece “una solución haitiana, desafortunadamente lo que tienen es una solución política” que, similar a las de años pasados, no resolvió los problemas del país durante los periodos de crisis.
“El comportamiento de los miembros del Consejo demuestra una vez más que no se puede tener una solución política para abordar los problemas de Haití en este momento”, dijo. “Se tiene a un grupo de personas que desde el presidente Moïse estaban luchando por el poder, y continuaron luchando por el poder bajo el primer ministro Ariel Henry y hoy, tienen el poder y ni siquiera tienen la capacidad de gobernar”.
“Esto acabará en una pérdida de tiempo igual que con el gobierno del primer ministro Henry”, añadió Lapin. “A finales de año se le oirá decir que son incapaces de organizar elecciones”.
En una entrevista concedida el lunes a la emisora de radio de Puerto Príncipe Magik 9, el jefe del partido haitiano Tet Kale, Liné Balthazar, acusó a los miembros del Consejo de improvisar y dijo que el público tiene derecho a conocer los criterios usados para seleccionar a la persona encargada de ayudar a Haití a volver a las elecciones democráticas. La lista pasó de 68 a 23 candidatos, luego a 13 y a cinco, dijo Balthazar, sin dar explicaciones sobre cómo se hicieron los recortes.