La evolución política de Mark Zuckerberg
El director ejecutivo de Meta ya no opta por la estrategia de pedir disculpas sobre los problemas de sus plataformas y ha dicho que quiere volver a su ideal original sobre la libertad de expresión.
En noviembre de 2016, mientras se culpaba a Facebook de un torrente de noticias falsas y teorías conspirativas que se arremolinaban en torno a la primera elección de Donald Trump, el director ejecutivo de esa red social, Mark Zuckerberg, escribió una publicación en la que pedía disculpas.
En su mensaje, Zuckerberg anunció una serie de medidas que pensaba adoptar para enfrentar la información falsa y engañosa en Facebook, como trabajar con verificadores de hechos.
“En resumen: nos tomamos en serio la desinformación”, escribió en un mensaje personal de Facebook. “Hay muchas organizaciones respetadas de verificación de datos”, añadió, “y, aunque nos hemos puesto en contacto con algunas, pensamos aprender de muchas más”.
Ocho años después, Zuckerberg ya no se disculpa. El martes anunció que Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Threads, finalizaba su programa de verificación de datos y volvía a sus raíces en torno a la libertad de expresión. Dijo que el sistema de verificación de datos había originado “demasiada censura”.
Fue el último paso en la transformación de Zuckerberg. En los últimos años, el director ejecutivo, que ahora tiene 40 años, se ha alejado de su enfoque de mea culpa ante los problemas de sus plataformas sociales. Harto de lo que a veces ha parecido una crítica incesante contra su empresa, ha dicho a ejecutivos cercanos que quiere volver a su pensamiento original sobre la libertad de expresión, que implica una mano más ligera en la moderación de contenidos.
Zuckerberg ha remodelado Meta a medida que realizaba el cambio. Ha desaparecido la herramienta de transparencia CrowdTangle, que permitía a investigadores, académicos y periodistas controlar las teorías conspirativas y la desinformación en Facebook. El equipo de integridad electoral de la empresa, anunciado en su día como un grupo de expertos centrado exclusivamente en cuestiones relacionadas con el voto, se ha sintetizado en un equipo de integridad general.
En su lugar, Zuckerberg ha promovido los esfuerzos tecnológicos de Meta, incluidas sus inversiones en el mundo inmersivo del llamado metaverso y su atención a la inteligencia artificial (IA).
La transformación de Zuckerberg ha sido visible en sus redes sociales. Las fotos en las que aparecía incómodo con traje y corbata testificando ante el Congreso han sido sustituidas por videos en los que aparece con el pelo más largo y cadenas de oro, compitiendo en deportes extremos y, a veces, cazando su propia comida. Ya no aparecen largas publicaciones en Facebook asesoradas por abogados sobre el compromiso de Meta con la democracia. En su lugar, ha publicado bromas en Threads respondiendo a atletas famosos y videos que muestran las iniciativas de IA más recientes de la empresa.
“Esto demuestra que Mark Zuckerberg siente que la sociedad acepta mejor los puntos de vista libertarios y de derecha que siempre ha tenido”, dijo Katie Harbath, directora ejecutiva de Anchor Change, una empresa de consultoría tecnológica, quien anteriormente trabajó en Facebook. “Se trata de un regreso evolucionado a sus orígenes políticos”.
Durante mucho tiempo Zuckerberg ha sido pragmático y ha ido adonde lo llevaran los vientos políticos. Ha cambiado radicalmente de opinión sobre la cantidad de contenido político que debería mostrarse a los usuarios de Facebook e Instagram, afirmando que las redes sociales deberían centrarse en contenido divertido y cercano de familiares y amigos, pero el martes dijo que Meta mostraría más contenido político personalizado.
Zuckerberg ha dicho a ejecutivos cercanos que se siente cómodo con la nueva dirección de su empresa. Considera sus pasos más recientes como un regreso a su pensamiento original sobre la libertad de expresión, con Meta limitando su vigilancia y control del contenido, dijeron dos ejecutivos de Meta que hablaron con Zuckerberg la semana pasada.
Zuckerberg nunca se sintió cómodo con la participación de verificadores de hechos, académicos o investigadores externos en su empresa, dijo uno de los ejecutivos. Ahora considera un error muchas de las medidas adoptadas tras las elecciones de 2016, según los dos ejecutivos.
“Los verificadores de datos han sido demasiado tendenciosos políticamente y han destruido más confianza de la que han creado”, dijo Zuckerberg el martes en un video sobre el fin del programa de verificación de datos, haciéndose eco de declaraciones realizadas por altos funcionarios republicanos a lo largo de los años.
Meta declinó hacer comentarios.
Quienes conocen a Zuckerberg desde hace décadas lo describen como un libertario nato, que disfrutaba leyendo libros que ensalzaban la libertad de expresión y el sistema de libre mercado después de abandonar sus estudios en Harvard para fundar Facebook en 2004. A medida que su empresa crecía, también lo hacían las presiones para que respondiera mejor a las quejas de líderes mundiales y grupos de la sociedad civil de que no hacía lo suficiente para moderar el contenido de su plataforma.
Las crisis, incluido el genocidio de Birmania, en el que se culpó a Facebook de permitir la propagación de discursos de odio contra el pueblo musulmán rohinyá, obligaron a Zuckerberg a ampliar los equipos de moderación y a definir normas sobre la expresión en sus redes sociales.
Personas cercanas a él, como la exdirectora de operaciones de Meta, Sheryl Sandberg, le aconsejaron que se implicara más en la política. Tras las elecciones de 2016, Zuckerberg emprendió una campaña pública para limpiar su nombre y redimir a su empresa. Celebró reuniones regulares con líderes cívicos e invitó a políticos a visitar la sede de su empresa, puso en marcha herramientas de transparencia como CrowdTangle y contrató a verificadores de hechos.
En 2017, anunció que estaba haciendo una “gira para escuchar” por todo Estados Unidos con el fin de “obtener una perspectiva más amplia” de cómo utilizaban Facebook los estadounidenses. Las fotos con agricultores y trabajadores del sector automovilístico, similares a las de una campaña, levantaron especulaciones sobre la posibilidad de que se postulara a un cargo político.
A pesar de sus esfuerzos, se siguió culpando a Zuckerberg de la desinformación y las falsedades que se difundieron en Facebook e Instagram.
En octubre de 2019, Zuckerberg empezó a contratacar. En un discurso pronunciado en la Universidad de Georgetown, dijo que Facebook se había fundado para dar voz a las personas.
“Estoy aquí hoy porque creo que debemos seguir defendiendo la libertad de expresión”, dijo.
En 2021, cuando estallaron los disturbios del 6 de enero en el Capitolio estadounidense tras las elecciones presidenciales, Meta volvió a ser considerada responsable de propagar discursos que fomentaron la violencia. Dos semanas después, Zuckerberg dijo a los inversionistas que la empresa estaba “estudiando medidas” para reducir el contenido político en Facebook.
Su evolución desde entonces ha sido constante. Los ejecutivos que presionaron a Zuckerberg para que se involucrara directamente en política, incluida Sandberg, han abandonado la empresa. Sus colaboradores más cercanos ahora aplauden que se centre en sus propios intereses, que incluyen los deportes extremos y rapear para su esposa, así como la promoción de las iniciativas de IA de su empresa.
En una entrevista en un pódcast en San Francisco que Zuckerberg grabó en directo ante un público de 6000 personas en septiembre, habló durante casi 90 minutos sobre su amor por la tecnología. Dijo que debería haber rechazado las acusaciones de que su empresa era responsable de los males de la sociedad.
“Creo que el error de cálculo político fue un desacierto de 20 años”, dijo. Añadió que podría costarle otra década volver a situar la marca de su empresa donde él quería.
“Lo superaremos y saldremos fortalecidos”, dijo Zuckerberg.
Sheera Frenkel
es una periodista que vive en el Área de la Bahía de San Francisco y cubre las formas en que la tecnología afecta la vida cotidiana, enfocándose en las empresas de redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, YouTube, Telegram y WhatsApp. Más de Sheera Frenkel
Mike Isaac
es reportero de tecnología para el Times radicado en San Francisco. Cubre regularmente Facebook y Silicon Valley. Más de Mike Isaac
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