Enojo y angustia: caos en Aeroparque por vuelos cancelados y demorados como consecuencia del temporal
La situación era caótica en el Aeroparque Jorge Newbery, como consecuencia de la alerta de tormenta eléctrica que rigió en la ciudad hoy.
En una recorrida de LA NACIÓN por el lugar se veían filas extensas de pasajeros con sus equipajes que esperaban información sobre sus vuelos. La escena era consecuencia de 30 servicios cancelados y 62 demorados por el fuerte temporal que arreció sobre la ciudad, según informaron a este medio voceros de Aeropuertos Argentina 2000, la concesionaria de la terminal.
Las escena se completaba con adultos mayores que esperaban, sentados, certezas sobre los servicios, mientras otros, estaban parados porque todos los asientos estaban ocupados. Había chicos que, impacientes, lloraban, mientras sus padres trataban de disimular el malestar.
“Tenemos que viajar a Iguazú para el nacimiento de mi nieta. Nace este fin de semana. Ya tenemos el hotel pago, pero nos cancelaron el viaje, así que la noche de hoy la perdemos”, se lamentó Sandra.
“Sería muy triste no poder estar para el nacimiento y para apoyar a mi hija. Ella hizo tratamientos para poder quedar embarazada. Junto a su pareja, estuvo muchos años intentando. Queremos estar ahí para ella”, dijo, visiblemente angustiada, mientras tomaba la mano de su marido, junto a quien estaban haciendo una fila hacía más de tres horas.
Rubén Ugarte, de 63 años, y Marilú Aguilar, de 62, viven en Canadá y estaban de vacaciones en la ciudad. Tenían pensado viajar a Misiones para ver las Cataratas del Iguazú durante el fin de semana, pero su vuelo de Aerolíneas Argentinas fue cancelado.
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“Nosotros viajamos mucho por el mundo y jamás nos pasó algo así. Una desorganización tremenda. La comunicación de los empleados es ineficiente, no nos dan respuesta. Sabemos que el próximo vuelo sale mañana a las 5 de la madrugada, pero la empresa no se hace cargo ni del hotel ni de la comida, como sucede en otros países”, exclamó Ugarte.
“El lunes tenemos que volver a Canadá y ese vuelo sí que no lo podemos perder, entonces no sabemos qué hacer”, explicó el hombre, quien estaba en la fila desde hacía dos horas.
Adelante de la pareja se encontraban Daniel Quattrini, de 62 años, y su esposa. Ellos son de Mendoza, pero viajaban a El Calafate para pasar unos días de vacaciones.
“El vuelo tenía que salir a las 15.15 y recién a las 15.20 nos dijeron que se había cancelado. Las valijas ya las habíamos despachado. Cuando tuvimos que ir a buscarlas fue un caos porque no sabíamos a dónde teníamos que ir, no nos decían en dónde estaban. Nadie sabía nada, todos dando vueltas por el aeropuerto”, expresó Quattrini.
Silvina González, tiene 57 años. Su enojo era visible: le cancelaron un vuelo a Mendoza, ciudad en donde se realizará el casamiento de su sobrino, de quien además es madrina.
“El vuelo tenía que salir a las 15.15 y en las pantallas se indicaba que todo iba bien. Pero cuando llegó al hora nos avisaron que se había cancelado y que debíamos llamar a un call Center”, explicó. Y agregó: “Obviamente nadie nos atendió, estaba saturado. Eran las 6 de la tarde y nadie nos decía nada, un desastre todo. Las valijas ya estaban despachadas. Los empleados de Flybondi nos dieron escasa información sobre lo que ocurría y las filas para averiguar qué sucede son eternas”.
No solo la ciudad sufrió el temporal. También en Chivilcoy las lluvias y los vientos provocaron la voladura de techos y de postes de alumbrado.