¿A quién hago caso en el enfrentamiento entre OMS y FDA por el aspartamo?

La OMS incluye el aspartamo en la categoría 2B de "posiblemente cancerígeno"

El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados del mundo, sobre todo en refrescos
El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados del mundo, sobre todo en refrescos "bajos en azúcar" | REUTERS/Shannon Stapleton

El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo. Es doscientas veces más dulce que el azúcar y gracias a sus propiedades hipocalóricas lo encontrarás en miles de marcas de postres, chicles, caramelos, dulces y, sobre todo, en refrescos gaseosos que se anuncian como cero azúcar. Si en un supermercado te encuentras con un alimento o una bebida que se anuncia como “Light, Diet o Bajo en azúcar” es muy probable que en su etiqueta se lea el indicativo de E 951, correspondiente al aspartamo.

Pronto se cumplirá medio siglo desde su aprobación en 1974 por la FDA (la agencia estadounidense que regula los alimentos y los medicamentos) y su trayectoria ha estado marcada por la polémica. De hecho, esta autorización fue revocada en 1980 para volver a ser aprobada un año después. Por el camino se han encontrado estudios defectuosos, fuertes presiones de la industria, juicios televisados y hasta retiradas voluntarias en algunos países. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, las controversias parecían haberse aplacado y tras la publicación de cientos de estudios confirmando su seguridad, más de 100 agencias reguladoras diferentes lo consideraban seguro para el consumo humano.

Esta aparente tranquilidad se ha vuelto a agitar nuevamente cuando, hace tan solo unos días, la principal agencia de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud ha revuelto el río anunciando que incluía al aspartamo en su célebre (y muy incomprendida) clasificación de agentes y sustancias cancerígenos, dentro de la categoría 2B de “posiblemente cancerígeno”.

Diferentes edulcorantes y su comparación con el azúcar. El aspartamo es unas 200 veces más dulce que el azúcar | FDA
Diferentes edulcorantes y su comparación con el azúcar. El aspartamo es unas 200 veces más dulce que el azúcar | FDA

Comencemos por la clasificación de la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer), una clasificación que suele resultar confusa para el público en general por lo que es conveniente empezar aclarando que no mide la peligrosidad de una sustancia, sino lo seguros que estamos de que dicha sustancia tengan relación directa con causas de cáncer. Esto significa que podemos encontrar en una misma categoría dos sustancias o agentes muy diferentes que pueden causar daños muy diferentes ya que la clasificación de la IARC no mide el daño que hacen sino la cantidad de evidencias que tenemos de que son peligrosos. Un ejemplo para entender cómo funciona esta clasificación IARC es encontrar en la misma categoría fumar o tomar el sol o comer carne procesada: tenemos evidencias suficientes para incluir estas tres actividades dentro de la misma categoría A, pero las tres no son igual de peligrosas.

Una vez que entendemos cómo funciona la clasificación de la IARC, es momento de analizar el anuncio de la OMS incluyendo al aspartamo en la categoría 2B, es decir “posiblemente cancerígeno para los humanos” en base a evidencia "limitada" de cáncer en humanos. También hubo evidencia "limitada" de cáncer en animales de experimentación y evidencia mecanicista "limitada". El anuncio se puede encontrar tanto en la web oficial de la OMS como en el artículo científico publicado en The Lancet hace unos días.

Clasificación de agentes y sustancias cancerígenos realizado por la IARC/OMS | Naukas, Carolina Jiménez
Clasificación de agentes y sustancias cancerígenos realizado por la IARC/OMS | Naukas, Carolina Jiménez

Y es aquí donde entra la agencia estadounidense FDA publicando un comunicado oficial en el que afirma que no está de acuerdo con la OMS. En la nota de prensa, titulada “respuesta de la FDA a las revisiones externas de seguridad del aspartamo”, afirma que “no está de acuerdo con la conclusión de que los estudios respalden la clasificación del aspartamo como un posible carcinógeno para los humanos”. Para la FDA “el aspartamo es uno de los aditivos alimentarios más estudiados en el suministro de alimentos humanos y sus investigadores no han encontrado problemas de seguridad cuando se usa aspartamo en las condiciones aprobadas”.

Los científicos de la FDA ponen en duda los resultados de la OMS y afirman que ellos mismos también “revisaron la información científica incluida en la revisión en 2021 cuando estuvo disponible por primera vez e identificaron deficiencias significativas en los estudios en los que se basó la IARC”. Esta disparidad de posiciones puede confundir al público general que en estos momentos se estará preguntando quién tiene razón y a quién hacer caso en el tema del aspartamo…

La cuestión que se enuncia en el titular ha sido recurrente estos últimos días y lo cierto es que la respuesta es más sencilla de lo que se podría pensar. Esta discusión entre agencias no es tan aparatosa como pueda parecer.

Tal y como recuerda Esther Samper, “que el aspartamo se encuentre en el grupo 2B como posiblemente cancerígeno significa que existen pruebas científicas limitadas sobre este efecto en humanos. Al ser limitadas, no se puede afirmar que el aspartamo provoque cáncer, ni tampoco que este efecto sea probable”… En realidad, la FDA y la OMS no están tan alejadas en sus planteamientos.

De hecho, el propio Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS afirma en Natureque “no hay evidencia convincente a partir de datos experimentales o humanos de que el aspartamo tenga efectos adversos después de la ingestión, dentro de los límites establecidos por el comité anterior”. Es más, la misma OMS explica en su nota de prensa que el consumo habitual de aspartamo es seguro y que “no hay ninguna razón para cambiar la ingesta diaria admisible (IDA) previamente establecida de 0 a 40 mg/kg de peso corporal para el aspartamo”. En definitiva, tanto el Comité de la OMS como la FDA coinciden en que “el consumo de una cantidad diaria dentro de esos límites es seguro e inocuo”.

Niveles de seguridad en el consumo de diferentes edulcorantes | FDA
Niveles de seguridad en el consumo de diferentes edulcorantes | FDA

Ya en el siglo XV, el alquimista y médico suizo Paracelso solía decir que “nada es veneno y todo es veneno: la diferencia está en la dosis”. Aunque algunos medios de comunicación hayan fijado el foco en el aparente desacuerdo de las dos agencias, la realidad es que no hay grandes cambios respecto a lo que ya sabíamos: el consumo de aspartamo no presenta peligro dentro de la cantidad diaria recomendada, que no ha cambiado.

En definitiva, el aspartamo sigue siendo un edulcorante seguro siempre que su consumo se mantenga dentro de unos márgenes más que generosos de 40 miligramos de aspartamo por kilogramo de peso corporal. Son límites son bastante amplios y la OMS pone un ejemplo claro: con una lata de refresco dietético que contenga 200 o 300 mg de aspartamo, un adulto que pesa 70 kg necesitaría consumir más de 9-14 latas al día para exceder la ingesta diaria admisible, si no se consumen otros alimentos.

En estos momentos las pruebas científicas que poseemos (y la OMS reconoce haber analizado 1300 estudios y 7000 referencias) tan solo nos ofrecen una evidencia limitada de su posible carcinogenicidad en seres humanos y por tanto su clasificación en la categoría 2B no es preocupante y su consumo, dentro de los límites que ya teníamos, sigue siendo seguro.

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Referencias científicas y más información:

Elio Riboli et al. “Carcinogenicity of aspartame, methyleugenol, and isoeugenol” The Lancet, (2023) DOI:10.1016/S1470-2045(23)00341-8

Nota de prensa de la OMS | Nota de prensa de la FDA

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