Emiliano Grillo: la defensa del título del PGA Tour y lo que no está dispuesto a hacer en busca de ser uno de los mejores golfistas del mundo

Emiliano Grillo, un momento de replanteos antes de defender el título que ganó en mayo del año pasado en Fort Worth, Texas
Emiliano Grillo, un momento de replanteos antes de defender el título que ganó en mayo del año pasado en Fort Worth, Texas - Créditos: @DYLAN BUELL

No es su mejor momento golfístico y ni siquiera él sabe qué le pasa. Pero Emiliano Grillo tiene un buen motivo para recargarse de optimismo: desde este jueves defenderá el título del Charles Schwab Challenge, que en mayo del año pasado significó su segundo título del PGA Tour y con el que cortó 7 años, 7 meses y 10 días de sequía en el máximo circuito. Es la ocasión justa para barajar y dar de nuevo.

Hay dos momentos específicos que se recuerdan de aquella victoria del chaqueño de 31 años en Fort Worth Texas. Uno, cuando su pelota navegó como un barco de papel por una corriente de agua, tras su salida desviada hacia la calle de la derecha del hoyo 18, situación que lo obligó a ir a un desempate con Adam Schenk. La otra imagen se produjo cuando buscó despejarse antes del playoff en el Colonial Country Club, con la idea de olvidarse rápido del doble bogey que le impidió cerrar el torneo en los 72 hoyos: mientras ensayaba swings desde un tee de salida, invitó a dos niños del público que lo miraban fascinados desde detrás de una valla a sumarse a la práctica. Y una vez que se impuso en el playoff, les regaló gorras, pelotas firmadas y un guante.

De vuelta en el presente, Grillo se refirió al campo del Colonial Country Club, en una charla por zoom para la prensa latina: “Se ve que hicieron un gran trabajo, es una cancha que me encanta y que no solo me trae buenos recuerdos, sino que también me gusta mucho jugarla”, se entusiasmó.

Emiliano Grillo, vencedor en mayo de 2023 del Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas
Emiliano Grillo, vencedor en mayo de 2023 del Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, Fort Worth, Texas - Créditos: @LM Otero

-¿Cómo llegás esta semana para la defensa del título del Charles Schwab Challenge?

-Quizás no en mi mejor momento de resultados; la verdad es que el golf es un deporte bastante raro: de una semana a otra las cosas pueden cambiar, así que las expectativas son las mismas que cada semana.

-¿Qué análisis hacés de la temporada hasta el momento?

-Las razones no son fáciles de encontrarlas, en algunas vueltas me encuentro jugando bien, sólido, pero de repente empiezan los errores tontos, algunas decisiones malas, swings que no van…. Es difícil encontrarle una explicación y es cuestión de seguir intentando y dando lo mejor. A veces hay que saber que estás atravesando una tormenta y esperar que pase lo más pronto posible, pero hay que seguir trabajando. ¿En qué? En todas las áreas de juego, realmente no hay nada específico en este momento.

-En los majors que jugaste en 2024 no tuviste el rendimiento esperado y no superaste el corte en el Masters y el PGA Championship, ¿Qué sucedió en ellos?

-Los majors te exponen más que otros torneos: en el PGA Championship tenés 130 mejores jugadores del mundo, que sumados a los 20 profesionales del club son 150, mientras que en Augusta juegan 80 pero hay 75 de los mejores del mundo. Como digo: las canchas y el field te exponen cuando no estás jugando bien. Esperé al Masters y jugué el peor golf de los últimos 5/6 años y en el PGA tuve algunas decisiones malas, que se van sumando. El golf es un deporte raro, en el que no sabés por donde viene la falla; hay que seguir y no existe una razón específica en los majors que pueda decir. También me pasó en los otros torneos: hay una cancha que me encanta como la de Harbour Town, en Hilton Head Island, un lugar que siento que tengo chances de ganar, y allí quedé prácticamente último. Por ahí no es el field o la cancha, sino el juego de uno.

Grillo, durante la segunda vuelta del último Masters: terminó en la última posición
Grillo, durante la segunda vuelta del último Masters: terminó en la última posición - Créditos: @MADDIE MEYER

-¿Cuáles son tus expectativas de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024?

-Le Golf National, una cancha que jugué tres o cuatro veces cuando estuve en el Tour Europeo, no juega tan larga en el verano, pero tiene mucha agua por todos lados y puede jugar muy larga si no hay lluvias. Sin desmerecer a los Juegos Olímpicos, todas las semanas son lo mismo y el formato no cambia: hay que ir y ganarle al resto del field, ya sea un certamen del PGA Tour, un major o los Juegos Olímpicos. La presión cambia un poco porque el objetivo es un poco más pequeño, solo terminar 1°, 2° o 3°. Mientras que en el circuito jugás todas las semanas para un objetivo definitivo que es al final de la temporada llegar al Tour Championship. Aquí la presión es máxima porque el objetivo es la medalla. Es nuestro mundial de fútbol, es cada 4 años y muy pocos tienen la posibilidad de decir que son medallistas olímpicos. En el golf hay menos historia, pero eso no hace que sea uno de los premios más grandes del golf.

-Jugaste las primeras dos vueltas con Alejandro Tosti en el PGA Championship ¿Cómo lo viste?

-Le veo un gran futuro. Pega sumamente largo y funciona muy bien arriba del green. Lo vi jugar jueves y viernes y me contaron lo del domingo, cuando tiró directo al green en el hoyo 13 y logró un águila. Quizás, si venís peleando el torneo no lo hacés, son las cosas que uno hace cuando ya no estás tan metido. O tal vez sí lo hubiese hecho igual, no lo sé. Pero creo que en cuanto a juego tiene un gran futuro.

-Hablabas de las canchas de golf en las que te sentís cómodo, ¿Qué experiencia tenés en Pinehurst, donde se jugará este año el US Open y en Royal Troon, sede del Open Británico?

-No conozco Pinehurst, pero es un US Open, con greens duros y donde es difícil dejarla cerca. Y siento que Royal Troon me gusta mucho; quizás las canchas del Open no se adaptan tanto a mi juego, pero es uno de los torneos en los que más me divierto y donde mejor la paso cuando llevo a la familia, antes o después del evento. Son semanas muy lindas, y me gusta volver a Troon, un lugar que me resulta familiar y en donde tuve un buen resultado en 2016 cuando jugué allí (12º) . Siempre trato de dar lo mejor, sea una cancha conocida u otra que no conozca. La mentalidad no cambia, pero está bueno volver a un lugar con buenos recuerdos.

-Sos amigo de Xander Schauffele, ¿qué significó para vos su victoria del domingo pasado en el PGA Championship?

-Súpermerecido, es un chico que trabaja muy duro y mucho, que trata de ser el número uno del mundo y deja cosas de lado que otras personas no. Tengo la suerte de ver el detrás de escena de su trabajo y observo todo el esfuerzo que hace. Yo, personalmente, no estoy dispuesto a hacerlo, así que cuando veo que alguien deja su 100 % para ser el número uno del mundo, le da frutos y lo veo ganar un major, me pone muy feliz. No tengo dudas de que será cuestión de tiempo para que llegue el segundo torneo grande en su carrera y también de que sea el N° 1.

-¿Qué hace Schauffele que vos no estás dispuesto a hacer?

-Dedicar tiempo, tiempo fuera de casa, tiempo extra de entrenamiento... Yo sé que mi despertador suena a las 8 y el de él suena a las 6. Son dos horas más de entrenamiento. Cuando yo termino de practicar, él sigue practicando y es eso. Mi prioridad son otras cosas en la vida y él decide dejarlas de lado en pos de su objetivo. El quiere ser el número uno del mundo y da todo por serlo. Muy pocos jugadores en el mundo hacen lo que él está dispuesto a hacer.

-Se notó tu facilidad para interactuar con esos dos chicos, cuando esperabas el playoff en Fort Worth Texas, y también lo hacés con los menores cada vez que volvés a Argentina. ¿Qué consejos le darías a los chicos que quieren seguir tu camino?

-Tengo dos mensajes para ellos. Este es un deporte extremadamente difícil y muy solitario, que te tira más para abajo que para arriba, donde los bajos son muy bajos. Tienen que estar preparados para una carrera muy dura. Y lo segundo es que siempre sueñen en grande y den lo mejor. Trato de ser honesto y directo con los chicos y les digo que es una profesión que los va a arrastrar por el suelo más veces que las otras, pero cuando estás arriba parece que estás en lo más alto del mundo. Lo grande es muy grande y vale la pena.