Este emblemático hotel de Coconut Grove reabrió. Eche un vistazo a la renovación de $50 millones

Cuando uno abre la puerta principal del nuevo Mayfair House Hotel & Garden —la puerta original de madera tallada que ha sido restaurada con cariño— se entra en el pasado y se mira al futuro.

Su primer paso en el interior revela un exuberante jardín tropical, un oasis alejado de las bulliciosas calles de Coconut Grove. Salga al patio al aire libre repleto de vegetación y contemple los pisos superiores, donde las pasarelas exteriores conducen a habitaciones frescas, oscuras y elegantes. Tome asiento, pida una bebida y maravíllese de que, de alguna manera, milagrosamente, se haya conservado un trozo del pasado del Grove.

La historia está en peligro de extinción en Coconut Grove en estos días. Mientras que las multitudes han vuelto al reformado CocoWalk y a los numerosos restaurantes nuevos, los encantadores bungalows antiguos están siendo sustituidos por enormes cubos de concreto a un ritmo alarmante, y la gentrificación amenaza al histórico barrio Black Grove.

El nuevo Mayfair, sin embargo, rinde homenaje a todo lo que hacía especial al Grove.

La renovación de $50 millones del hotel, que se inauguró en 1985 y fue diseñado por el arquitecto Kenneth Treister, se completó en dos años. Mantener la visión única de Treister —los edificios de Barcelona del arquitecto español Antonio Gaudí le sirvieron de inspiración— fue una pieza crucial del rompecabezas, según Matthew Goodrich, del estudio de diseño neoyorquino Goodrich, que supervisó la renovación.

“Teníamos tanto amor por el edificio”, dijo Goodrich. “Kenneth Treister ha reunido tantas referencias de diseño inusuales en un lenguaje completo. Lo primero que pensamos fue: ¿Cómo nos mantenemos al margen y al mismo tiempo lo refrescamos? ¿Cómo recuperamos elementos y hacemos un nuevo conjunto de capas que aumenten lo que hay?”.

Así es cómo: conservar las piezas originales, como las puertas de entrada, las grullas ornamentales que se elevan por el patio y las aldabas originales de las habitaciones del hotel. Crear luz en el pequeño vestíbulo, antes oscuro, añadiendo ventanas y una instalación del artista Michele Oka Doner. Resucitar el Mayfair Grill con un nuevo concepto y menú. Convertir una fuente enterrada desde hace tiempo en un restaurante,y un ascensor en un bar que sirva cocteles artesanales.

Y lo que es más importante, hacer hincapié en el patio como pieza central de la experiencia.

“Seguimos la visión de Kenneth Treister para el edificio”, dijo Ilan Segal, fundador de Soulity, que supervisa la dirección creativa de los hoteles de estilo de vida de Brookfield Properties, el grupo propietario de Mayfair. “Siempre lo imaginó como un hotel con jardín ante todo”.

El jardín se había descuidado con el paso de los años, y el azulejo de su característica fuente estaba astillado y roto. Goodrich tuvo que recrear e igualar los originales, dijo Segal, y añadió: “No queríamos perderlo”. Ahora, puedes sentarte entre las plantas y los estanques con una copa burbujeante o un coctel de mezcal o tequila.

En el patio también se encuentra el Fountain Bar, gestionado por Lost Boy & Co., que también se encarga del Mayfair Grill y del SipSip, el bar y restaurante de mariscos de la azotea (Lost Boy también supervisó el programa de bebidas del hotel Esmé Miami Beach). El espacio en el que trabaja el barman fue en su día el hueco de un ascensor. Ahora solo eleva su espíritu, no su cuerpo.

“Aquí es donde vas y pierdes cuatro horas después de dos botellas de rosado”, bromea Chris Hudnall, cofundador de Lost Boy. También podrás pedir comida.

El MayFair Grill, justo al lado del vestíbulo, servirá un menú cercano al corazón de Hudnall: la cocina sonorense con la que creció en Arizona (una ventanita ahí servirá también platos para llevar). El restaurante cuenta con un horno de leña en un lado y una parrilla de fuego abierto de dos metros en el otro.

“Estamos enamorados de la cocina a fuego abierto”, confiesa Hudnall.

El menú a la carta incluye muchas pimientas y especias, así como navajo, pan hinchado con ingredientes sabrosos, como jarrete de ternera o una mezcla de hongos, queso mexicano curado y frijoles.

Siguiendo con la temática del suroeste, el bar contará con más de 80 mezcales y uno 80 o 90 tequilas. Estamos seguros de que todos ellos combinan con el delicioso aperitivo de queso al horno de leña, envuelto en flor de calabaza y hoja de plátano.

En el piso superior en SipSip, el menú se centra en los mariscos, ofreciendo ceviche, cangrejos de piedra, ostras en media concha y rollos de langosta. SipSip tiene su propia cocina, además de su propio programa de cocteles con unos 80 rones. Un luminoso mural de temática caribeña, obra de la artista bahameña Angelika Wallace-Whitfield, marca el tono del espacio de la azotea, con vistas al mar y que incluirá música en vivo y otros eventos.

Mientras que los restaurantes y bares están abiertos al público y fomentan un ambiente soleado y tropical, las habitaciones cumplen una función diferente: la de santuario. Goodrich dijo que, aunque era crucial mantenerse fiel al paisaje y la energía del Grove, el equipo de diseño también comprendió que los huéspedes querrían un refugio.

“Una de las cosas que queríamos hacer era asegurar que el hotel fuera una expresión del lugar donde está”, dijo Goodrich. “Lo que observamos en otros proyectos en la playa es que tienden a ser muy blancos, muy luminosos. Todas las superficies son blancas y la luz rebota. Si estás en el jardín, al sol, puede ser una experiencia hermosa, pero luego anhelas un poco de sombra y frescura, un retiro”.

Así que las 179 habitaciones son relajantes y frescas, pintadas en tranquilos tonos de verde o gris y llenas de muebles hechos a medida, incluidas las cabeceras. Las habitaciones son de diferentes formas y todas tienen balcones, algunos con duchas exteriores para refrescarse mientras se descansa. Otras tienen bañeras independientes en la habitación, un guiño al hedonismo. No hay dos habitaciones iguales, y su tamaño oscila entre los 500 y los 1,124 pies cuadrados.

Las reservaciones de habitaciones ya están abiertas, pero los restaurantes y bares no abrirán al público hasta el 14 de septiembre. Cuando lo hagan, la directora general, Lucy Martin, espera ver a muchos miamenses deambulando para cenar, tomar una copa o asistir a eventos privados.

“Fui a una reunión de la Cámara de Comercio hace un par de semanas y había mucho entusiasmo por el regreso del Mayfair”, dijo. “Es agradable formar parte de la comunidad”.

Goodrich está de acuerdo en que la mezcla de espacio privado y público del edificio lo hace especial.

“Si se quisiera construir este edificio ahora, no creo que se pudiera hacer”, dijo. “El costo sería prohibitivo. Así que fue una oportunidad única de trabajar en un edificio tan especial, pero también de refrescarlo y estabilizarlo. Habría sido muy extraño pasar por encima de todo esto”.

Mayfair House Hotel & Gardens

Dónde: 3000 Florida Ave., Miami

Gran inauguración: 14 de septiembre

Precios: A partir de $300 la noche

Oferta de apertura: reserve dos noches y reciba la tercera gratis; www.mayfairhousemiami.com/offers/

Reservaciones: MayfairHouseMiami.com o 305-441-0000

Servicio de estacionamiento: $45 por noche, $15 para los clientes del restaurante (sin incluir impuestos).