El 'Torito' y su deliciosa cena para Navidad y Año Nuevo que parece premio en lugar de castigo

El Torito siempre es generoso con los detenidos el 24 y 31 de diciembre: habrá pozole en Año Nuevo. (Getty Images)
El Torito siempre es generoso con los detenidos el 24 y 31 de diciembre: habrá pozole en Año Nuevo. (Getty Images)

Una noticia se repite todos los años y genera la misma sorpresa: el menú que ofrecerá El Torito, como se conoce al Centro de Sanciones Administrativas de la Ciudad de México (nadie le dice de ese modo y sí por su apodo). En el mes final del año, se realizan controles para evitar que los conductores vayan ebrios al volante —y evitar así accidentes—. A quienes no superan el examen del alcoholímetro, se les remite a El Torito. También se realiza en otras fechas festivas, como el 15 de septiembre. El operativo decembrino es efectivo durante todo el mes, pero, claro, las fechas que más acaparan atención son el 24 y el 31.

El llamado arresto administrativo puede llegar hasta las 36 horas. Además, los infractores pueden hacerse acreedores a una multa de hasta 6 mil 225 pesos. A nadie le gustaría pasar por esto —y es tan fácil como no manejar tomado—. Detención en las noches más especiales del año, con el vehículo enviado al corralón, y una multa por pagar... Pero incluso en ese escenario, no todo es negativo para los infortunados que caen en la desgracia mayor. Al menos pueden llevarse una muy buena cena. En verdad muy buena. Tanto que hasta causa envidia.

Cochinita pibil, el plato fuerte de Navidad para los detenidos en El Torito. (Getty Images)
Cochinita pibil, el plato fuerte de Navidad para los detenidos en El Torito. (Getty Images)

Basta con revisar el menú de este año: para el 24, como entrada, sopa a la crema con trocitos de jamón y durazno. El plato fuerte será cochinita pibil con su infaltable cebolla morada. El postre, ensalada de manzana. Y no faltará la bebida: ponche de frutas, sin piquete, claro está. Realmente es difícil establecer cuál menú será mejor entre este y el del 31 de diciembre: arroz como entrada (ahí va ganando la sopa a la crema), pozole de cerdo en el plato fuerte (tostadas incluidas, faltaba más), también ensalada y ponche para completar la degustación. Vaya, una combinación que cualquier firmaría para esos dos días.

No faltan las bromas típicas: que comen mejor quienes caen en El Torito que aquellos que hacen de cenar en casa (y no está muy desacertado el chiste). Y por eso algunos sostienen que hasta es mejor caer voluntariamente en detención para garantizar una cena deliciosa. De alguna forma sirve como consuelo: se pierden la fiesta en casa, y pagan con ello las consecuencias de su irresponsabilidad, pero tienen una cena de primera, que sirve, en cierta medida, para acompasar el dolor y la pena de estar detenido.

Ponche, la bebida de ambos días festivos, sin alcohol, claro. (Getty Images)
Ponche, la bebida de ambos días festivos, sin alcohol, claro. (Getty Images)

Pero finalmente es el precio a pagar por poner en riesgo vida propia y la de otros. Muchas veces, por no decir que siempre, los anuncios de televisión cansan. Tanto así que los eslóganes se sienten vacíos y, de tan repetitivos, pasan a ser ignorados en automático. Sí, ya se sabe que el cigarro provoca cáncer, que hay que evitar los azúcares, que es malo comprar películas piratas. Dentro de esas frases hechas, la de "si tomas, no manejes" debe ser una de las más emitidas de la historia. Y también de las más ignoradas. En diciembre del año pasado, cayeron en 'El Torito' capitalino mil 750 personas. Nadie se enteró de los comerciales.

Tan sencillo que sería hacerle caso, una vez en la vida, a un anuncio de televisión. Pero no. Más bien la consigna se cambia, como si el cerebro invirtiera la consigna de la petición: "si tomas, maneja", es lo que parecen escuchar muchos. Y más todavía: "si tomas, maneja, de todas formas en El Torito dan muy buena cena". Una cena de lujo. Consuelo de muchos, envidia de tantos más.

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