El inútil y solitario 'pataleo' de Xóchitl Gálvez por la elección que le dio el triunfo a Claudia Sheinbaum

Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de México por parte de la alianza opositora. |  REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha
Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de México por parte de la alianza opositora. | REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha

El proceso de la sucesión presidencial en México llegó a su término en su etapa electoral. El resultado final indica que Claudia Sheinbaum ganó con el 60% de los votos, Xóchitl Gálvez obtuvo el 29% y Jorge Álvarez Máynez el 11%. El resultado es definitivo y como siempre sucede sólo gana el primer lugar, aunque, al segundo lugar se le respeta el derecho al pataleo.

El resultado electoral indica que Xóchitl Gálvez no logró su objetivo de hacerse de la presidencia y por eso, la noche en la que el Instituto Nacional Electoral adelantó las tendencias en las que anunció que Claudia Sheinbaum había ganado, reconoció su derrota y felicitó a la próxima presidenta de México.

En ese momento, Gálvez dijo que lo hacía porque es una demócrata y las tendencias no le favorecían. “Reconocí el resultado porque amo a México y sé que si le va bien a su gobierno le va a ir bien a nuestro país.” Afirmó que continuará vigilando y proponiendo soluciones para los problemas. No cerró la puerta cuando dijo: “Nos vemos en seis años, o en tres”.

La ley tiene previsto que los candidatos inconformes tengan la posibilidad de impugnar los resultados y parece que Xóchitl Gálvez procederá en consecuencia, según comentó en redes sociales esa determinación, un día después de haber aceptado su derrota.

En su cuenta de X escribió Xóchitl Gálvez lo que por meses denunció en sus discursos de campaña: “Todos sabíamos que nos enfrentábamos a una competencia desigual contra todo el aparato del Estado dedicado a favorecer a su candidata. Todos nos dimos cuenta de cómo el crimen organizado se hizo presente amenazando e incluso asesinando a decenas de aspirantes y candidatos.”

“Esto no termina aquí. Sí presentaremos las impugnaciones que prueban esto que les digo y que todos sabemos. Y lo haremos porque no podemos permitir que tengamos otra elección igual a esta.”

Es cierto lo que dice Xóchitl Gálvez, “todos lo sabíamos” y aún así millones salieron el domingo a las urnas y le otorgaron el segundo lugar en las elecciones y eso no le alcanza para asumir la presidencia. A los que favorecieron a Claudia Sheinbaum no les importó que el Estado la apoyara. Ni les pareció grave que el crimen organizado amenazara y asesinara candidatos. De antemano sabían por quién votar y así lo hicieron. El resultado es que no hubo sorpresas, hubo sorprendidos.

Tiene razón Xóchitl Gálvez cuando dice que no se puede permitir “que tengamos otra elección igual a esta.” Conseguir que esto no suceda otra vez empieza por denunciar y podrá hacerlo ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales, cuyo titular es José Agustín Ortiz Pinchetti, cercano a los afectos de López Obrador, ahí deberá probar lo que “todos sabíamos”. En su denuncia deberá informar cómo se dieron los hechos, fecha de cuando se dieron los hechos, lugar donde sucedieron los hechos. Tal vez le ayude el dato: que documente lo que sucede en las mañanas en Palacio Nacional. Parece que el INE ya lo sabe, pero no puede hacer nada.

No parece buena idea que alguien como Xóchitl Gálvez salga a decir que impugnará la elección en la que quedó en segundo lugar. No dice en su mensaje en redes sociales que va a impugnar el resultado, señala que se inconformará porque fue una competencia inequitativa ya que el “aparato de Estado” se dedicó a favorecer a su candidata y además intervino la delincuencia organizada.

Si decide, más adelante, agregar a su inconformidad impugnar los resultados electorales, como ingeniera que es, se podrá apoyar en la poderosa tecnología que identifica las trampas documentales y las actas son documentos únicos e irrepetibles.

En su mensaje en redes sociales Gálvez no convoca a la “marea rosa” a manifestarse para no permitir “otra elección igual a esta”. Implica que esta será su batalla personal. Ella contra el Estado, contra la delincuencia organizada. No aparecen en su texto Alejandro Moreno “Alito” (PRI), ni Marko Cortes (PAN), menos Jesús Zambrano (PRD) porque ellos ganaron su paso al Senado y la única que perdió fue Xóchitl Gálvez.

La candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez quedó en segundo lugar, ganó experiencia, divulgó su imagen y les dio esperanza y alternativa a millones de mexicanos. Ahora está aprendiendo que a la derrota la acompaña la soledad.

Si en alguna ocasión decide volver a competir por la presidencia Xóchitl Gálvez debe abandonar la idea de cargar un peso muerto como son los partidos que la postularon. Es posible que en seis años alguno de ellos ya no exista, que esté en el bote de la basura de la historia.

No se nota la mano de alguien que la esté empujando a impugnar lo que “todos sabíamos” y aun así millones votaron. Será una batalla contra los molinos de viento.