Contratos de modelo, la trampa de los traficantes sexuales para atraer a sus víctimas

El multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, de 66 años, ha sido acusado formalmente de haber operado durante años una red de tráfico sexual que involucró a decenas de niñas menores de edad.

En medio de una gran explosión mediática, por tratarse de una figura con conexiones poderosas en el mundo de la política y los negocios, el caso de Epstein ha sido vinculado al francés Jean-Luc Brunel, un “cazatalentos” del mundo de la moda acusado de traer chicas del extranjero a Estados Unidos bajo el pretexto de contratarlas como modelos.

Según recoge el segmento The World, de PRI, (Public Radio International) muchas de las víctimas del empresario estadounidense habrían llegado a su red de prostitución a través de Brunel, quien hasta el momento ha negado las acusaciones en su contra.

Fiscales federales de Nueva York presentaron evidencias que probarían que, entre 2002 y 2005, Epstein dirigió una red de tráfico sexual en la que pagó cientos de dólares en efectivo a niñas de 14 años para tener relaciones sexuales con él en su residencia del Upper East Side y su propiedad en Palm Beach, Florida.

El acusado, que se declaró inocente de todos los cargos, también habría pagado a algunas de sus víctimas para que reclutaran a otras niñas y así abusar de ellas.

Epstein era conocido por socializar con políticos y miembros de la realeza, con una larga lista de amigos personales que incluían al hoy presidente Donald Trump, al expresidente Bill Clinton y, según documentos judiciales, al príncipe británico Andrew.

Propuestas engañosas

Anita Teekah, directora del programa contra el tráfico Safe Horizon en la ciudad de Nueva York, explicó a The World que muchas de las víctimas con las que ha trabajado fueron atraídas por reclutadores de modelos y sufrieron explotación sexual dentro de la industria, o fueron traficadas después de ser engañadas con una falsa propuesta laboral.

“Muchas no se identifican a sí mismas como víctimas de trata de personas porque no saben que lo que están experimentando es en realidad eso. Y así, pueden ser forzadas a proporcionar trabajo como modelo o a participar en actividades sexuales comerciales”, dijo.

Según Teekah, un modus operandi de los traficantes es prometer ocho horas de trabajo y periodos de descanso con un buen salario, cuando en realidad las mujeres terminan siendo obligadas a laborar de 16 a 18 horas por un pago mucho más bajo.

Las víctimas, que tienden a ser de Europa del Este, México y América Central, son reclutadas frecuentemente a través de Internet.

“Colocan anuncios en un sitio web que dicen que estamos contratando modelos y el pago sería tan alto y que viajará internacionalmente y ganará tanto dinero que puede enviar a casa y apoyar a su familia; eso es claramente muy atractivo, especialmente para las personas que provienen de un entorno económicamente inestable”, indicó la especialista.

Los traficantes también pueden empezar el reclutamiento disfrazado de una relación romántica. “Y así, una vez que haya un vínculo emocional lo suficientemente profundo, entonces le dirá (a la víctima): ‘Bien, bueno, en realidad, necesito que me hagas un favor. Necesito que hagas este contrato de modelaje’”.

De acuerdo con la experta, la industria del modelaje parece prestarse para esto en gran medida, pero alega que ya están creados los protocolos para hacer frente a este flagelo.

“Cada estado tiene sus propios requisitos legales para garantizar que no haya explotación laboral y tráfico de modelos en la industria. Si las modelos vienen de otro país, entonces depende de esa agencia de modelos en particular”, sostiene.

Epstein fue arrestado la noche del sábado en el aeropuerto de Teterboro, Nueva Jersey, cuando salía de su avión privado al regresar de París.

Más tarde esa noche, los agentes federales incautaron un “vasto tesoro” de fotografías lascivas de mujeres o niñas de aspecto joven en su mansión de New York.

El empresario ahora está acusado de un cargo de tráfico sexual de menores y un cargo de conspiración para participar en el tráfico sexual de menores. Se enfrenta a hasta 45 años de prisión, si es declarado culpable de ambos. Entretanto, se encuentra recluido en el Centro Correccional Metropolitano, un sitio de detención federal en el bajo Manhattan.