Los otros efectos de la pandemia: el drama de la violencia familiar contra los adultos mayores creció en la ciudad

Coronavirus en primera persona: cómo atraviesan el aislamiento los adultos mayores que están solos
durante 2022 se incrementó, respecto a 2021, un 25% las denuncias por violencia contra los adultos - Créditos: @Shutterstock

Es una de las caras más tristes de la salida de la pandemia. La convivencia y el encierro puertas adentro derivaron en un aumento de los casos de violencia familiar. Y las personas mayores fueron parte de este fenómeno. Según los datos que maneja el programa Proteger para personas mayores que lleva adelante el Ministerio de Salud porteño, durante 2022 se incrementó, respecto a 2021, un 25% las denuncias por violencia contra los adultos. Y un dato que preocupa: en el 80% de los casos, el agresor tiene vínculo familiar con la víctima y de ellos, más de la mitad son los propios hijos.

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Así surge de un informe que realizó el Ministerio. En total, a lo largo de los primeros diez meses del año, (el informe abarca hasta octubre), se recibieron unas 1230 denuncias y se realizaron unas 13.200 intervenciones de los equipos interdisciplinarios.

En la mayoría de los casos, (65%), las personas que ejercen abuso o maltrato hacia las personas mayores son hombres y 7 de cada 10 víctimas de violencia son mujeres. Dentro de los que ejercen abuso o maltrato en el entorno familiar, un 53% son hijos e hijas, el 18% son la propia parejas y el 9% otros familiares de hasta un tercer grado de parentesco. Se registró que más de la mitad, un 57%, la persona que ejerce la violencia convive con la persona mayor y el 43% son no convivientes.

El protocolo

¿Qué ocurre cuando la Ciudad recibe una denuncia de maltrato a mayores? “Lo primero es determinar si la situación constituye un riesgo alto, medio o bajo para la vida de la persona. En los casos de riesgo inminente tenemos que actuar rápido y dar intervención a la policía y a la Justicia. Para estos casos, que son los menos (el 10% de las denuncias, según el informe), tenemos un refugio de acogida para sacar al adulto mayor de este entorno nocivo y alojarlo temporalmente, de forma protegida, hasta que se resuelva su situación”, explica Sofía Torroba, subsecretaria de Personas Mayores porteña.

Cuando el llamado o denuncia no constituye un riesgo de vida, interviene un equipo interdisciplinario, un abogado, un trabajadora social y un psicólogo que se ponen en contacto con la familia e intervienen activamente para buscar una solución. “Muchas veces, detectamos que hay una situación de desborde dentro de ese hogar, desde la infraestructura, desde la posibilidad de cuidar al adulto mayor y darle su espacio, desde lo económico o incluso desde el punto de vista del envejecimiento de la población que resulta en que haya adultos mayores cuidando a otros adultos mayores. En general, la respuesta de la familia es positiva y la intervención del Estado le permite ver al adulto mayor que no está solo y a la familia desnaturalizar ciertas prácticas invisibilizadas que en realidad son formas de violencia y abandono”, explica Torroba.

No todos los llamados y denuncias se convierten en denuncias judiciales. Esto, porque muchas veces la persona que llama no quiere avanzar a la instancia legal contra los agresores, que son su familia y en otros casos porque la intervención oportuna del Estado, y un seguimientos del caso, explica la funcionaria, tiene por objetivo lograr que cese la situación de maltrato sin que la persona tenga que buscar otro lugar para vivir. “No son intervenciones sencillas, y requieren bastante trabajo de las distintas áreas. Lo primero es asegurarnos que cese la situación de violencia y que el adulto se sienta escuchado y respaldado. Después trabajamos para mejorar la situación de esa persona dentro de ese hogar. Puede ser que tengamos que tramitarle un subsidio, o asegurarnos de que el dinero que recibe como jubilación se destine a su cuidado y no a la economía familiar. Eso también es una forma de violencia”, explica la funcionaria.

Otra de las acciones que se activan a partir de las denuncias es el buscarle al adulto mayor una red de contención social en alguna de las actividades culturales y recreativas que contempla la ciudad, ya sea en centros de jubilados u otros espacios. “La Ciudad cuenta con una gran variedad de actividades. Esto no siempre se aprovecha. Y la persona que sufre violencia tiende a encerrarse y a deprimirse. Y lo que necesita es lo contrario. Estar en contacto con otras personas y redescubrirse en la relación con los demás”, apunta Torroba.

El envejecimiento de la población hace que en la ciudad haya cada vez más personas mayores. Buenos Aires es el distrito en el que viven más personas de 65 años, y esta situación se profundizará en los próximos años. Se estima que hoy viven en la ciudad unas 667.210, que representan el 21,7% en relación al total de la población. Seis de cada diez son mujeres y cuatro de cada diez viven solos. En tanto, el 60% vive en hogares multifamiliares. “Esto se relaciona con otro fenómeno que se incrementó en la pandemia que es el sentimiento de soledad en las personas mayores, que es independiente de que convivan o no con otras personas. Muchos de los que experimentan esta sensación conviven con su familia, pero se sienten solos, porque se sienten desamparados. Nos conmueve mucho cuando recibimos el llamado de una persona mayor que nos pide ayuda y dice que no quiere que sus últimos años sean así. Es muy fuerte porque quiere decir que esa persona logró romper un estereotipo, un mandato social o familiar que está muy arraigado y logra visualizar eso que le pasa como violencia. Si puede pedir ayuda, nosotros como Estado tenemos que estar a la altura para brindársela”, dice la funcionaria.

Cómo y dónde denunciar violencia contra un adulto mayor

  • Las denuncias por violencia contra los adultos mayores pueden realizarse a través de la Oficina de Violencia Doméstica, de la Corte Suprema de Justicia. Lavalle 1250 planta baja. Por tel. 4123-4510

  • También se puede denunciar en las comisarías y en las fiscalías.

  • Telefónicamente, se puede llamar al 144, donde se denuncian todo tipo de violencia. También se puede denunciar en el 911. Además existe un teléfono específico para denunciar violencia contra adultos mayores: 0-800-222-4567,

  • O por mail, escribiendo a Proteger@buenosaires.gob.ar