Los Dolphins mejoran un poco, superan a los Patriots en dramática batalla y frenan racha adversa
Los Dolphins mejoraron y, gracias a ello, derrotaron 15-10 a los Patriots de Nueva Inglaterra, la tarde del domingo en el Gillette Stadium en Foxborough, Massachusetts.
Este resultado es fundamental en la marcha de los surfloridanos en la presente temporada de la NFL pues abre la posibilidad de enmendar rumbos.
El escuadrón de Miami no solo cortó una racha de tres derrotas consecutivas, sino además se ubicó en segundo lugar en la tabla de posiciones en la División Este de la Conferencia Este, con un récord 2-3 y con sus posibilidades intactas para el resto de la campaña.
“Me siento 100 por ciento mejor ahora que he entrenado más con el equipo”, expresó el quarterback de los surfloridanos Tyler Huntley. “Gracias a la ayuda de mis compañeros pudimos entendernos mejor”.
Los Dolphins llegaron al partido con un pésimo ataque.
Solo habían conseguido un promedio de nueve puntos por partido en sus cuatro primeras salidas. El domingo por lo menos casi duplicaron su producción, aunque 15 puntos están lejos para ser competitivos en la liga.
Este triunfo resulta clave porque la próxima semana los Dolphins tendrán descanso y recién volverán a jugar el 20 de octubre en su visita a los Colts en Indianápolis.
Mientras, el entrenador Mike McDaniel ganó tiempo para afinar la coordinación de Huntley con el resto de la ofensiva. Al titular Tua Tagovailoa todavía le queda un partido más para salir del protocolo de conmoción cerebral y el estratega tendrá dos semanas para hacer los ajustes necesarios con el suplente.
Huntley completó 18 de 31 pases para 194 yardas y una intercepción, mientras el exDolphins Jacoby Brissett, ahora con los Patriots, acertó 18 pases de 34 intentos para 160 yardas.
Es cierto que los Dolphins no convierten un touchdown por aire desde hace más de cuatro partidos, pero por lo menos McDaniel encontró la fórmula para salir del apuro en estos momentos.
En el touchdown de la victoria en el cuarto periodo, McDaniel ordenó a su ofensiva correr el ovoide. El avance tomó 7:36 minutos, 15 jugadas y 81 yardas.
Con eso no solo consumieron el reloj sino que evitaron que Huntley fallara en los pases por aire o fuera interceptado.
Gracias a ello, Alec Ingold anotó en una corrida de tres yardas el touchdown triunfal cuando se jugaban 10:33 minutos del cuarto periodo.
Los Dolphins pasaron adelante por primera vez en el partido y de paso le dejaron poco tiempo en el reloj a los Patriots.
Y así fue, el último avance los de casa no pudieron completarlo porque el cronómetro llegó a cero cuando estaban en posición anotadora y ya habían usado sus tres oportunidades para pedir 30 segundos de paralización.
Una victoria minimiza los errores
El kicker Sanders falló dos goles de campo y un punt de los Dolphins fue bloqueado por el equipo especial de los Patriots.
Las faltas se sumaron en el equipo surfloridano, pero el triunfo deja tiempo o da la tranquilidad para trabajar con calma y enmendar errores.
El primer ataque de los Dolphins terminó con un field goal de 54 yardas de Sanders, cuando se habían jugado 4:16 minutos.
Luego que Huntley fuese interceptado, los Patriots respondieron con una corrida de 33 yardas para touchdown de Rhamondre Stevenson a los 9:56 minutos del primer cuarto.
En el segundo periodo, los Dolphins perdieron a su mejor atacante De’Von Achane y Raheen Mostert entró en acción para ponerse al equipo al hombro.
Con dos goles de campo de Sanders, de 32 y 47 yardas, respectivamente, los Dolphins se acercaron 10-9 en el marcador y el partido estaba para cualquiera.
Ambos equipos tienen similitudes en la presente campaña, pero no en las cosas positivas sino todo lo contrario.
Los Dolphins y los Patriots entraron a este partido con una racha de tres caídas consecutivas, ambos tienen problemas con su quarterback y también son poco efectivos. Igualmente cometen muchas faltas.
Ganar era significativo porque puede determinar entrar en un camino de recuperación, por eso cada posesión se luchó con gran intensidad.
Jaylen Wright y Mostert acarrearon 86 y 80 yardas, respectivamente. Tyreek Hill y Jonny Smith, 69 y 62 cada uno.