Israel recrudece su ofensiva contra Hezbollah y aumentan los temores de una guerra regional
BEIRUT.- La aviación israelí machacó el sábado el sur de Líbano, incrementando los temores de una guerra total en la región, al día siguiente de un bombardeo que mató a 37 personas, entre ellas altos mandos de Hezbollah.
En el norte de Israel, en la frontera con Líbano, la tensión recrudeció y los cruces de disparos entre el ejército israelí y Hezbollah, cotidianos desde el inicio de la guerra en Gaza hace casi un año, se intensificaron.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, canceló su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York debido, según alegó, a las “horribles masacres israelíes” en Líbano.
Israel llevó a cabo el sábado nuevos bombardeos contra el sur de Líbano, bastión de Hezbollah, afirmando haber atacado “miles de plataformas de lanzamiento” de cohetes “listas para ser utilizadas” para disparar contra su territorio. Por la noche, anunció nuevos ataques contra “objetivos de la organización terrorista Hezbollah en Líbano”, sin dar más detalles.
“Durante la última hora, hemos lanzado un ataque a gran escala en el sur del Líbano, después de identificar preparativos de Hezbollah para disparar contra territorio israelí”, declaró por la noche el portavoz del ejército, Daniel Hagari, agregando que “decenas de aviones de la Fuerza Aérea” participaban en esa operación.
Por su parte, el grupo terrorista libanés indicó haber disparado decenas de cohetes contra posiciones militares en el norte de Israel, “unos 90″ según el ejército israelí.
Ante el aumento de la tensión, el ejército israelí dijo que está emitiendo nuevas restricciones para las reuniones públicas en gran parte del norte de Israel, una posible señal de que las autoridades israelíes esperan un ataque más amplio de Hezbollah en los próximos días.
Mientras tanto, en Gaza, asediada desde el inicio de la ofensiva de Israel contra Hamas hace casi un año, la Defensa Civil anunció el sábado la muerte de al menos 22 personas en un bombardeo israelí de una escuela en el área de Zeitún de la Ciudad de Gaza, en el norte, donde se refugiaban desplazados. El ejército israelí afirmó que el ataque iba dirigido contra combatientes de Hamas.
La oficina de prensa del gobierno de Hamas declaró que entre los muertos había 13 niños, entre ellos un bebé de tres meses, y seis mujeres. Treinta personas resultaron heridas.
El Ejército israelí -en la mira tras la difusión de un video que muestra a soldados tirando cuerpos de palestinos desde una terraza en Cisjordania- afirmó que había atacado un centro de mando de Hamas instalado en el complejo que anteriormente había servido de escuela, repitiendo la acusación de que el grupo militante utiliza instalaciones civiles con fines militares, algo que el grupo terrorista niega.
Mientras tanto, en el norte de Israel, en la frontera con Líbano, la tensión se recrudeció y los cruces de disparos entre el ejército israelí y Hezbollah, aliado de Hamas, se intensificaron. Ambos anunciaron el sábado disparos contra posiciones del otro bando.
El viernes, un bombardeo israelí en un suburbio del sur de Beirut, bastión del movimiento islamista, dejó 37 muertos, incluidos tres niños, y 68 heridos, según un balance oficial libanés.
El balance podría aumentar, ya que “aún se están despejando los escombros” del edificio destruido, precisó el ministerio de Salud del Líbano.
El inusual ataque -el más mortífero dirigido a la capital libanesa desde la guerra entre Israel y el grupo Hezbollah de 2006- impactó a un barrio del sur densamente poblado el viernes por la tarde durante la hora pico, cuando la gente regresaba a sus hogares.
Una fuente cercana a Hezbollah indicó que el bombardeo iba dirigido contra su fuerza de élite, la unidad Radwan, que mantenía una reunión en un sótano. El ataque mató a 16 de sus miembros.
Entre ellos figuraba Ibrahim Aqil, jefe de la unidad, así como otro alto mando de esta fuerza. Según informó el sábado Hezbollah, se trata de Ahmed Mahmud Wahbi, quien dirigió hasta inicios de año las operaciones militares de la unidad Radwan en apoyo a Hamas.
Hezbollah’s military chain of command has been almost completely dismantled after a dozen significant terrorists including Ibrahim Aqil were eliminated yesterday.
We will continue operating against any terrorist organization that poses a threat to our civilians on all fronts. pic.twitter.com/F2Ewyx4WdL— Israel Defense Forces (@IDF) September 21, 2024
Estados Unidos ofrecía una recompensa de siete millones de dólares por información sobre Ibrahim Aqil, considerado un “miembro principal” de la organización que reivindicó los atentados contra la embajada estadounidense y un edificio de los marines en Beirut en 1983, que dejaron más de 300 muertos.
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Ali Hamie, dijo que 23 personas siguen desaparecidas por el bombardeo del viernes.
El ataque aéreo en la concurrida calle Qaim derribó un edificio de ocho pisos que tenía 16 departamentos y dañó otro adyacente. Los misiles destruyeron el primer edificio y atravesaron el sótano del segundo donde se celebraba la reunión de funcionarios de Hezbollah.
El ataque mortal del viernes se produjo horas después que Hezbollah lanzara uno de sus bombardeos más intensos en el norte de Israel en casi un año de combates, principalmente contra sitios militares israelíes. El sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro de Israel interceptó la mayoría de los cohetes Katyusha.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció el ataque a una zona residencial, lo que “prueba una vez más de que el enemigo israelí no tiene ninguna consideración humanitaria”.
Irán condenó “una flagrante violación del derecho internacional, así como una violación de la soberanía, la integridad territorial y la seguridad nacional de Líbano”.
La operación del viernes se produjo tras dos oleadas de explosiones de beepers y handies utilizados por miembros de Hezbollah, que entre el martes y el miércoles dejaron 37 muertos y unos 3000 heridos en bastiones de la milicia en Líbano.
El jefe del grupo islamista, Hassan Nasrallah, acusó a Israel de esas explosiones y prometió un “justo castigo”.
El temor a una guerra regional
Israel no comentó estos ataques, ocurridos sobre todo en la periferia sur de Beirut, así como en el sur y el este de Líbano, tres feudos de Hezbollah.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, advirtió que el derecho internacional “prohíbe” el uso de artefactos “explosivos” que parezcan objetos “inofensivos” y consideró “un crimen de guerra cometer actos de violencia destinados a sembrar el terror entre la población civil”.
Tras el bombardeo del viernes cerca de Beirut, el ejército israelí aseguró que no tenía como objetivo aumentar las tensiones regionales. “No estamos buscando una escalada amplia en la región”, declaró el portavoz militar Daniel Hagari, en medio de crecientes temores.
Hasta ahora, los principales objetivos de Israel eran la destrucción de Hamas, en el poder en Gaza desde 2007, y el regreso de los rehenes que siguen retenidos en el territorio palestino. La guerra en Gaza estalló tras el ataque de comandos terroristas de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
La incursión dejó 1205 muertos, en su mayoría civiles, y 251 secuestrados, de los cuales 97 siguen cautivos en Gaza, aunque 33 de ellos fueron declarados muertos por el ejército israelí.
Los bombardeos y operaciones terrestres israelíes han destruido la Franja de Gaza y provocado la muerte de al menos 41.391 palestinos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, que la ONU considera fiables.
Agencias AFP, AP, Reuters y The New York Times